La alergia puede afectar al día a día y, por supuesto, a la conducción. Estornudos, picor de ojos, fatiga, picor de garganta, problemas respiratorios, malestar general… todos ellos son síntomas muy frecuentes de la alergia primaveral que afectan a la seguridad. Y es que con la llegada de la primavera aumenta la rinitis alérgica, ocasionada fundamentalmente por el polen. De hecho, se estima que conducir con alergia puede aumentar en un 30% el riesgo de sufrir un siniestro de tráfico. Sin embargo, al igual que ocurre con otros muchos medicamentos, puede haber contraindicaciones entre la medicación que se suele recetar y la capacidad para ponerse al volante. De hecho, los antihistamínicos se encuentran entre los muchos medicamentos que tienen efectos secundarios con los que es contraproducente conducir.
Se calcula que casi 400 millones de personas padecen rinitis alérgica en el mundo. Es la más común y suele estar provocada fundamentalmente por el polen (sobre todo a las
gramíneas). Es precisamente en primavera cuando el polen aumenta y, por lo tanto, se agudiza esta alergia. También hay otras causas muy frecuentes, como los ácaros del polvo, hongos de la humedad y epitelio de los animales.
La medicación es la mejor aliada para combatir los síntomas de la alergia primaveral, pero hay que tener en cuenta que hay otras muchas conductas que se pueden poner en práctica para reducir la exposición al polen. Y es que, además, la medicación para las alergias puede estar contraindicada para ponerse al volante.
Revisa tu medicación para la alergia antes de conducir
En este sentido, es importante incidir en que no debes caer en la tentación de automedicarte. Debes acudir a un especialista médico para que te valore e indique el tratamiento más adecuado, especialmente si quieres conducir sin poner en riesgo tu seguridad y la del resto de usuarios de las vías. Y es que hay medicamentos que provocan somnolencia, visión borrosa, ansiedad o mareos y que, por lo tanto, afectan a tu capacidad para ponerte al volante.
Además de consultar con el profesional médico, quien podrá detallar si puedes seguir conduciendo con la medicación recetada, debes leer el prospecto , en el que se detallan todos los efectos adversos y advertencias. En caso de ser contraproducente la conducción, se suele detallar de forma destacada indicando también que, además de no conducir, tampoco se recomienda el uso de maquinaria peligrosa.
En España contamos, además, con un gran aliado para saber si se puede conducir o no bajo los efectos de un medicamento. Se trata de un pictograma que llevan las cajas de las medicinas, que te ayudará a resolver la duda de manera rápida. Este icono es un triángulo equilátero rojo con el vértice hacia arriba y un coche negro en el interior sobre fondo blanco, muy similar a una señal de tráfico, con la leyenda “Conducción: ver prospecto”. Tal y como indican desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, el tamaño del pictograma se adapta al del envase y, en todo caso, el lado del triángulo no puede ser inferior a diez milímetros. El objetivo no es otro que llamar la atención del usuario para que lea la información correspondiente.
Por otro lado, también se puede recurrir al asesoramiento del farmacéutico, quien también podrá resolver cualquier duda.
Diez recomendaciones para un buen binomio carretera/alergia
- Si necesitas medicación, pide a tu médico que te recete antihistamínicos de última generación, es decir, aquéllos que permitan la conducción y que, por lo tanto, no afecten a tu capacidad para ponerte al volante.
- No te automediques y no te pongas al volante si desconoces los efectos adversos de la medicación que estás tomando. Lee el prospecto y consúltalo con tu médico y/o farmacéutico.
- Evita conducir en los días de alerta, es decir, cuando haya más polen (si tu alergia está motivada por ello). Consulta en los organismos oficiales el estado actual para no correr riesgos. En la web de la Sociedad Española de Aerobiología se pueden consultar los niveles de polen cada día, y en qué zonas de la geografía española existe una mayor concentración.
- No mezcles con otros medicamentos si no te los ha recetado un médico y no consumas alcohol si te estás medicando. El alcohol agudiza los efectos sedantes de los antihistamínicos. Además, recuerda: al volante, alcohol cero.
- Los efectos sedantes son más evidentes los primeros días. Si tienes que realizar un viaje, coméntalo con tu médico y procura iniciar el tratamiento con la suficiente antelación para valorar cómo te afecta.
- Ten en cuenta que los medicamentos no afectan a todos por igual. Si notas algún efecto secundario, consúltalo con tu médico y no conduzcas si estas secuelas pueden afectar a tu capacidad para hacerlo.
- En el coche, procura llevar las ventanillas cerradas. Los filtros del aire acondicionado deben ser sustituidos con frecuencia para minimizar al máximo los efectos del polen mientras conduces.
- Utilizar gafas de sol ayuda a reducir el lagrimeo y evita conducir por zonas húmedas o con mucha vegetación (si es posible) para que el polen no se acumule.
- Las concentraciones de polen son más elevadas al amanecer y al anochecer. Procura no conducir en esos momentos.
No restes importancia a la alergia y a su medicación. ¡Infórmate antes de conducir!