El ministro del Interior y la directora de la DGT informaron ayer sobre el balance de siniestralidad vial de 2012. Un balance que muestra un descenso en el número de fallecidos, heridos graves y leves en relación al número de siniestros ocurridos en nuestras carreteras. Un dato, todavía, incompleto ya que no se han contabilizado las víctimas dentro de los 30 días siguientes al siniestro, ni los datos sobre los siniestros ocurridos en vías urbanas. Aún así, pensamos que los datos son menos malos pero nos gustaría que fueran mejores.
El informe sobre el balance de siniestralidad de 2012 muestra un descenso del 12%, respecto a las cifras de 2011, en el número de fallecidos como consecuencia de siniestros con ocasión del tráfico en vías interurbanas. Un descenso por noveno año consecutivo que se traduce en menos tragedias ocurridas en la carretera, ya que hemos pasado de tener un promedio de once víctimas mortales diarias a tener ahora menos de cuatro en el 2012.
Por otro lado, sabemos que no hay una varita mágica para evitar los mal llamados accidentes de tráfico pero estoy seguro que podemos mejorar en algunos aspectos.
Durante el año 2012 se han producido 1179 accidentes mortales en vías interurbanas en los que han fallecido 1.304 persona, 180 menos que en 2011. Las cifras son provisionales a la espera de sumar los fallecidos en casco urbano. No obstante, me gustaría saber si las cifras del año 2011 corresponden también a datos provisionales ya que de lo contrario los porcentajes no coincidirían en el tiempo.
Los fallecidos no restan, van sumándose
Según los datos aportados en la nota de prensa, sobre el número de víctimas mortales en vías interurbanas por tipo de vía y tipo de accidente me llama la atención la cifra de 141 y 441 fallecidos en vías de gran capacidad y carreteras convencionales respectivamente por salidas de la vía. Un dato preocupante a tener en cuenta ya que en carreteras desdobladas, es decir, en vías con más de un carril para cada sentido de la marcha, si la salida de vía es hacia la izquierda e invade la calzada del sentido contrario puede ocasionar también una colisión frontal. No obstante, habría que especificar qué vías de las mencionadas se incluyen en vías urbanas o interurbanas para calcular el porcentaje total de fallecidos.
Una cifra que se ha visto afectada también por la crisis y esto puede verse en el número de desplazamientos: un 4,5% menos de movimientos de largo recorrido respecto de 2011. El número de colisiones no está reñido con el número de desplazamientos pero influye de alguna manera, sobre todo, en la circulación por carreteras secundarias. Al existir un tráfico más fluido, en ese tipo de vías, arriesgamos más en situaciones de riesgo como, por ejemplo, en adelantamientos; todo lo contrario sería una afluencia de vehículos donde tienes que adaptar continuamente la velocidad ante la escasa posibilidad de maniobra.
Otro dato no menos significativo es el aumento de fallecidos haciendo uso de la bicicleta. De 33 personas fallecidas en el año 2011 se ha pasado a 47 en el 2012, es decir, catorce más en relación al pasado año. ¿Cuál puede ser el motivo? Pues, sencillamente porque ha aumentado el número de personas que usan la bicicleta como alternativa a otro tipo de vehículo para poder desplazarse, así como la práctica del ciclismo entre usuarios que deciden utilizar la bicicleta como deporte. La falta de formación e información sobre el uso de la bicicleta provoca inseguridad vial tanto para los conductores de bicicletas como para el resto de usuarios. Conocer las normas que afectan a unos y a otros es fundamental para compatibilizar mejor el escenario vial.
En carretera y en ciudad, contamos todos
Sobre el uso de accesorios de seguridad (cinturón, casco y sistemas de retención infantil), son todavía muchas las personas que fallecen por no hacer uso de dichos dispositivos de seguridad pasiva. El dato negativo ha sido esta vez para los conductores de las dos ruedas (motos y ciclomotores) pero, en concreto, han sido los ciclomotoristas los que se llevan la peor parte ya que ha aumentado el número de conductores y pasajeros de ciclomotor fallecidos en siniestros ocurridos en carretera que no usaban el casco y sin contar con la cifra definitiva de los datos sobre siniestralidad en vías urbanas.
Pensamos que no es comprensible ni admisible que a estas alturas estemos hablando de la necesidad del casco de protección al hacer uso de un ciclomotor, ya sea como conductor o pasajero, tanto por ciudad como por carretera. Por tanto, no descartamos que exista esa permisividad por parte de los responsables locales al no advertir a los jóvenes sobre la obligatoriedad del uso del casco por ciudad, así como las graves consecuencias de sufrir una caída o colisión en vía interurbana.
En definitiva, si hablamos de víctimas: de una sola, ya es motivo para no bajar la guardia, tomar medidas y elaborar un plan contra la siniestralidad vial abarcando desde la formación como base hasta la información sobre los factores de riesgo sin dejar a un lado el buen uso de la seguridad pasiva. Las cifras dicen que vamos mejorando pero tenemos que seguir trabajando entre todos para hablar más de las causas y la prevención y menos de las consecuencias.
Vía | DGT
Más información | Ministerio del Interior
En Circula Seguro | Si bajan los accidentes, ¿bajan las infracciones?, Recapitulando 2011: bajó la siniestralidad en un 14,5%