Uno de cada cuatro siniestros de tráfico, según la DGT, se produce por salida de vía y un indicio que confirma éste tipo de siniestro vial es la inexistencia de huellas de frenadas y restos en la calzada. Sobre las causas de la salida de la carretera del vehículo se esconde la distracción o desatención por parte del conductor del vehículo, salvo que se produzca un reventón de uno de los neumáticos o que tras una colisión refleja termine el vehículo saliéndose de la calzada en su trayectoria.
Un tipo de siniestro vial que puede acabar, en el mejor de los casos, en una salida del vehículo sobre un terreno llano sin más. El problema es cuando ese abandono involuntario de la vía o irrupción hacia el margen de la carretera desemboca en un vuelco o en un choque contra una cuneta o paso salvacuneta, como vimos el otro día, o el posible impacto contra un árbol, poste de señalización y línea aérea, ya sea de luminaria, teléfono o electricidad, como veremos hoy.
El árbol como obstáculo
La existencia de árboles en las proximidades del tramo de carretera es mayor en las carreteras convencionales pero como no hay una ciencia exacta sobre dónde, cómo y magnitud del suceso, seguro que el obstáculo aparecerá en el cualquier punto kilométrico de cualquier carretera aunque sólo exista un árbol en las inmediaciones y, sobre todo, cuando la maniobrabilidad del vehículo, por parte de su conductor, le impida salvar el choque, bien, por la trayectoria, velocidad y cercanía del obstáculo.
En los márgenes y medianas de carreteras, los árboles se consideran peligrosos cuando su diámetro es superior a 15 cm. Por otro lado, distintos estudios, como podemos ver en este vídeo, han demostrado que las colisiones con árboles a velocidades mayores de 70 Km/h provocan víctimas mortales en la mayoría de los casos. Además, los árboles próximos a la vía pueden reducir la visibilidad en curvas e intersecciones al crearse obstrucciones visuales sobre el terreno.
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Los postes como obstáculos
Postes de alumbrado o dispositivos necesarios para el soporte, la fijación y la protección de lámparas, (excluyendo las propias lámparas) y, en caso necesario, los circuitos auxiliares en combinación con los medios de conexión con la red de alimentación, postes de señalización y líneas aéreas del cableado telefónico no hacen de adornos en las carretera, sino más bien de obstáculos ante una salida de vía violenta e involuntaria.
Su rigidez los convierte en elementos muy peligrosos en caso de salida de calzada de un vehículo debido al fenómeno de enganchamiento. En muchas ocasiones la barrera metálica de seguridad que debería proteger a los usuarios de un posible choque contra este equipamiento viario se encuentra instalada demasiado próxima al poste, lo cual impide el correcto funcionamiento del sistema que necesita una anchura de trabajo determinada en función del nivel de contención deseado. Por tanto, son un peligro siempre que estén situados en el margen de la carretera sin la adecuada protección y su diámetro es superior a 15 cm. No obstante, la peligrosidad de estos elementos no debería referirse únicamente al diámetro, sino también a su rigidez mecánica.
Algunas de las propuestas para evitar o reducir las consecuencias de los choques contra los árboles o postes fijos podría ser, el marcado reflectante de árboles, incluso, con cintas adhesivas retrorreflectantes, ante la existencia de hileras de árboles próximas a la calzada para mejorar la percepción de los árboles en condiciones de visibilidad restringida como, por ejemplo, noche, niebla, lluvia, etcétera.
Otra de las medidas propuesta, para el caso de los postes rígidos, sería las barreras de seguridad para reducir la severidad de los accidentes por salida de calzada en caso de que se produzcan. Para ello, la distancia mínima entre la barrera de seguridad y el inicio de la zona peligrosa deberá ser igual o superior a la anchura de trabajo de la barrera, siendo su valor mínimo de 0,6 metros. Además, los criterios sobre la correcta disposición de las barreras de seguridad en las carreteras es que deben cumplir una serie de requisitos como, por ejemplo, la distancia de la barrera al borde de la calzada, la anticipación y prolongación de la barrera, la disposición en altura, etcétera.
Fuente | Buenas prácticas en los márgenes de carretera (FUNDACIÓN MAPFRE)
Más información | Instrucción 7.1-IC “Plantaciones en las zonas de servidumbre de las carreteras” y Orden Circular 321/95 sobre “Recomendaciones sobre sistemas de contención de vehículos”
Vídeo | Segvialderecho
En Circula Seguro | Los peligros de la carretera (y 5): Imprevistos en la circulación