Ver y ser vistos por los demás conductores. Esa es la doble función que tienen las luces de nuestro vehículo para contribuir así a la seguridad en nuestras carreteras. La luz de gálibo, que se debe encender en las mismas condiciones y al mismo tiempo que las luces de posición, cumple la función de ser vistos y, además, facilita de noche o cuando se vea afectada la visibilidad: la estimación de velocidad, distancia y dimensiones de los vehículos. La luces de gálibo sirven, principalmente, para señalizar la anchura total del vehículo. Pero… ¿sabes cómo son y qué vehículos tienen que llevarlas?
La luz de gálibo es la destinada a señalizar la anchura y altura total en determinados vehículos. Se compone de dos luces blancas en la parte delantera y dos luces rojas en la parte posterior del vehículo. Dichas luces se instalan en la parte superior y más exterior del vehículo. La tienen que llevar obligatoriamente todos los vehículos de más de 2,10 metros de anchura y serán opcionales para los vehículos de una anchura superior a 1,80 metros. El Reglamento General de Vehículos nos habla de anchura y altura para referirse a los dispositivos o luces de gálibo del vehículo.
Señales de restricción de paso orientadas a las dimensiones del vehículo.
Entre los dispositivos de señalización óptica que nos indican la presencia del vehículo, también, están los catadióptricos y la señal de marcado de contorno en los vehículos (distintivo V-23). No obstante, aunque tengan en común indicar la presencia del vehículo, el gálibo se considera alumbrado y sirve como complemento a las luces de posición del vehículo.
La diferencia entre luz y señalización de gálibo
En la definición de gálibo, según el Diccionario de La Real Academia Española, también viene a referirse a las distancias máximas, tanto en altura como en anchura que deben permitir los túneles, puentes, parkings para pasar por debajo o entre sus paredes con seguridad. De hecho, es necesario tenerlo en cuenta porque puede ocurrir que tras la construcción del puente o paso elevado se agregue una nueva capa de asfalto a la carretera y, en consecuencia, la subida del suelo y no se tenga en cuenta la modificación de la indicación y medida del gálibo empleado en la construcción o estructura.
Los dispositivos para señalizar el contorno de puentes o lugares de paso puede ser a través de barras o pórticos. Dicha señalización nos advierte con señales y leyendas las dimensiones a partir de las cuales permiten o prohíben el paso para poder pasar con nuestro vehículo. Unas dimensiones que tienen que ver con las características de la vía: extrechamientos, proximidad de un puente o paso elevado, vegetación, cableado a baja altura, etcétera…
En definitiva, dos formas de definir la señalización de gálibo que tienen en común la indicación de las dimensiones en altura y anchura, no sólo del vehículo sino también de aquellos lugares donde por construcción está limitado el paso de vehículos.
Foto | eurotete
En Circula Seguro | Reformas de importancia (6): Dispositivos de alumbrado y señalización