A pesar de haberse cambiado las tornas y de que nuestras ciudades se vuelven cada vez más seguras, los accidentes son uno de los principales motivos de mortalidad entre los niños. Los de tráfico, además, son el mayor responsable, incluidos los atropellos a niños andando o en bicicleta. Lo más trágico de todo es que la gran mayoría de estas muertes son evitables, con una gran variedad de medidas de prevención y técnicas de primeros auxilios para niños ante accidentes en la calle. En este sentido, cobra un gran valor documentos como la Guía para Padres editada por Fundación MAPFRE y la Asociación Española de Pediatría. A continuación vamos a revisar algunos de los puntos más reseñados en dicha publicación.
Cómo prevenir accidentes de los niños en la calle
La calle es un entorno que puede plantear numerosas situaciones comprometidas a los niños. Por descontado, el poco conocimiento que tienen de las normas viales y la poca atención que prestan a los elementos de riesgo, lo debemos suplir nosotros los adultos con creces. Para ello, Fundación MAPFRE cuenta con una gran cantidad de recursos gratuitos para educar y concienciar a nuestros hijos en los conceptos básicos de la seguridad vial.
Ya vimos en Circula Seguro algunos de los peligros habituales al salir a la calle con menores, pero la mejor forma de prevenirlos siempre es respetar las normas de seguridad y aplicar el sentido común.
Prevención de accidentes del niño andando
Hay un aspecto fundamental en la prevención de accidentes de menores: los adultos debemos dar ejemplo. Aunque cruzar por el paso de peatones o esperar al semáforo en verde son medidas que siempre debemos cumplir, tenemos que resaltarlo y reseñarlo cuando estemos acompañando a algún menor para que sea consciente de nuestro comportamiento.
También es importante que sean conscientes de su propio entorno: evitar correr por las aceras o cruzando la carretera, y reservar sus energías para las zonas de juegos.
Prevención de accidentes del niño en bici
Tanto si el menor monta en bicicleta por deporte o simplemente por diversión, cualquier prevención este caso pasa por el uso del casco, obligatorio en nuestro país hasta los 16 años. Aquí juega también un papel importante el ejemplo que damos los adultos, no vale decir eso de “es que yo soy mayor”.
Otra cosa que podemos hacer es revisar que los elementos de la bicicleta (sillín, manillar…) estén debidamente ajustados al niño, que debe poder tocar el suelo con la punta de los pies estando sentado.
Prevención de accidentes del niño en patín
Si nuestro chaval prefiere el patín a la bicicleta, la protección puede ampliarse a coderas y rodilleras para las más que probables caídas. Muy importante evitar los comportamientos peligrosos, como arrojarse por cuestas pronunciadas, agarrarse a un vehículo o circular entre el tráfico.
Los procesos y técnicas de primeros auxilios que debemos conocer
Por desgracia, son muchos y muy diferentes los tipos de daños que pueden sufrir los niños en un accidente en la calle. Sin embargo, existe una serie de actuaciones que son comunes a muchas situaciones y que podemos realizar para tratar de minimizar los daños.
La secuencia PAS
Cuando nos encontremos ante un accidente con un menor herido, es fácil dejarnos llevar por el pánico y ponernos a gritar pidiendo socorro, o echar a correr en busca de ayuda. La secuencia PAS nos resume de forma muy sencilla el comportamiento que debemos tomar ante una situación así. PAS no es más que los 3 pasos que debemos llevar a cabo: Proteger, Avisar y Socorrer.
- Proteger a la víctima de nuevos peligros en la escena del accidente. Evaluamos el entorno y pensamos si puede sufrir algún daño adicional.
- Avisar a los servicios de emergencias, en la medida de nuestras posibilidades. Podemos llamar para ello al 112 o al 061. Sus facultativos son los que mejor nos puede ayudar en esta situación.
- Socorrer a la víctima, ahora sí, aplicando las maniobras de primeros auxilios que vamos a ver a continuación.
La secuencia ABC
Se trata de un conjunto de sencilla acciones establecidas internacionalmente y diseñadas para que cualquier ciudadano pueda socorrer a una víctima en caso de presenciar un accidente. ABC son las siglas de Airway, Breathing y Circulation, los aspectos que debemos asegurar en el accidentado en nuestra misión de socorro.
- Airway: Asegurarnos de que la víctima cuenta con la vía aérea libre o si por el contrario la tiene obstruida. Recurriremos para ello a la maniobra frente-mentón.
- Breathing: Comprobar que la víctima tiene buena respiración, aplicando la regla ver-oír-sentir: ver que su pecho se mueve con normalidad, oír el sonido de su respiración y acercarnos para sentir su aliento.
- Circulation: Si todo lo anterior está correcto, colocaremos a la víctima en la Posición Lateral de Seguridad para garantizar la correcta circulación de sangre por todo el cuerpo.
Maniobra de reanimación cardiopulmonar básica (RCP-B)
Sin duda una de las situaciones más angustiosas que nos podemos encontrar en caso de accidente es que el niño esté inconsciente y no presente señales de vida. En este caso, es probable que la víctima esté sufriendo una parada cardiorespiratoria (PCR), ante lo cual debemos tratar de ejecutar la llamada maniobra de Maniobra de reanimación cardiopulmonar básica (RCP-B).
Vale la pena revisar todo el proceso en la Guía de Fundación MAPFRE, pero es fácil de recordar porque la hemos visto realizarse miles de veces en las películas: compresiones en el pecho, abrir la vía respiratoria y aplicar la respiración de rescate.
Cómo actuar ante los accidentes más habituales en los niños
Los niños, a medida que van creciendo, van desarrollando sus habilidades motrices y ganando nuevos hábitos. Eso los expone a una serie de riesgos cada vez más peligrosos, siendo los más habituales el atropello por un vehículo a motor o las caídas. A continuación repasamos los daños que pueden sufrir en estos tipos de accidentes, y cómo debemos actuar ante ellos.
Qué hacer si el niño sufre heridas
En cualquiera de las situaciones arriba descritas, la víctima puede sufrir una gran variedad de heridas, desde rozaduras hasta contusiones o heridas punzantes. Si la herida es grave y con abundante sangrado, debemos seguir los siguientes pasos:
- Lavar la herida con agua para verla mejor
- Cubrir la herida con un paño limpio y aplicar presión directa.
- Mantener la zona dañada más alta que el corazón.
- Si el paño se empapa de sangre, no retirarlo y por contra colocar otro encima.
- Procurar el traslado de la víctima a un centro médico.
Qué hacer si el niño sufre fracturas
A diferencia de los adultos, la estructura ósea de los niños cuenta con una cierta elasticidad que hace las fracturas de hueso sean menos visibles. Por eso debemos estar especialmente atentos a los síntomas y sensaciones de un niño accidentado. Algunos de los principales pasos que podemos tomar son los siguientes:
- Realizar la secuencia PAS.
- Retirar pulseras, relojes o cualquier objeto del miembro afectado por si se hincha.
- Inmovilizar la fractura, sin apretar mucho y dejando los dedos visibles.
Por contra, bajo ningún concepto debemos desplazar al niño, tratar de alinear los huesos o aplicar calor o pomadas a la zona.
Qué hacer si el niño sufre traumatismo craneal
El término de “traumatismo craneal” puede sonar muy fuerte. Pero lo cierto es que dentro de este tipo de lesiones entran todo tipo de golpes en la cabeza, incluidos los conocidos “chichones” que todos hemos sufrido de pequeños. Sin embargo, no debemos desestimar el peligro de una lesión que puede llevar la gravedad por dentro. A continuación repasamos algunos pasos claves en el tratamiento de este tipo de casos:
- Comprobar la consciencia del niño y pedir ayuda por teléfono.
- Si el niño está inconsciente, realizar la secuencia ABC y, si es necesario, la maniobra RPC.
- Si todo lo anterior está correcto pero el niño sigue inconsciente, estabilizar cabeza y cuello. Puede ser una lesión de columna.
- Si el niño vomita, girarlo entero (no solo la cabeza) para que no se ahogue.
- Si existe hemorragia, tratarlo como una herida sangrante.
Como vemos, no son pocas las medidas de primeros auxilios que podemos aplicar en caso de accidente. Y lo mejor es que, ante la tragedia de presencia un accidente infantil, pone en nuestra mano la posibilidad de garantizar su integridad o incluso salvarle la vida.
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