En Circula Seguro hemos visto recientemente los costes que tiene la movilidad insostenible en las ciudades. Al ya conocido problema de la contaminación del aire, se unen otros que ponen en jaque la habitabilidad de los espacios urbanos. Algunos de esos problemas son la congestión del tráfico, la contaminación acústica, la siniestralidad vial o el consumo del suelo.
Precisamente el mal aprovechamiento del espacio urbano es uno de los temas capitales, teniendo en cuenta que el vehículo a motor puede ocupar el 60% de la superficie de un término municipal. Y un problema determinante para este “derroche” de espacio es el uso ineficiente que se hace de las plazas de aparcamiento. Influyen factores como horario laboral, el éxodo residencial a los suburbios, la gentrificación de algunos barrios o la estacionalidad en las poblaciones turísticas.
Áreas de estacionamiento regulado como solución a la falta de aparcamiento
Frente a este problema, ya desde hace varias décadas surgieron en nuestro país las áreas de estacionamiento regulado. En estas zonas, el ayuntamiento (que como sabemos es la reguladora del tráfico en el término municipal) decide imponer determinadas normas de uso de las plazas de aparcamiento en determinadas calles. La más conocida es la denominada “zona azul”, aunque en los últimos años han aparecido otros colores que pueden llegar a confundirnos, especialmente si estamos de visita en esa ciudad.
La forma de actuar sobre estas zonas de colores suele consistir en exigir el pago de un ticket para poder aparcar en una plaza. Aunque también se suele limitar el uso del aparcamiento por un determinado periodo de tiempo, o por la condición de ser o no residente de esa zona donde se desea aparcar. Con estas regulaciones se persigue el aprovechamiento óptimo de las plazas de aparcamiento, fomentando la rotación de vehículos especialmente en aquellas zonas y en aquellos horarios donde las plazas están más solicitadas.
En qué consisten las Ordenanzas Reguladoras de Aparcamiento
Estas áreas de aparcamiento regulado suelen estar regidas por la Ordenanza Reguladora de Aparcamiento (ORA). Es un tipo de ordenanza de ámbito municipal que aplican muchos ayuntamientos de España. Aunque otros aplican otras normativas similares y que toman nombres alternativos como OTA, ESRO o la conocida SER (Servicio de Establecimiento Regulado) de la ciudad de Madrid.
Las zonas ORA suelen estar integradas dentro de planes de movilidad urbana de mayor envergadura, y pueden estar supeditadas a determinados procedimientos como los protocolos anticontaminación. En la misma línea, también suelen contemplar beneficios de aparcamiento a vehículos menos contaminantes, como los que portan el distintivo ambiental ECO o CERO. Estos beneficios pueden ser la exención total o parcial del pago del ticket, o una mayor disponibilidad de tiempo para permanecer aparcado.
Formas de identificarnos como residente para beneficiarnos de las ventajas
Como hemos dicho, el objetivo principal de las zonas ORA es favorecer la rotación de los aparcamientos y mejorar el uso del espacio, e indirectamente fomentar el uso de vehículos menos contaminantes. Pero en muchos casos también persigue favorecer al residente dentro de su propio barrio o distrito, en detrimento del visitante que puede acudir por diversos motivos. Por eso en algunos casos la aplicación de las normas es distinta en los residentes empadronados en la zona regulada.
Para poder beneficiarnos de esta discriminación positiva, es necesario que nos identifiquemos como residentes. La forma de llevarlo a cabo puede ser muy diferente según nuestra ciudad de residencia. Puede consistir en una tarjeta identificativa que llevaremos en el coche a la vista, o en el registro de nuestra matrícula en una base de datos del ayuntamiento. Recientemente se han puesto en marcha sistemas digitales a los que podremos acceder a través de aplicaciones de smartphone.
Uso del parquímetro para el pago de la zona azul
El parquímetro es el dispositivo en forma de kiosko o tótem digital que se encarga de imprimir y dispensar los tickets que dan derecho al uso de la plaza de aparcamiento. Para abonarlo, normalmente se introducen monedas a medida que van acumulando tiempo de uso, hasta que alcanzamos la hora deseada. Si pagamos con tarjeta, deberemos introducir primero la hora límite hasta la que queremos hacer uso del aparcamiento. Una vez conseguido el ticket, debemos colocarlo en nuestro vehículo, a la vista del agente de movilidad.
En ocasiones en el proceso deberemos introducir la matrícula de nuestro vehículo, para que no podamos compartir nuestro ticket con otro usuario (práctica habitual en aquellos que marchan antes de su tiempo límite). También lo necesitaremos introducir en aquellos casos en los que debemos identificarnos como residentes. En ocasiones, el parquímetro también da la opción de anular una denuncia por exceso del tiempo límite, en aquellos casos en los que nos retrasamos algunos minutos.
Quién y cómo gestiona la zona azul y los otros estacionamientos regulados
Como hemos dicho anteriormente, son los ayuntamientos los encargados de estas áreas reguladas, como responsables últimos de las políticas de movilidad y tráfico dentro de su término municipal. También lo son de estipular las diferentes tarifas, así como la forma que tienen de aplicarla. Para el funcionamiento del sistema se hace uso de los parquímetros y de agentes de policía local o de movilidad que comprueban que los vehículos estacionados han abonado el ticket. También ellos tienen la potestad de ejecutar sanción e imponer multas con aquellos que han incumplido con la norma.
Debido a su carácter coercitivo, los sistemas de estacionamiento regulado no gozan de buena fama entre los ciudadanos. Una encuesta realizada por la Fundación Gestrafic y FACUA reveló datos muy contundentes sobre el rechazo que causas entre los conductores. Mientras que el 88% de los encuestados creen que estos sistemas no cumplen con su objetivo, el 94% también cree que se trata de una medida recaudatoria para los ayuntamientos. En líneas generales, los ciudadanos entienden como un derecho el uso del espacio público para el aparcamiento de los vehículos. Así, no entienden ni comparten que deba abonarse una cantidad por hacer algo que antes podíamos hacer gratuitamente.
Distintas zonas de aparcamiento regulado y código de colores utilizado
Dentro de una misma zona ORA podemos encontrarnos diferentes tipos de aparcamientos regulados. Estos distintos tipos suelen estar concentrados y no alternados entre ellos, ya que cumplen una función determinada en la zona de la ciudad en la que se encuentran. La forma mayoritaria de identificar estas plazas reguladas es pintando marcas delimitadores y los bordillos de un determinado color. Aunque en contadas ocasiones también se pinta la superficie entera de la plaza de aparcamiento.
Aunque las características de cada zona pueden variar entre cada ciudad, vamos a repasar los distintos colores que existen y el uso más habitual que se les suele dar.
Zona azul
Las plazas reguladas con este color tienen como objetivo garantizar el acceso al aparcamiento por el mayor número posible de usuarios, sin importar su condición de residente o no. Suele implantarse en áreas con alta concentración de servicios, públicos o privados, como hospitales, escuelas, zonas comerciales, etc. Se debe abonar un ticket que habitualmente limita el uso del aparcamiento entre 2 y 4 horas, más que suficiente para los que acuden a la zona puedan realizar sus gestiones y dejar libre la plaza.
Zona verde
Al contrario que la zona azul, la zona verde discrimina positivamente al residente de la zona regulada en detrimento del visitante. Por eso es habitual en zonas residenciales donde el aparcamiento escasea y, para un determinado rango horario donde la situación sea más crítica. Este beneficio puede consistir en la exención del total o parte del abono del ticket, siendo gratuito para los residentes de la zona en algunos casos.
Para ello, los residentes deben identificarse como empadronados con una tarjeta o comprobante específico de su zona, por lo que no podrán beneficiarse del mismo en otras zonas verdes. Los visitantes deberán abonar el ticket y liberar la plaza de aparcamiento en un plazo de tiempo determinado. Fuera del horario regulado, residentes y visitantes pueden aparcar gratuitamente y sin límite de tiempo.
Zona naranja
El funcionamiento de este tipo de aparcamiento regulado puede variar mucho entre ciudades. Pero generalmente persigue el mismo fin que la zona verde, beneficiar al residente frente al visitante. Sin embargo, las zonas naranjas suelen utilizarse para imponer condiciones más estrictas o específicas en determinados barrios donde la situación es especialmente crítica.
Así, podemos encontrarnos ciudades donde se prohíbe totalmente el aparcamiento de los visitantes durante el horario establecido, o directamente durante las 24 horas del día. También podemos encontrar casos donde esta zona se utiliza para restringir el aparcamiento durante un determinado periodo estacional, como por ejemplo durante los meses de verano en algunas localidades costeras.
Zona roja
El sentido de esta zona es similar al de la naranja, imponer condiciones excepcionales en zonas con problemas graves de aparcamiento. Su funcionamiento también puede variar mucho entre una ciudad u otra. Pero normalmente estas plazas están reservadas para los residentes de un municipio que, además de identificarse como empadronados en el mismo, deben pagar igualmente un ticket para poder aparcar.
El uso de estas plazas además pueden estar limitados a un determinado número de horas, para garantizar la rotación de vehículos, y a un determinado horario.
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