Distracciones al volante: un peligro subestimado

Redacción Circula Seguro

30 de julio de 2021

Aunque invertimos cada vez más en sistemas de seguridad y estamos concienciados con las precauciones que hay que adoptar al volante, muchas veces no percibimos el riesgo que conllevan pequeñas acciones que realizamos mientras conducimos: disfrutar de un paisaje, contestar una llamada de teléfono o escribir un mensaje en marcha advirtiendo simplemente de que nos quedan cinco minutos para llegar a nuestro destino. Las distracciones son un peligroso factor al volante que, pese a la labor de concienciación de instituciones, empresas y organizaciones como Fundación MAPFRE algunos conductores siguen subestimando.

Pero la estadística deja clara la realidad: según los atestados de tráfico, las distracciones son la causa de más del 30 por ciento de los incidentes de tráfico y ponen en peligro nuestra vida y la de los demás. Los efectos de la perdida de concentración en la conducción pueden tener consecuencias mortales. Circulando a 100 kilómetros por hora durante un segundo se recorren 27,8 metros. Si durante ese lapso el conductor no reacciona ante un peligro inminente girando o frenando, las consecuencias pueden ser nefastas. La distracción más frecuente se produce precisamente por el uso del teléfono móvil: el envío de mensajes de texto multiplica por 23 las posibilidades de sufrir un percance.

La conducción exige una concentración completa y que ésta se mantenga de forma continuada en tres planos simultáneos: visual (vista en la carretera); manual (las manos en el volante) y cognitivo (la mente en la conducción).

Como en muchas ocasiones las distracciones se producen por malos hábitos que hemos interiorizado o por no ser del todo conscientes del peligro que entrañan, Fundación MAPFRE ha resumido las principales en esta infografía para que tengas claras las situaciones de riesgo. Te ofrecemos a continuación una serie de recomendaciones prácticas para evitarlas:

Atender a los niños. En el caso de que los ocupantes traseros del coche sean niños, las distracciones son mucho más habituales. 3 de cada 4 conductores que viajan con niños se vuelven o miran por el retrovisor. RECOMENDACIÓN: asegura a los niños con un sistema de retención infantil adecuado. Antes de viajar explícales que no deben distraerte y asegúrate de que llevan todo lo necesario.

Manipular dispositivos del vehículo. Recuerda que la concentración ha se ser también manual: es importante mantener siempre las dos manos en el volante. El navegador, el iPod o la radio son los reyes de las distracciones, aunque también es importante tener en cuenta que fumar o buscar algo en la guantera pueden ser un factor de distracción. RECOMENDACIÓN: Programa la ruta en el navegador antes de ponerte en marcha y estudia previamente el trayecto para llevarlo también en tu cabeza. No tantees en busca de objetos (llaves, gafas, etc.…). Si es urgente, para y busca lo que necesites. Si no, hazlo sólo al llegar. Prepara la música antes de salir y confecciona tu lista de reproducción para no tener que buscar en la radio tus canciones favoritas. También puedes seleccionar tus emisoras favoritas en el equipo del coche. Antes de salir, comprueba que conoces bien la disposición y el funcionamiento de dispositivos como el aire acondicionado, luces antiniebla, limpiaparabrisas, etc…

Uso del teléfono móvil: el nivel de distracción al hablar por un teléfono móvil mientras se conduce equivale a conducir después de beber el doble de lo permitido. Es importante que sepas que es obligatorio el uso de un sistema de manos libres para establecer comunicaciones telefónicas, pero aún con este sistema la capacidad de concentración merma. RECOMENDACIÓN: Haz las llamadas que necesites antes de salir y envía los mensajes que necesites antes de emprender la marcha: recuerda que el envío de mensajes implica tres tipos de distracción: visual (mientras los ojos van leyendo la pantalla); cognitiva (la mente está ocupada elaborando el mensaje) y manual (los dedos van tecleando las letras o botones).  Lo mejor es que te olvides del móvil mientras conduces.

Pensamientos y preocupaciones personales. Ocasionan distracciones frecuentes. Afectan a la parte cognitiva: muchos conductores aprovechan la conducción para organizar el día, le dan vueltas a un problema. RECOMENDACIÓN: Cuando nos ponemos al volante, debemos dejar fuera del vehículo las prisas, el estrés y las preocupaciones personales. Concéntrate únicamente en la tarea de conducir.

Apartar la vista de la carretera. Es muy habitual, por ejemplo, que, al pasar ante un percance, los conductores miren la escena y dejen de prestar la atención al tráfico provocando a menudo que se produzcan nuevos accidentes. RECOMENDACIÓN: Nunca debes apartar la vista del tráfico y de la carretera. Extrema la atención ante la sospecha de que se ha producido un incidente en la carretera: el “efecto mirón” hace que se produzcan numerosos alcances.

Consumir bebidas o alimentos. Además de que las dos manos han de ir al volante y que al comer o beber una de ellas estará ocupada, imagina lo que podría ocurrir se llegaras a atragantarte o si se te derramara encima bebida caliente. RECOMENDACIÓN: Planifica siempre tus bebidas y comidas en función del viaje. No dudes en parar si tienes hambre o sed. Nunca lo hagas al volante.

¡No subestimes el riego de las distracciones! Toma conciencia de que nada de lo que nos distrae al volante es realmente tan importante como para arriesgar nuestra vida y la de los demás.