Las tecnologías de asistencia a la conducción y el futuro coche autónomo no dejan de aparecer en las conversaciones sobre el futuro de la seguridad vial durante la próxima década. Serán, desde luego, cruciales para hacer de los accidentes una excepción y alcanzar el Objetivo Cero. Sin embargo, existen otras tecnologías con un potencial similar y no tan famosas, como la denominada seguridad vial predictiva.
¿Qué es la seguridad vial predictiva?
La seguridad vial predictiva parte de la premisa de hasta qué punto se puede prever un incidente en carretera. No se refiere a la previsión pueda realizar in situ un sistema ADAS (como los de frenada predictiva de emergencia). Esta dirigida, más bien, a combatir los principales factores de riesgo (y otros algo más ocultos) a través del estudio avanzado del comportamiento actual de los usuarios de la vía. Resulta, además, una de las asignaturas que desarrollar para el perfeccionamiento de la mencionada conducción autónoma.
En los últimos años, además, ha surgido una diferencia que está impulsando este tipo de actividad preventiva, sobre todo en lo que se refiere a las grandes ciudades. La gestión avanzada e inteligente de grandes masas de información, que hoy se conoce como Big Data, ha cambiado las reglas del juego.
Todo dispositivo electrónico genera en la actualidad una cantidad de información ingente. La cosecha de datos no solo se origina en nuestros teléfonos móviles, sino que también parte de nuestros vehículos. Esa información constituye una huella de nuestro comportamiento.
Así nos puede ayudar el Big Data
El desarrollo de las llamadas ciudades inteligentes o Smart Cities lleva aparejado en gran medida la utilización de toda es información que vertemos a diario en la nube para buscar el beneficio social y la eficiencia urbana. En lo que se refiere a la movilidad, muchas compañías y entes públicos trabajan, por ejemplo, en soluciones tan prácticas como las dirigidas a erradicar los atascos.
Conseguir esta meta supone superar algunos escollos. Para empezar y, si nos centramos en la seguridad vial urbana, habría que determinar qué es lo que está fallando en las calles para que se sigan produciendo ciertos tipos de accidentes. Es aquí donde el Big Data tiene mucho que aportar. Se trata de perfeccionar los sistemas que gestionan y canalizan los datos, de modo qué sepamos cómo manejar tanta información.
El programa de Ford en Londres, Valencia y Colonia
Este es el objetivo del programa que Ford está llevando para potenciar el concepto de seguridad vial predictiva en varias ciudades europeas. El fabricante ha creado un departamento para esta misión que lleva durante varios meses trabajando en el proyecto Ford City Insights. Ahora empiezan a llegar los primeros frutos desde Londres, después más de 500 millones de valores numéricos registrados.
El equipo de Ford ha encontrado allí la colaboración de la compañía Traffic Watch UK, dedicada a la gestión del tráfico. El trabajo en común les ha llevado a registrar y analizar la actividad de los usuarios de la vía en ocho de los peores puntos negros de Londres. Según cuentan, a partir de ahora serán capaces de identificar qué comportamientos de los conductores y condiciones de la carretera contribuyen a incrementar los accidentes.
Se trata, por tanto, de conocer la causa del accidente antes de que se produzca. Ford y Traffic Watch UK apuntan a cuatro factores:
- Conductores y ciclistas que no respetan la señalización.
- Señales de tráfico ilegibles por culpa de la excesiva vegetación o porque no están bien orientadas.
- Malas condiciones de asfaltado de algunas calles.
- Carriles estrechos que originan conflictos entre vehículos.
¿Qué soluciones aporta la seguridad vial predictiva?
Una vez localizados estos factores, la seguridad vial predictiva ayudaría a paliar sus consecuencias a gran escala. El máximo responsable del proyecto, Jon Scott, lo ve así:
“Lo que hemos hecho ahora es coger el innovador concepto de seguridad vial predictiva y lo hemos llevado un paso más allá conectándolo con expertos en ingeniería civil para entender mejor las razones que provocan los accidentes de tráfico en estos puntos y para hacer sugerencias sobre cómo abordarlas”
Las sugerencias que se contemplan para estos puntos en concreto van desde la instalación de cámaras en los semáforos para instar al respecto de los mismos, hasta duplicar la altura de las señales. Podría llegar a pensarse que «tan solo» son medidas de planificación urbanística y de movilidad que no requieren de un programa de gestión de la información avanzado para que se lleven a cabo.
Lo que aporta el Big Data, en este caso y en otros tantos, es la garantía que las medidas propuestas no son palos de ciego, sino que contribuirán a erradicar los accidentes en esos puntos con una efectividad increíble.
La utilidad real consiste en la identificación definitiva de lo que origina el accidente y la medida que corresponde para que no se vuelva a producir. Los beneficios que la aplicación de estas técnicas tendrían para la seguridad vial aplicadas a gran escala al coche conectado son, todavía, inimaginables.
Imágenes | iStock/metamorworks e iStock/Melpomenem