El balance de siniestralidad en las carreteras españolas en 2021 fue de 1.004 personas fallecidas. Estadísticamente la cifra representa una reducción de un 9% respecto a los datos de 2020 y la confirmación de una tendencia positiva en cuanto a la bajada en el número de víctimas que se está produciendo en España desde hace una década.
No obstante, desde una perspectiva humana, se trata de una cifra inasumible. 1.004 tragedias. Más aún, cuando se analizan los datos desde esta misma perspectiva nos encontramos con que, por ejemplo, los siniestros de tráfico son la principal causa de muerte a nivel mundial entre niños y jóvenes de 5 a 29 años. En otras palabras, los siniestros de tráfico son actualmente la principal causa de que madres y padres pierdan a sus hijos.
Europa en camino
“Ningún muerto ni ningún herido grave en accidente de tráfico en 2050” es una propuesta de las Naciones Unidas a la que España se ha sumado. “Hay que asumir, desde ya, que morir en la carretera es un final inaceptable”, afirma Álvaro Gómez, director del Observatorio de Seguridad Vial de la dirección general de Tráfico (DGT). La mayoría de los países de la UE ya están en proceso para llegar a ese objetivo de cero víctimas: en la última década las campañas impulsadas han conseguido reducir, de media, un 36 por ciento los siniestros de tráfico con fallecidos en Europa.
Aterrizada al caso español, esta progresión fue recogida recientemente por el libro “Del Infinito al Cero: Así lo hicimos”, coeditado por Pere Navarro (director general de la DGT) y Jesús Monclús, director del Área de prevención y seguridad vial de Fundación MAPFRE, en el que se recogen los testimonios de más de 50 protagonistas de la seguridad vial en España en las últimas tres décadas, y que analiza, además, los factores que han hecho posible que España haya pasado de estar a la cola de Europa, a finales de los años 80, a ocupar uno de los puestos destacados por sus relativamente bajas tasas de siniestralidad.
La seguridad vial a escena
Entre las principales propuestas para conseguir el ansiado objetivo de reducir a cero las víctimas en carretera se encuentra la de revitalizar nuestra política de seguridad vial en los próximos años, con el objetivo de luchar contra el llamado “agotamiento» de ciertas medidas de seguridad vial. También destaca que para luchar contra las cifras de siniestralidad y el dolor humano que representan, es necesario poner el foco en la seguridad vial y en la protección de los usuarios vulnerables, como peatones, ciclistas, motociclistas y usuarios de patinetes.
También propone promocionar los desplazamientos activos y sostenibles, como la bicicleta; poner especial atención a la nueva movilidad, como por ejemplo los vehículos compartidos; y promover una mayor coordinación en movilidad nacional, europea y mundial en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que, podrían reducir a la mitad el número de fallecidos y heridos graves en 2030, y acercarnos al Objetivo Cero en el menor tiempo posible.