Parece ser que las cajas de cartón y yo tenemos cierto idilio con el verano, ya que fue en la estación estival de hace dos años cuando compartí con todos vosotros el proceso mental que seguí para intentar esquivar una caja en la carretera. Aunque en esta ocasión el encuentro fue algo diferente, ya que cuando atisbé por primera vez el ortoedro de cartón este ya no descansaba apaciblemente en el centro de mi carril, sino que estaba… ¡enganchado en los bajos de otro vehículo!
Sólo puedo especular, pero imagino que lo que ocurrió fue similar a lo que viví yo en julio de 2011. El conductor se encontró con la caja en la carretera, un obstáculo inesperado. Supongo que padeció lo que Josep llamaba «el momento ‘no me puedo creer lo que estoy viendo’, que eleva el tiempo de reacción de forma absurda». Al final, quizá por temor a realizar una maniobra demasiado brusca para esquivar; o suponiendo que la caja estaría vacía y quedaría hecha trizas con la colisión, finalmente decidió pasar por encima del cartón.
Pero lejos de quedar hecha jirones, la caja quedó enganchada en la crin de la rueda delantera derecha. No sé como habría llegado hasta allí, pero obviamente estaba firmemente sujeta. Estábamos en una pequeña carretera convencional, a punto de llegar a una travesía, por lo que la velocidad no era de las máximas que se pueden alcanzar en otros puntos de la red vial. Pero tampoco íbamos lento, quizá a unos 60km/h. Y, no obstante, la caja seguía allí, bien aferrada. Incluso tras los vaivenes de un par de rotondas.
Es una experiencia que me falta (y espero que siga faltándome por mucho tiempo), pero imagino que conducir con algo que se arrastra por el suelo debe ser bastante molesto. El ruido debe ser ensordecedor. Además de la posible distracción que el polizonte pueda causar, llevar eso ahí enganchado no parece lo más aconsejable desde el punto de la vista de la seguridad vial.
Seguridad vial, lo que podría pasar
El principal peligro es que, por su propia naturaleza, las cajas de cartón no fueron creadas para estar vacías. Obviamente, la que quedó enganchada en aquél coche no contenía ningún objeto contundente; si hubiera sido así, lo más seguro es que el coche no hubiera podido seguir avanzando después del encontronazo con la caja en la carretera. Pero podría haber contenido alguna otra carga más liviana que podría haber ido saltando con los golpetazos que iba dando contra el suelo. Incluso las típicas virutas de goma espuma que se suelen poner para proteger la integridad de la carga podrían ir saltando, dejando un rastro deslizante por la carretera. O quizá pequeños objetos que pudieran pinchar las ruedas.
En el peor de los casos, un objeto sólido habría podido quedar atrapado debajo del vehículo en mala posición, haciendo cierto efecto de palanca que tienda a elevar el vehículo, haciéndole perder adherencia. Parece inverosímil, pero los cuerpos de policía de algunos países han probado sistemas de detención de vehículos basados en este tipo de efectos (por lo menos, si damos credibilidad a los documentales del discovery…).
A parte de la carga, el propio cartón por inocente que parezca puede producir daños. Al ir rozando contra el suelo, la caja estiraba del elemento del bajo del vehículo al cual se había quedado enganchada. Teniendo en cuenta que estaba cerca de la rueda, podría estar pegando tirones a algún elemento del sistema de frenos, o de la suspensión. No creo que una caja de cartón pueda ejercer una gran fuerza, pero yo particularmente no quisiera hacer la comprobación experimental.
Otro riesgo potencial es que parte de la caja hubiera quedado bajo el neumático. Sin duda, la rueda es el mayor invento de la humanidad, pero para hacer su trabajo necesita estar en contacto con el asfalto. Vale, muy probablemente el movimiento circular de la rueda junto con la fricción del suelo habrían triturado el cartón en unos segundos (probablemente…). Pero una pérdida de adherencia de este tipo, aunque sólo dure fracciones de segundo puede ser letal. Sobre todo, si hubiera sobrevenido en una curva.
El último riesgo potencial que se me ocurre no tiene tanto que ver con el vehículo que llevaba la caja enganchada, sino con el resto de usuarios de la vía. La caja podría desprenderse en cualquier momento, saliendo disparada de nuevo a la calzada. Por lo tanto, estaríamos de nuevo en la situación de una caja en la carretera, con la diferencia que ésta en vez de reposar apaciblemente sale disparada de debajo de un coche. El sobresalto que se pueden llevar los conductores puede ser mayúsculo… y, no sé que pensarás tú, pero yo diría que asustarse al volante no es muy bueno.
Cómo actuar
Por este motivo, yo lo que hice fue dejar que el coche se distanciara de mi. Él iba por delante (por eso yo podía verlo, claro), así que aminoré para dejar algo de espacio. Yo, si hubiera sido él, me habría detenido en el primer sitio adecuado y seguro para ataviarme con el chaleco fosforito y retirar el cartón manualmente, con cuidado. Él prosiguió durante unos 400m más (no sé cuánto tiempo llevaba esa caja enganchada), hasta que finalmente tomó un desvío a la derecha. No sé ese era su destino, o si bien decidió buscar un lugar más seguro para pararse que el pequeño arcén de una comarcal.
Con todo esto, si la caja quedó incrustada al lado de la rueda, significa que fue atropellada muy de soslayo. Eso también me parece un error por parte del conductor. Con un obstáculo de este tipo, la primera opción debe ser esquivar, si es posible hacerlo sin perder la estabilidad ni ponernos en el camino de ningún vehículo; si la maniobra requiere invadir otro carril, incluso el arcén, la exigencia es tener el tiempo suficiente para asegurarnos que no hay nadie allí en ese momento, y que no lo puede haber en los próximos instantes.
Si esquivar es imposible (o no estamos seguros de tener espacio para hacerlo), entonces lo mejor es colisionar de lleno, con el obstáculo centrado en el coche. Por dos motivos: primero, porque si la caja en la carretera resulta estar llena de algo, la colisión centrada no nos hará perder la estabilidad. Y, segundo, porque si el cartón acaba pasando por debajo del coche, si lo hace por el centro evitará las ruedas.
Desde luego, ver una trozo de cartón enganchado en los bajos de un vehículo es aún más increíble que encontrarse la propia caja en la carretera. No sé si los riesgos que hemos relatado en este artículo son exageraciones, porque a lo mejor una caja de cartón sólo es una caja de cartón. Pero, como siempre en seguridad vial, lo mejor es no arriesgarse. Porque aunque pueda parecer una situación cómica, si cualquiera de estos riesgos llega a materializarse, el accidente será de todo menos gracioso.
En Circula seguro | Una caja en la carretera
Fotos | James Nash, David Boyle, Alan Stanton, Kim Love