El Dr. Josep Serra nos lanzó una pregunta hace algunos meses sobre el ángulo muerto en los retrovisores. Después de darle muchas vueltas y como motorista que se ha llevado algún que otro susto, intentaré mostraros unos pequeños consejos para minimizar este problema.
Lo primero que debemos hacer es regular correctamente los espejos tal y como os habíamos comentado. Una vez hecho, el problema radica cuando un vehículo nos está adelantando y circula prácticamente paralelo a nosotros, circunstancia en la que no es visible ni por el retrovisor central ni por el lateral.
Armado con la cámara, he intentado plasmar la misma situación usando como vehículo que adelanta una motocicleta, quizás el más difícil de ver tanto por su tamaño como por su agilidad.
En moto, lo primero que debemos hacer para minimizar este «punto ciego» es intentar no entrar en su zona de efecto. Parece de perogrullo, pero por ejemplo, si circulamos detrás de un coche, deberemos situarnos de tal forma que seamos visible a través de su cristal trasero. Y si vamos a adelantarnos, situarnos enfrente de su retrovisor izquierdo. Si nos quedamos detrás de su foco trasero izquierdo, seremos invisibles. En el caso de ir en coche, nuestro tamaño nos hará visibles sin más problemas.
Cuando realicemos el adelantamiento, si vamos sobre dos ruedas, intentaremos guardar la máxima distancia lateral posible, para que en caso de que advirtamos un movimiento por parte del otro conductor, tengamos mas distancia para reaccionar y advertirle de su maniobra. En un automóvil, al ser más voluminosos, tendremos menos margen, pero aun así, intentaremos dejar el máximo espacio posible.
Dentro del automóvil, este es el momento más peligroso, pues es posible que no percibamos por el retrovisor el otro vehículo. Ya en 1979, Volvo instaló los espejos de ángulo amplio en los retrovisores, y desde el 2004, algunos de sus modelos pueden disponer del sistema BLIS (Blind Spot Information System o Sistema de información sobre el ángulo muerto).
Cuando un vehículo penetra en la zona delimitada por la cámara (3 metros de ancho y 9,5 metros de largo), se enciende una luz de advertencia al lado del retrovisor. Funciona tanto si nos adelantan como si adelantamos nosotros, siempre y cuando las diferencias de velocidades respecto a nuestro vehículo oscilen entre 20km/h más lento o 70km/k más rápido.
Pero si no disponemos de un Volvo o somos unos manitas de cuidado para hacernos un sistema similar, no nos podremos beneficiaremos de esta tecnología. Lo que si podemos hacer es un simple gesto: girar la cabeza. Este giro permite que nuestro campo de visión se amplíe, pudiendo disponer de más visión lateral.
A la vista de las fotos observaréis que nos es posible ver el principio de la moto justo al lado del pilar central, y además, seguimos viendo parte de ella por el retrovisor.
Deberíamos comprobar constantemente el retrovisor central para saber si se nos aproxima otro vehículo que circula más rápido que nosotros. Con ello evitamos que nos pille por sorpresa un adelantamiento. De todas formas, el simple giro de cuello minimizará considerablemente el ángulo muerto y evitará que tengamos un accidente lateral.
Fotos | brandi666, Morrillu, km77