Los intermitentes son esas lucecitas que la mayoría de modelos de coche llevan en la parte frontal, lateral y trasera, a izquierda y derecha. Emiten una señal luminosa intermitente, de ahí su nombre, creo, que indica al resto de usuarios de la vía las intenciones del conductor de realizar un movimiento a izquierda o derecha.
Pese a la creencia de muchos conductores, el intermitente no se activa automáticamente al girar el volante hacia un lado u otro. Hay que darle al mando correspondiente, ubicado generalmente en una palanca ubicada en un lateral del volante.
Y cuando he dicho que creo que el nombre del intermitente viene de la señal luminosa intermitente que emite, es que no acabo de estar seguro si es realmente así, o proviene del uso intermitente que se hace del mismo: ahora lo pongo, ahora no lo pongo, ese lo pone, ese otro no sabe ni dónde tiene que darle para que se encienda…
Hay muchas tipologías de conductores en función de su uso del intermitente. Están los que lo accionan aprovechando que mientras giran el volante, la mano pasa necesariamente por la palanquita del mismo, y aprovechan el movimiento para darle. Desde fuera, corresponde a los vehículos que se cambian de carril, por ejemplo, y no lo señalizan hasta que no están ya con dos ruedas en tu carril. Luego están los que consideran que es mejor sacar el brazo por la ventanilla y hacer alguna especie de señal para decir al de atrás “voy a girar”.
Otros, muy peligrosos, son los que usan el intermitente como indicador de “frena, apártate o haz lo que quieras, porque he puesto el intermitente y ya no hace falta ni que mire por el retrovisor”. Si se te ocurre pitar a uno de estos, ves con cuidado. Siempre llevan la razón, porque han puesto el intermitente. Pero los más “chulos”, son los que no usan el intermitente ni cuando se lo piden en la ITV. Estos coches cambian de carril, paran un momento para dejar a alguien, o entran a un parking, sin importarles que el resto de conductores podamos pensar que no van a realizar esa maniobra.
Yo voy a dar mi opinión sobre el uso del intermitente. Siempre lo he considerado un elemento indispensable de señalización de intenciones, y su uso lo veo absolutamente necesario para compatibilizar el tráfico de motos, coches, bicis y peatones. En primera instancia, se pone el intermitente para indicar que quieres hacer un giro, cambio de carril o lo que sea. Después, se mira si se puede hacer, y finalmente, se ejecuta la maniobra.
Pero el intermitente lo pongo, esencialmente, para que el resto de usuarios vea lo que quiero hacer, y, una de dos, me permitan hacerlo (por ejemplo, reduciendo la marcha si es un cambio de carril), o me avisen que no puedo hacerlo (pitándome, por ejemplo, si pasa una moto por el ángulo muerto del retrovisor del coche). Es “hablar” con el resto de conductores. Es decirles: “quiero hacer esto”. Pero antes de hacer la maniobra, un par de segundos de intermitente puesto no están nada mal… Si todos nos “habláramos” al volante, seguro que habría menos accidentes totalmente evitables.