La reducción de los accidentes de tráfico no es posible sólo con medidas gubernativas, únicamente lo es, si conseguimos llegar a la población, sensibilizarla, y modificar las conductas en la carretera, ese debe ser el objetivo. Por ello es tan importante la implicación de la sociedad, de los ciudadanos, y de los distintos Foros y asociaciones que trabajan en este sentido. ¿Quien no ha escuchado decir: «primero, educación cívica y después, educación vial»?
Lo ideal sería un cambio de conducta, ¿Se puede separar la educación vial, la mejora de la vida, de la lucha contra el automóvil, sus carreteras y lo que representan y esta forma de progreso y consumo? Si esto se piensa y se dice, será porque no es del todo imposible que se pueda vivir de veras y que se pueda disfrutar de algo que no sea el salir corriendo con el coche. Parece como si estuvieramos ciegos, como aquella reflexión que me contaron sobre la fábula del burro y la zanahoria.
¿Es la infracción el burro y la denuncia la zanahoria? Vayamos al asunto.
En Circula Seguro, creemos que no hay que esperar a que el ciudadano cometa una infracción para proceder a inculcarle una educación vial adecuada, el proceso de educación vial debe ser anterior, debe llegar a nuestros colegios de primaria. Si conseguimos llevar a la educación reglada el conocimiento, las normas de tráfico, y lo productivo que es para la sociedad su cumplimiento, quizás el número de sanciones administrativas y la necesidad de medidas reeducadoras desciendan considerablemente, y se consiga el objetivo final: reducir los accidentes de tráfico y las trágicas consecuencias que de los mismos se derivan.
Los datos de accidentalidad son insatisfactorios, y lo son por dos motivos, primero por sus cifras que son incuestionables e injustificables y segundo por la sensibilidad social, (la sociedad del lunes y del regreso de puente), cansada de dar por buena la estadística que pretenda mejorar evolutivamente situaciones del pasado pero poniendo sobre la mesa una cifra de muertos y heridos que se suman cada año.
Esa modificación de conductas de las que hablábamos al principio, es el nivel deseable de comportamiento vial, es decir, conocer y aceptar las reglas y recomendaciones que rigen el complejo mundo del tráfico por carretera. Tan fácil como utilizar los buenos modales de educación que tenemos en casa y trasladarlos a la circulación compartida con el resto de usuarios. Se trata de realizar nuestras conductas cotidianas dentro de un orden.
¿Realmente aprendemos como en el caso del burro que avanza tras la zanahoria? ¿Somos los humanos tan torpes como para pensar que necesitamos ir teledirigidos para que funcionemos bien? ¿Por qué ante la presencia o al aproximarnos a una patrulla de tráfico, nos cercioramos en ese instante y no antes de que llevamos bien puesto el cinturón de seguridad?
Según estudios de la Organización Mundial de la Salud, el estereotipo de conductor ideal o socialmente valorado debe ser inteligente en la valoración de comportamiento y consecuencias; psicológicamente equilibrado sin necesidad de incumplir la normativa para afianzar su personalidad y consciente de que la carretera es el espacio público por excelencia, de fatales consecuencias cuando se interpreta que no es de nadie o que es propio.
Vamos a esforzarnos en una dieta especial tras los excesos de este último puente. Que no nos llamen «burro», como cuando nos colamos en la cola del cine o cruzamos la calle sin mirar. Vamos a cumplir esa dieta especial a rajatabla. No nos dejemos llevar, apliquemos nuestro propio ritmo; no es necesaria la zanahoria como en el caso de la fábula. Nuestro objetivo será: eliminar nuestra obsesión por correr, así como no abusar con los adelantamientos indebidos, con la velocidad, con los aparcamientos en doble fila, con el uso del movil mientras conducimos, con las copas del fin de semana, etc…
En definitiva, para estar en forma hay que hacer una dieta como estilo de vida, de cuidarnos más, practicar la vida sana para estar mejor, que no nos digan que vamos como locos, siempre con el dichoso estrés, hagamos un programa este año sin ponernos un listón muy alto, y creo que lo mejor es no abusar con las infracciones de tráfico.
¿Te apuntas a la dieta?
Foto | Donkey Sanctuary Press Images, Aníbal Pées Labory
En Circula Seguro | ¿Educación vial o educación a secas?
¿Desde qué edad se debe impartir la educación vial?
Cuando se habla de seguridad vial se piensa en los conductores de coches, motocicletas, furgonetas, camiones, autobuses… Sin embargo, todos somos usuarios de la vía desde que nacemos, como peatones, pasajeros, ciclistas o conductores. Entonces, ¿desde qué momento se...