Con la llegada del buen tiempo, aumenta el número de usuarios que decide cambiar el coche o el transporte público por la bicicleta. Y es que son muchas las ventajas que encontramos en este medio: disfrutar del aire libre, practicar deporte, no contaminar, no sufrir atascos, no consumir combustible, ahorrar… Normalmente, hablamos de las pautas que debe seguir todo ciclista para realizar sus trayectos con total seguridad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el resto de usuarios de la vía también debe ponerse en los pedales de los usuarios de bicicleta, especialmente cuando se trata de conductores de turismos, furgonetas, autobuses o camiones. En todos los casos se trata de vehículos que pueden comprometer la seguridad de los ciclistas y que, por lo tanto, también deben ponerse en su lugar para una óptima convivencia y respeto.
En la carretera no hay nada como empatizar con el otro usuario. Esto es especialmente importante cuando se trata de usuarios vulnerables como, en este caso, los ciclistas. No cuentan con un chasis que les proteja y, además, en algunos casos experimentan inexperiencia o nerviosismo por circular con otros actores de la vía más voluminosos y, por lo tanto, potencialmente peligrosos para su seguridad.
Ponte en mis pedales porque
1-Los ciclistas circulan más despacio que el resto de vehículos. No cuentan con motor y, por lo tanto, dependen de su pedaleo o inercia. Las bicicletas eléctricas proporcionan ayuda en el pedaleo, pero en ningún caso es equiparable a la velocidad de los turismos, motos y otros vehículos motorizados.
2-Pueden no tener experiencia suficiente en bicicleta. Cuando un usuario va en coche y se acaba de sacar el carné, se sabe que es novel por la letra L que se visualiza por detrás del vehículo. Esto no ocurre con un ciclista, que puede estar cogiendo la bicicleta por primera vez o que no cuenta con la experiencia suficiente sobre las dos ruedas.
3-Los puntos ciegos o ángulos muertos pueden ser especialmente peligrosos. Son aquellas zonas del vehículo donde el conductor no consigue ver al resto de usuarios. Esto es particularmente peligroso cuando el conductor quiere realizar alguna maniobra como dar marcha atrás, estacionar, cambiar de carril o hacer un giro. Los usuarios menos voluminosos son los más vulnerables, como ciclistas, peatones, motocicletas… Y suele haber una mayor cantidad de ángulos muertos cuanto más grande es el vehículo.
4-Los adelantamientos pueden comprometer su estabilidad y seguridad. El ciclista se puede poner nervioso cuando un coche pasa muy cerca. Puedes comprometer su equilibrio y hacer que se caiga. Por ello, se recomienda dejar una distancia lateral de 1,5 metros. También debe mantenerse una distancia por delante y detrás que permita reaccionar ante imprevistos.
5-Hay maniobras que les pueden resultar especialmente difíciles como las cuestas o las curvas muy cerradas. Recuerda que la bicicleta se mueve, en gran medida, por el ejercicio físico del usuario. Por ello, hay ciertas maniobras o situaciones en las que el ciclista puede verse afectado como, por ejemplo, en una subida o incluso una bajada, donde puede llegar a perder el control.
6-Las bicicletas no pueden circular por las aceras y, por lo tanto, deben hacerlo por la calzada si no hay carriles bici. Los usuarios de bicicleta optarán por circular por los carriles bici habilitados para ello. Sin embargo, en la mayor parte de ocasiones tienen que circular por la calzada y hacer frente a todos los riesgos de tráfico.
7-Pueden tener cierto desconocimiento de la normativa de circulación. Para utilizar una bicicleta no es necesario obtener ningún permiso y, por lo tanto, no es obligatorio aprenderse la normativa. Los conductores deben ser conscientes de ello y tenerlo en cuenta.
Desde Fundación MAPFRE se recomienda conocer las normas de circulación antes de coger una bicicleta con el objetivo de garantizar la seguridad y no cometer infracciones.
8-Son especialmente ágiles y de tamaño pequeño. Por lo tanto, hay que tener precaución en la apertura de puertas cuando el vehículo está estacionado o parado.
9-Son poco visibles, especialmente de noche. Por ello, deben llevar luces y elementos reflectantes. El conductor de turismos, furgonetas, camiones o autobuses debe tener en cuenta este factor e incrementar su precaución, sobre todo en las horas de menos luz o en las vías poco iluminadas.
10-El estrés y las prisas no son buenas para ningún usuario de la vía. Recuerda que muchos de estos ciclistas pueden ser repartidores que están en su jornada laboral. Cuanta más prisa hay, más posibilidades de cometer imprudencias.
La paciencia es necesaria para la convivencia de todos los usuarios de la vía. Ponte en el lugar del otro siempre y ten en cuenta que hay que extremar la precaución con los usuarios vulnerables.