Los neumáticos también tienen fecha de caducidad

Josep Camós

26 de julio de 2009

El otro día llevé al taller el coche del trabajo. Necesitaba cambiar de neumáticos, que los que llevaba estaban hechos un asco. Aquellas gomas montadas en aquel vehículo eran un monumento al refrán que dice «en casa de herrero, cuchillo de palo». El caso es que mientras uno de los técnicos montaba las cubiertas nuevas sobre las llantas y equilibraba las ruedas, su ocioso compañero y yo nos pusimos a charlar un rato.

En un momento dado, la conversación derivó hacia la crisis y sus repercusiones en el día a día de las economías domésticas. Y me dio por preguntarle a mi interlocutor si a la gente le costaba más cambiarle las ruedas al coche. «Hombre – me dijo -, sí que nos vienen más personas que piden que les pongamos lo más barato posible, pero al final tampoco pueden retrasar la compra, porque al fin y al cabo los neumáticos caducan».

Y al escuchar esa frase recordé que en Circula Seguro apenas hemos hablado de este problema para la seguridad vial debido a un mantenimiento precario del vehículo. Los neumáticos caducan, y usados cuando ya han envejecido pueden llegar a causarnos un problema muy grave.

Rueda destrozada por envejecimiento de la goma

Como hemos dicho siempre, las ruedas son el único punto de contacto del vehículo con el terreno. Por eso, el neumático es un elemento vital para garantizar el correcto comportamiento de nuestro automóvil. El funcionamiento óptimo de un neumático está supeditado entre otras cosas a que tanto su superficie como su estructura interna se encuentren en buen estado. Eso suele hacernos comprobar que la profundidad del dibujo sea superior a los 1,6mm que marca la Ley, que los neumáticos se encuentren inflados a la presión marcada por el fabricante y que no presenten cortes ni abolladuras.

Pero un neumático está hecho de una serie de materiales que con el tiempo pierden su elasticidad. Y esa elasticidad es la que en buena medida permite que nos agarremos al terreno. El envejecimiento de la goma puede variar dependiendo de las condiciones a las que se haya sometido al neumático, de modo que un almacenamiento al calor del sol y desprotegido de la lluvia puede hacer que el neumático se estropee antes de hora.

En todo caso, se considera que un neumático usado que tenga más de cinco años de edad es un neumático que se puede tirar a la basura, por muy profundo que tenga el dibujo de su banda de rodadura y por muy limpio de cortes que lo veamos. Una goma de cinco años pierde elasticidad, se endurece. Y si se enducere, no se agarra al asfalto e incluso puede ser que se le rompa la estructura al rodar, como le sucedió al propietario de la rueda destrozada que vemos sobre estos párrafos. La colisión fue mortal para su mujer.

Fecha de fabricación del neumático

Por nuevas que veamos nuestras ruedas, debemos saber cuándo se fabricaron los neumáticos que calzamos. Ya lo vimos cuando aprendimos a leer un neumático, pero nunca está de más repasarlo. La fecha de fabricación se encuentra en una elipse como la que vemos en esta imagen. En este ejemplo, en que aparece el número 4108, sabemos que el neumático se fabricó durante la semana 41 del año 2008. Por eso, estas cubiertas deberían cambiarse antes de llegar a otoño del año 2013, incluso si nuestro vehículo hace pocos kilómetros y el desgaste de la banda de rodadura no es demasiado acusado. El envejecimiento no sólo entiende de distancias recorridas, sino también de años vividos, incluso bajo el techo de un garaje.

Foto | Josep Camós (1 y 3), Mikel Bort (2)

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