Los fabricantes de automóviles comparten datos para mejorar la seguridad vial

M. Martinez Euklidiadas

11 de febrero de 2021

A principios de 2021 Ford anunció que se sumaría a compartir sus datos sobre vehículos conectados con otros fabricantes con el objetivo de aumentar la seguridad vial. BMW Group, Volvo y Mercedes-Benz son algunos de ellos. Se trata de una apertura muy poco común en el mundo de los automóviles, donde los secretos que dan lugar a ventajas competitivas se guardan bajo llave.

En un entorno económico en el que los datos son el nuevo oro, ¿merece la pena liberarlos? Cuando la meta es evitar siniestros viales, parece que el esfuerzo económico compensa el retorno. El proyecto se llama Data for Road Safety y se han adherido una decena de organismos y marcas para evitar accidentes al volante.

¿Por qué compartir datos en la era de los datos?

En 2014 la empresa de vehículos eléctricos Tesla hacía algo que no había hecho ninguna otra compañía fabricante de coches: liberó todas las patentes de la empresa con el objetivo de luchar contra el cambio climático. El objetivo a corto plazo era que fabricantes rivales usasen sus datos para electrificar sus flotas. A largo, evitar fallecimientos asociados a emisiones o desplazados climáticos.

El objetivo de Ford, BMW Group, Volvo y Mercedes-Benz, entre otras marcas que liberarán sus datos sobre vehículos conectados, también está el de salvar vidas. En este caso asociadas a los accidentes potenciales tanto urbanos como interurbanos o a las condiciones climatológicas. Porque si todos los coches saben dónde hay un usuario vulnerable, les será más fácil evitarlo. Y lo mismo ocurre con otras situaciones de peligro.

Por descontado, toda esta información pasará a formar un corpus de datos que potenciará la conducción autónoma. Esta se vuelve más eficiente y segura a medida que cuenta con más parámetros y escenarios. Cuando la mayor parte de los fabricantes estén registrando continuamente las vías, el big data podrá hacer mejor su trabajo.

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Además, todos estos datos podrán ser usados para alimentar modelos predictivos y de análisis que ayuden a reducir la mortalidad en las vías. Por ejemplo, aportando datos sobre la frecuencia de accidentes, las condiciones en las que estos se manifiestan, los puntos negros o los colectivos más vulnerables.

¿En qué consiste el proyecto europeo Data for Road Safety?

Data for Road Safety es una iniciativa europea que busca generar un ecosistema de datos compartido por todos los agentes de la vía. Este ecosistema se llama SRTI Ecosystem, y pretende agrupar todo tipo de eventos potencialmente peligrosos.

El objetivo tras el proyecto es el de usar los vehículos como sensores móviles que puedan detectar decenas de parámetros de interés (de la climatología a la presencia de peatones) que a su vez compartan con otros vehículos, sean de la misma marca o de otra diferente. Y esta es la clave. Data for Road Safety pretende evitar las ‘islas de información’ de los fabricantes.

De hecho, no solo cuenta con fabricantes y vendedores de vehículos, sino que dentro del proyecto también se encuentran actores como TomTom, el Ministerio Federal de Transporte e Infraestructura Digital (Alemania), la DGT española, el Traficom finlandés o el sistema de autopistas de Reino Unido.

Cuantos más datos, mejor, por lo que este ecosistema no solo involucrará a los turismos. A ellos se sumarán todo tipo de motorizaciones e infraestructuras: cámaras de tráfico, datos recogidos por navegadores, datos de informadores, gemelos digitales de carreteras e incluso en un futuro operadores de telefonía móvil que puedan geolocalizar peatones o ciclistas en la ciudad.

¿Qué datos se comparten en Data for Road Safety?

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Hasta la fecha, la prueba de concepto del proyecto incluye compartir datos muy limitados en ocho escenarios diferentes. Los dos primeros puntos ya han sido puestos a prueba, mientras que los tres siguientes (3-5) están a la espera de evaluación. Los tres últimos (6-8) aún no han empezado las pruebas.

  1. Vehículo no protegido en el área de un accidente.
  2. Personas, animales, obstáculos o restos en la carretera.
  3. Calzada temporalmente resbaladiza.
  4. Visibilidad reducida.
  5. Condiciones climatológicas adversas.
  6. Obras viales.
  7. Conductores en dirección opuesta (kamikazes).
  8. Bloqueo no gestionado de una carretera.

Lo cierto es que muchos de estos parámetros ya han sido testados de forma independiente, como es el caso de una app que detecta conductores kamikazes. Pero el objetivo tras Data for Road Safety es el de combinar todos estos datos en un mismo universo estandarizado.

De esta forma será posible que todos los agentes de la carretera estén informados en tiempo real de cualquier posible eventualidad. Por ejemplo, que un autobús sepa que al girar en la siguiente esquina encontrará un grupo de escolares camino de la escuela, o que el navegador elija una ruta diferente en base a la elegida por el resto de usuarios.

Los conductores demandarán esta tecnología

Hasta ahora la única condición para unirse al proyecto y obtener datos de otros fabricantes es seguir las normas y compartir los tuyos. Es decir, se está generando un ecosistema en el que quedarán claramente identificadas las marcas más seguras de las que por comparación ya no lo son. Esto ya ha ocurrido en el pasado con elementos como el airbag o el ABS.

Cuando un usuario valore marcas de vehículos, podrá elegir entre uno que comparta datos y que también los reciba, aumentando su seguridad y la de su familia, u optar por un modelo fuera del ecosistema, mucho más inseguro. Esto generará una importante barrera de salida de este entorno, y empujará al resto de agentes a entrar en él.

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