Desterremos la fatiga como compañera de viaje

Igor Zamorano

20 de abril de 2008

Hace unos meses Josep Camós en uno de sus post hacía referencia al sueño al volante. Una causa que está detrás de demasiados accidentes. La fatiga y el cansancio son producidos por numerosos factores y en su gran mayoria pueden evitarse con unos simples consejos.

Si cuando estás conduciendo tienes necesitad de moverte o cambiar de postura, si no paras de tocarte la cara, si te pican los ojos o parpadeas constantemente o si te cuesta concentrarte es que el cansancio ha hecho acto de aparición y debes tomarte un pequeño respiro al volante. Aquí unos cuantos consejos para hacerte más llevadero el viaje.

  • Cuando sabemos que vamos a realizar un viaje largo hemos de procurar dormir lo suficiente. No es recomendable ponerse a conducir tras una dura jornada de trabajo sin al menos haber descansado un poco.
  • Antes de arrancar, ajustar correctamente asiento, reposacabezas y volante.
  • Nada de comidas copiosas ni antes ni durante el viaje.
  • Si nuestro viaje requiere el transporte de equipaje, es mejor que quede todo colocado con anterioridad. El estrés generado sumado a que estamos retrasando la hora de salida no es bueno.
  • La ropa cómoda es la mejor compañera. Permiten libertad en los movimientos. Eso sí, procurando que la temperatura interior vaya acorde a la vestimenta. Ni el frio ni el calor ayudan a mantener la atención. De hecho es recomendable evitar las horas más calurosas del día para realizar viajes.
  • Si los conductores profesionales han de parar, porque el resto no. Un parada de 10-15 minutos cada 200 kilómetros es más que recomendable. Aunque si en el viaje existe presencia de personas mayores o de niós el tiempo entre paradas deberá ser menor. Y que esa parada no consista en tomarse un cafe sentado. Un pequeño paseo para estirar los músculos relaja. Si algún síntoma de somnolencia hace aparición, lo mejor una pequeña siesta que ayude a restaurar los valores normales de vigilancia.
  • La hidratación es fundamentel y preferiblemente a base de agua fresca a lo que podemos añadir la ingesta de algún producto azúcarado para evitar la hipoglucemia, pero sin excederse. El exceso de azúcar en sangre ayuda a la somnolencia. Y el alcohol, ni probarlo.
  • Un chicle o un caramelo o un caramelo ayudarán a mantener los niveles de atención.
  • Unas gafas de sol siempre son buenas compañeras de viaje. Nos ayudan a evitar la fatiga en la vista cuando el sol más pega.
  • Conducir a altas velocidades requiere mayor atención, y produce que la fatiga haga acto de aparición más rápido.
  • Si toma medicamentos, compruebe que no afectan a la conducción.
  • Ni la música ni el aire fresco palían el cansancio. Sólo lo enmascaran.

Estos consejos sumados al sentido común de cada conductor nos ayudarán a que nuestros viajes no se hagan tan pesados y sobretodo, para que tengan un final feliz.

Vía | Revista Consumer