El ESP es obligatorio en la UE para coches nuevos: la noticia del año

Esteban Viso

4 de noviembre de 2014

Posiblemente haya noticias más importantes desde el punto de vista mediático, pero uno se siente mejor ahora que sabe que todos los coches que se vendan en la Unión Europea desde el pasado 1 de noviembre en adelante, llevarán incorporado de serie el ESP. Para mí es la noticia del año, exagerando un poco, porque el control de estabilidad uno de los sistemas de seguridad activa que estimo más importantes. Es de esos sistemas que agradeces tener cuando te ves en una situación comprometida, pero que trabaja siempre en «silencio».
También creo que es un hito en el sentido de que poco a poco estamos superando esa época de coches con pocos sistemas de seguridad, coches que, sí, se conducen perfectamente y que pueden ser muy seguros según el conductor que «toque», pero que ya no son seguros: son viejos. La historia nos ha traído sistemas obligatorios como se convirtió en su momento el cinturón de seguridad, otros sistemas sin los que no circulamos tranquilos, como el ABS o los airbag,… pero es que el ESP lo veo irrenunciable, así que entiendo perfectamente que se haga obligatorio.

El ESP y las situaciones en las que lo agradeces

Las situaciones en las que el ESP nos resuelve la papeleta son realmente indeseables. Como ya sabemos cómo funciona el ESP porque lo diseccionamos en nuestro Glosario, vamos a recuperar tan solo la definición de su función principal:

Su función es conseguir que el vehículo se mantenga en la trayectoria marcada por el conductor con el volante, reduciendo en buena medida los siniestros viales derivados de un derrape.

Es decir, cuando sucede algo que nos aparta de la trayectoria no se trata de algo leve. Suele ser la pérdida de tracción o agarre en condiciones de firme deslizante, sobre todo si esa pérdida de adherencia se experimenta solo en dos ruedas, incluso en una, y lo que consigue el ESP es reaccionar instantáneamente a ese cambio en la adherencia y utilizar sus herramientas para que no surta efecto alguno.
El ESP no es mágico ni trabaja desafiando las leyes de la física, pero sí que enmienda errores de conducción (normalmente exceso de confianza) y también neutraliza ciertos imprevistos. Se suele confundir con el control de tracción, pero no es exactamente lo mismo, ya que el sistema específico de control de tracción previene el deslizamiento de las ruedas motrices en aceleración (optimiza la entrega de potencia al suelo sin que haya deslizamiento), mientras que el ESP es más general, regulando la potencia de cada rueda de forma independiente cuando se pierde capacidad de agarre. Cosas parecidas, pero no iguales.
Que el ESP sea obligatorio diez años después de que se hiciese lo propio con el ABS nos indica el retraso que llevamos en nuestra particular evolución en los sistemas de seguridad activa en los coches. El ESP se desarrolló/inventó en 1995, casi hace 20 años, y ante la probada eficacia en la prevención activa de accidentes, choca un poco que haya tenido que pasar tanto tiempo para hacer de él un sistema de seguridad de serie. Ahora, esperemos que siga la progresión con nuevas incorporaciones de serie, mientras aprovecho para recordar las razones por las que no conviene desactivar el ESP.
En Circula Seguro | Estos son los cinco sistemas de asistencia a la conducción con los que tienes un coche casi autónomo