Ver y ser visto. Esta es la clave y el objetivo de los sistemas de iluminación de los coches y, en consecuencia, invertir en ellos es invertir en seguridad. Ahora bien, de nada sirve contar con los faros más caros del mercado si estos no alumbran la zona correcta. Por ello, el primer punto a tener en cuenta es el reglaje de los faros: si las luces no están bien colocadas, el coche por sí solo no va a corregir el hecho de que no veamos más allá de nuestro parachoques o de que vayamos deslumbrando a los conductores que circulan en sentido contrario.
La importancia del reglaje y la limpieza
Así que, antes de decidir qué tipo de iluminación necesitas para tu conducción, comprueba el reglaje de los faros (apenas media hora de taller con resultados espectaculares). También es importante que sepas que una buena iluminación se puede ver perjudicada por la suciedad o por la erosión del propio cristal. Esto se produce cuando los faros están rayados o amarillentos. Una buena limpieza o incluso el pulirlos son las soluciones más adecuadas.
Tipos de iluminación
Faros halógenos
Son las luces más comunes. La tecnología que utiliza este tipo de faros es la más veterana y su fabricación es de las menos complejas. Esto se traduce en que sea el sistema más económico. El halógeno es muy parecido a las bombillas tradicionales de filamento, con la diferencia de que el interior se rellena con un gas que aumenta la capacidad lumínica. La vida útil de este tipo de luz está por debajo de las 500 horas.
Faros xenón
Este tipo de iluminación se compone de electrodos que generan la electricidad que calienta el gas xenón. Utiliza el mismo mecanismo que un tubo fluorescente convencional. Y proporciona hasta tres veces más de potencia lumínica que las luces halógenas con mucha menos de potencia consumida. Su precio es considerablemente más caro, aunque hay que tener en cuenta que su vida útil se triplica con respecto a las primeras. Los llamados faros bixenón incluyen esta tecnología tanto al utilizar las luces cortas como las largas, mientras que en los xenón sólo se incluye en las cortas.
Faros led
Inicialmente, este tipo de tecnología se introdujo en los coches para iluminar las ópticas de los frenos y los intermitentes. Los leds están basados en la unión de varios diodos de luz de dimensiones muy pequeñas si los comparamos con el resto de alternativas. Pesan muy poco, su consumo es muy reducido y su vida útil está en torno a las 10.000 horas. Además, emiten su máxima capacidad lumínica casi al instante de encenderlas y permiten funcionalidades como las luces adaptativas, que reducen o aumentan la intensidad de iluminación dependiendo de las condiciones de la vía o los sistemas de antideslumbramiento automáticos.
Faros láser
Son la última tendencia en la iluminación de coches. Pueden llegar a iluminar hasta seiscientos metros de distancia, el doble que los faros led. Son ópticas de gran fiabilidad con una larga vida útil, incluso ante un uso prolongado en condiciones extremas. El consumo es un 30% inferior al de los faros led. Eso sí, el precio es aún muy elevado si los comparamos con los sistemas halógenos o de xenón.
Elige el faro adecuado, comprueba su estado e ilumina bien la carretera. Sabrás lo que pasa a tu alrededor y los demás podrán verte en todo momento.