Hoy, 21 de septiembre, se celebra el “Día Europeo sin Víctimas en Carretera”. España se ha sumado a esta iniciativa y Cristóbal Cremades, secretario general y director de la DGT en funciones, hizo un llamamiento para prestar especial atención a las normas de seguridad como el uso del cinturón de seguridad o respetar los límites de velocidad máxima de nuestras vías, entre otros.
La iniciativa ha sido llevada a cabo por Tispol, la Red Europea de Policía, y se conoce como el Proyecto Edward, llamado así por las iniciales de European Day Without A Road Death. El propósito es que hoy no se produzca ni una sola víctima en las carreteras europeas, algo que por desgracia será bastante complicado.
El proyecto Edward consta 10 vídeos de concienciación, subtitulados a todos los idiomas de los 30 países que pertenecen a Tipsol, donde se muestran diferentes factores de riesgo. El principal motivo de esta campaña es el estancamiento de la reducción de víctimas en la carretera que estamos teniendo en Europa. En 2010 se buscó el objetivo de reducir las cifras de fallecidos a la mitad para 2020. Comenzó con unos buenos resultados a principios de esta década (entre 2010 y 2015 la cifra de mortalidad se redujo en 5.500 fallecidos) pero, como decíamos, se han estancado.
Esperemos que en España esta campaña tenga un buen resultado y se logren disminuir las cifras de fallecidos en nuestras carreteras, ya que la tendencia a la reducción ha cambiado y los resultados, desgraciadamente, vuelven a ir en aumento. En nuestro país, desde el día 1 de enero hasta el pasado 18 de septiembre llevamos acumuladas 856 víctimas mortales, lo que supone un aumento del 7 %, con 54 fallecidos más que el año pasado.
Según la Comisión Europea, la reducción del número de accidentes mortales a nivel europeo se ha ralentizado debido a múltiples factores. Entre ellos, señala el mayor número de usuarios de la vía pública que interactúan entre vehículos a motor, ciclomotores, peatones y ciclistas, mayor número de personas de avanzada edad que también interactúan en el tráfico, incremento del tráfico, menor inversión económica en el mantenimiento de las vías, vehículos anticuados y peor mantenidos, así como un mayor uso del teléfono móvil mientras se conduce. En España, la distracción es culpable del 30 % de los accidentes con víctimas mortales.
Los principales remedios propuestos y citados por la Comisión Europea de Transportes orientados hacia los estados miembros son intensificar los controles para el cumplimiento de la normativa y realizar nuevas campañas de sensibilización. Pero tampoco se olvidó de recordar que hay que invertir en infraestructuras, tanto en construcción como en mantenimiento para reducir estos duros datos de víctimas. Por otro lado, también se cita una serie de normas para peatones y ciclistas, ya que son un alto porcentaje de las víctimas, para una mejor convivencia entre todos los usuarios.
Uno de los puntos más destacados es la educación vial. Citando textualmente “una educación integral, permanente y acompasada a los tiempos de orden tecnológico, sanitario, en movilidad vial y en conducción ecológica y eficiente que incluya la percepción del riesgo y las ventajas del nuevo modelo de comportamiento. Debe iniciarse en la familia, continuar en el colegio, llegar hasta la tercera edad y abarcar todas las facetas y actividades de la vida relacionadas con el uso de las vía públicas”.
Tispol, con su proyecto Edward, nos deja una serie de importantes consejos que todos ya conocemos (o deberíamos conocer) pero que no siempre utilizamos:
- Recordar a familiares y amigos tener cuidado con la carretera.
- Encender las luces, incluso de día, para aumentar ser más visibles y aumentar así la seguridad.
- Conducir de la forma más segura posible y seguir las normas de circulación tanto si conducimos un turismo, como si vamos en moto o en bici.
- Estar atentos a los peatones, especialmente con los ancianos y los niños, y tener mucha precaución en las inmediaciones de los colegios.
- Respetar las señales de velocidad y si las condiciones no son ideales circular aún más despacio.
- No conducir después de haber consumido alcohol o drogas, sin olvidarnos de los medicamentos que puedan afectar a nuestra seguridad.
- Cuando conduzcamos, intentar ver qué ocurre lejos y no solo prestar atención al vehículo que circula delante de nosotros.
- Mantener siempre la distancia de seguridad.
- Usar siempre el cinturón de seguridad en los coches, y obligar al resto de ocupantes a utilizarlo, y el casco tanto en moto como en bici.
- No utilizar el teléfono móvil durante la conducción.
- Evitar cualquier tipo de distracción, bien sea con algo de dentro del coche o con cualquier cosa del exterior.
- Dar un buen ejemplo conduciendo con suavidad, calma y seguridad, tanto por nuestros ocupantes como con el resto de usuarios.
Fuentes | Tipsol y Fiscalía General del Estado