El asistente de mantenimiento en carril no es algo estrictamente nuevo, pero lo vamos a ver cada vez en modelos más asequibles y comunes, y no solo en coches caros. Su nombre puede cambiar según la marca, muchas veces con palabras en inglés (Lane Assist, Lane Keeping Assist, etc) pero en castellano siempre se traduciría al fin y al cabo de la misma manera.
El asistente de mantenimiento en carril es un sistema electrónico de ayuda a la conducción que reconoce las líneas del carril por el que circula el coche, y en caso de que la trayectoria de este se desvíe y pise o sobrepase alguna de las líneas de manera involuntaria, sin accionar el correspondiente intermitente (luz indicadora de dirección), actúa sobre la dirección corrigiendo la trayectoria.
Hay sistemas más sencillos que se pueden denominar de advertencia de cambio de carril, que solo hacen saltar una alerta al conductor, normalmente combinando una vibración como mínimo, del volante, asiento o cinturón de seguridad, y a veces se añade también un mensaje de texto en la pantalla de información del cuadro de instrumentos, y hasta una alarma sonora, pero sin actuar sobre la dirección.
Una cámara para ver
Para funcionar estos sistemas recurren mayoritariamente a una cámara colocada en lo alto del parabrisas que reconoce las líneas del carril. Una unidad de proceso (la electrónica, vaya), va interpretando en tiempo real si el vehículo va centrado entre las dos líneas del carril, o si se acerca mucho, pisa o sobrepasa la línea, y en ese caso toma la decisión de actuar.
Para hacer girar la dirección se recurre a un accionador con un motor eléctrico que la hace girar los grados que la unidad de proceso estime oportunos. Como la mayoría, si no todas, de las direcciones asistidas de los coches hoy en día son electro-hidráulicas o eléctricas, esto es muy sencillo de implementar.
Lo normal es que el conductor pueda configurar en su coche la sensibilidad y tipo de alerta del sistema, así como activarlo o desactivarlo.
La sensibilidad permite elegir si queremos que actúe al acercarnos mucho a la línea, pero sin necesidad de pisarla (o sea, un poco antes de), o bien si queremos que actúe solo cuando ya estamos pisando la línea y la sobrepasamos (o sea, después de). En algunos modelos se puede regular la intensidad de la vibración en el volante, o desactivarla.
La vibración en el volante, asiento o cinturón de seguridad, según el modelo, e incluso algún tipo de pitido o alarma en según que casos de desvío de la trayectoria, son muy adecuados para por ejemplo despertar a ese conductor que sufre somnolencia y se está quedando dormido al volante.
¿Comodidad o seguridad?
Yo he tenido ocasión de probar el sistema en varias ocasiones, con diferentes modelos de coches, y distintas marcas, y si bien funcionan de manera muy similar, he notado alguna pequeña diferencia.
En general, la primera vez que uno percibe que el sistema actúa, se nota extraño. Ya sea porque vibra el volante, ya sea porque este gira un poco por sí mismo. Puede que a algunos conductores no les resulte muy cómodo, pero diría que esta pequeña desventaja compensa los beneficios.
De hecho si uno es riguroso conduciendo su coche, y se mantiene centrado en el carril, y cada vez que cambia de carril pone el intermitente, el sistema no actuará, y no notará nada raro.
Hay que tener presente que el giro que se aplica al volante es suave, y ejerciendo no mucha fuerza, pues es un sistema de ayuda, no un sistema de conducción autónoma, o de piloto automático. El conductor sigue al volante, y sigue siendo quien tiene la responsabilidad de conducir; el asistente de mantenimiento en carril solo es una ayuda.
Pero, después de conducir con un sistema así, me pregunto si está pensado para ir más cómodos al volante, o para ir más seguros, o para las dos cosas.
Desde luego que a priori este sistema debería de ser para ir más seguros, y para actúar cuando el conductor se distrae o despista, y sin querer el coche se sale del carril levemente, por ejemplo porque el conductor desvió la mirada por toquetear la radio, o algo así.
He probado sistemas que actuaban siempre, incluso cuando el conductor quitaba las manos del volante, algo que como es lógico no se debe hacer nunca, pero que podría pasar por alguna situación de emergencia, como echar mano a un niño que se ha soltado de su sillita, y el padre o madre se asustan, o sufrir un desmayo o similar.
Pero sin embargo también he probado sistemas que se desactivaban después de unos segundos si el conductor quitaba las manos del volante. No es que el sistema de desconectara, sino que se desactivaba temporalmente, pero a fin de cuentas el efecto era el mismo: en ese momento dejaba de funcionar, y si se pisaba una línea, el sistema no hacía nada y no se corregía la trayectoria. Por ejemplo en el sistema de Grupo Volkswagen (Audi, Skoda, etc). Esto es solo una cuestión de software, y debería poder cambiarse con facilidad.
Sí, es cierto que el sistema cuando se desactiva temporalmente hace sonar un tipo de pitido de advertencia, pero se me hace escaso.
Comprendo e insisto en que este sistema es solo de ayuda, y no de conducción autónoma, y que el coche, aún con el asistente de mantenimiento en carril no se conduce solo, pero aún así entiendo que el sistema debe de funcionar y actuar siempre.
Porque desde mi punto de vista es un sistema de seguridad que puede evitar un susto o un accidente, o al menos reducir la gravedad del mismo, y por tanto debe de estar siempre alerta, en segundo plano, sin molestar al conductor, pero siempre listo para actuar.
Si por el motivo que sea un conductor quita las manos del volante (situación de desmayo, quedarse dormido, o similar), si el sistema sigue actuando evitará una salida del carril o de la vía grave, y aunque no pueda conducir por sí solo, asociado a otros sistemas, como por ejemplo los de frenado automático, puede hacer que el coche se detenga sin salirse de la vía, lo cual es algo muy positivo, y bastante menos malo que salirse del carril a toda velocidad y chocarse contra el guardarraíl, o pero aún, salirse de la calzada.
Por favor, que tomen nota todos los fabricantes: los sistemas de seguridad deben de actuar y funcionar siempre, por si acaso.