Cuando estudiamos física elemental, empezamos con la velocidad media. Un vehículo que recorre 200 Km en 2 horas tienen una velocidad media de 100 Km/h, pero uno que está parado una hora y luego llega al mismo lugar en otra hora, *sigue teniendo una velocidad media de 100 Km/h*, aunque haya ido una hora a 200 Km/h. Es un ejemplo muy extremo, pero sirve para ilustrar el concepto.
La DGT ha empezado una campaña con cuñas de radio que nos recuerda la importancia de la velocidad media. Cuanto más constante sea la velocidad, menor es el consumo de combustible, pero ¿por qué?
Cuando se mueve un cuerpo sujeto a fuerzas de rozamiento (aire, resistencia de los neumáticos, rozamiento mecánico, viscosidad del aceite, etc) *es necesario un aporte de energía* para que el movimiento siga teniendo lugar. Sin embargo, cuando se trata de provocar una variación de velocidad (aceleración), *hace falta más energía*. No es mi propósito profundizar en el sentido físico de este concepto.
Las aceleraciones son muy importantes en las subidas del consumo de combustible, por eso el tráfico en ciclo urbano consume más combustible que a velocidad constante en autovía (y mucho más rápido), pues hay aceleraciones y deceleraciones por frenos con mucha frecuencia. En esto creo que estamos todos de acuerdo.
Una vez más, hablamos de *eficiencia*, maximizar el aprovechamiento de un recurso. Cuando circulemos por carretera tenemos que procurar seguir un ritmo lo más constante posible, adecuándonos a las circunstancias del tráfico, y en el próximo repostaje lo vamos a notar. El que no se lo crea sólo tiene que comprobarlo.
Los reguladores de velocidad, cruise control, Tempomat, control de velocidad… *son el mismo aparato*. Su uso economiza el combustible en largos recorridos y permite concentrarnos exclusivamente en el tráfico, las señales, el trazado… y reducimos mucho las posibilidades de recibir una multa de velocidad por _distracción_. Sólo el estar pendiente de todo ya es suficientemente «entretenido», para los que dicen que se duermen así, *es una cuestión totalmente mental*.
Además, hay que considerar que soltar el pie del acelerador para perder velocidad es una deceleración casi gratuita, mientras que usar el freno es una deceleración que tiene coste en pastillas y en combustible, pues hemos convertido gasolina o gasóleo en calor en los discos. Recuerda que la energía no se crea ni se destruye, *se transforma*.
*Vale más una velocidad media constante que un ritmo irregular*. En viajes largos más de una vez un conductor me ha adelantado y al cabo de 1-2 horas, me ha vuelto a adelantar, ¡en algún lugar se tuvo que para antes! Cada vez que nos cruzamos, nuestra velocidad media ha sido la misma, pero el coste muy diferente.
Salir un poco antes nos ayuda a reducir la velocidad media necesaria para llegar a los sitios. Cuando planifiques un recorrido, no pienses «en 3 horas llego a 120 Km/h». *Mal*. Haz el cálculo a 100-110 Km/h, pues es la *velocidad media real* que vas a desarrollar. Y no olvides que es mejor no tener una hora fija de llegada en un recorrido largo, *anticípate*, para que luego no te vengan las prisas al menor inconveniente.
Es cierto en Murcia, en China y en la Patagonia. *Reduce las aceleraciones innecesarias de tu forma de conducir y anticípate*, para hacer menos uso del freno (sin comprometer la seguridad). Los resultados te convencerán más que mis palabras.