¿Dónde se puede recargar un coche eléctrico? Esta es una de las dudas más frecuentes que nos asaltan a la hora de adquirir un modelo 100% eléctrico. Es más, constituye una cuestión de obligada respuesta. Aunque en la actualidad existen todo tipo de facilidades para resolver el interrogante, no existe una única solución.
Antes de lanzarnos a instalar un punto de recarga, base mural o Wallbox en un garaje privado o comunitario, existen una serie de criterios que tener en cuenta y que nos ayudarán a emparejar la recarga de un modelo enchufable a nuestras necesidades de movilidad.
¿Recarga con Wallbox o enchufable convencional?
¿Necesito un cargador especial o Wallbox si me compro un coche eléctrico enchufable? Muchos dan por sentado que así es. Sin embargo, la compra de un coche eléctrico no tiene por qué ir unida a la adquisición de un punto de carga doméstico.
Lo primero que habría que desentrañar son factores como cuántos kilómetros hacemos diariamente, cuál es la autonomía y la capacidad energética de la batería del vehículo en kWh que tenemos en mente, si existen ayudas a la compra o, incluso, si vamos a contratar o no una tarifa especial para coche eléctrico.
¿Cuántos kilómetros hacemos al día?
Esta es, quizá, la pregunta más determinante. No solo nos sirve para saber si nos sale rentable la compra de un eléctrico. Si apenas conducimos 30 o 40 kilómetros al día, puede que no merezca la pena invertir más que en el propio vehículo.
Sí, la recarga a través de un enchufe convencional es muy lenta y limita irremediablemente las posibilidades de carga. Aún así, puede que resulte suficiente si las distancias recorridas a diario son cortas y podemos devolver durante la noche suficiente carga al vehículo como para mantener o elevar el nivel de la batería. Para ello, hay que considerar que una toma de corriente doméstica suele entregar 10 amperios y 2,3 kW.
Autonomía y capacidad batería
Esta última cifra es más que relevante en relación a la capacidad de la batería. Si, por ejemplo, conducimos un híbrido enchufable, sus baterías de iones de litio rondarían poco más de 10 kWh. Tomando la cifra de potencia que obtenemos en un enchufe normal, quiere decir que unas cinco horas son suficientes para cargarlo al completo.
Por eso, no resulta tan vital adquirir un Wallbox para esta clase de vehículos enchufables. Otro mundo diferente es el de los 100% eléctricos. Su autonomía se ha multiplicado en los últimos años de forma proporcional a la capacidad de sus baterías. Tomemos de referencia un Nissan LEAF de 40 kWh. Para completar una carga en un enchufe normal necesitaremos más de 17 horas.
Ahora bien, dependiendo de nuestra rutina, puede que empleemos, por ejemplo, 16 kWh diarios, lo que significaría unas 7 horas en una toma de recarga convencional. ¿Y cuántos kilómetros se pueden recorrer con esa energía?
Resolver esto es algo más complicado. Depende del consumo del coche, del tipo de conducción o la vía-velocidad que se transite. Aplicando el ejemplo del LEAF de 40 kWh, homologa en ciclo WLTP 285 kilómetros. Siendo conservadores, parece que esos 16 kWh o 7 horas de carga en un enchufe corriente sean bastantes para superar, por los menos, unos 70 kilómetros.
Ayudas y regalo de punto de carga
Claro que, el dilema se despeja si el propio fabricante nos regala o subvenciona el Wallbox y/o la instalación. Es una política que muchas marcas están aplicando para fomentar la venta de sus nuevos modelos 100% eléctricos.
Igualmente, existen ayudas a diferentes niveles: estatal, autonómico o local, que reducen considerablemente el coste de instalar un punto de recarga doméstico.
Tarifa eléctrica elegida
Merece la pena considerar este factor. Y es que, en función de nuestras necesidades diarias con el coche eléctrico, deberemos o no adaptar el contrato con nuestra compañía eléctrica, tanto en potencia contratado como en coste del kWh.
En la actualidad, se ofertan paquetes especiales con franjas supervalle que pueden suponer un coste de unos 3 céntimos por cada kWh que recarguemos.
¿Qué nos aporta instalar un punto de recarga en el garaje?
Lo que resulta indudable, optemos por el enchufe normal o el Wallbox, es que este último entraña algunas ventajas: reducir los tiempos de la recarga, aumentar las garantías de seguridad en la instalación o una mayor personalización.
La inteligencia de algunos cargadores de pared permite gestionar la cantidad de energía eléctrica, lo que implica moldear potencia y, por tanto, la duración de la carga. Por ejemplo, si nuestra tarifa tiene una periodo supervalle de seis horas, lo lógico es dedicar más potencia durante esas horas y sacar así el mayor provecho económico.
Cómo instalar un punto de recarga en un garaje comunitario
Instalar un punto de recarga no es solo un privilegio de las viviendas unifamiliares con garajes privados. La normativa actual lo permite en garajes comunitarios sin una autorización preceptiva de la comunidad de vecinos, salvo en determinados casos.
El marco legal lo encontramos en el artículo 17 de la Ley de Propiedad Horizontal y la Instrucción Técnica Complementaria ITC-52 del REBT.
Aunque estas normas no hacen precisa la autorización de las comunidad, sí que resulta obligado comunicarlo con antelación. Entre los requisitos técnicos, destaca la necesidad que el cargador se instale en la plaza en sí.
De estos también dependen las excepciones en las que sí habremos de solicitar la debida autorización para la acometida. Se trata de aquellas situaciones en las que la derivación al punto de recarga no parta del nuestro contador, sino de un contador comunitario o, también, si se requiere realizar una pre-instalación específica. Independientemente de estas gestiones, conviene conservar la documentación asociada a la tramitación de la instalación.
Instalar un punto de carga en un garaje privado
Las gestiones se reducen en el caso de que se trata de un garaje privado. Eso sí, los requisitos técnicos varían en función de:
- La instalación eléctrica de la vivienda y el tipo de cableado del que disponga el garaje.
- El tipo de mural de recarga elegido.
- Si la vivienda es anterior o posterior a 2014 (desde esa fecha, la ley obliga a las viviendas de nueva construcción a tener una preinstalación específica para punto de carga de coche eléctrico).
Visto esto, tanto en garaje privado, como uno comunitario, es esencial conocer bien dos factores: la clase de Wallbox que se elija y la instalación que suponga. Para esto último, existen compañías instaladoras que solventan el capítulo técnico de la acometida.
Lo positivo es que, en la actualidad, instalar un punto de recarga en un garaje no supone una operación complicada y no debería lastrar la decisión de comprar un coche eléctrico.
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