Cada año mueren muchos niños en el mundo agobiados por el calor (si te preguntas qué es ese «muchos», lo es cualquier cifra mayor que cero) que pasan dentro de los coches, a veces olvidados por sus padre, o a veces simplemente porque esos mismos padres necesitan hacer algo y, lo mejor que se les ocurre, es dejar un momento a los niños dentro del coche. Ya sabemos todos de la peligrosidad de dejar a los niños solos dentro del coche, y también de dejar a las mascotas (que sufren de la misma manera, o más rápido, los efectos del calor), pero siguen dándose casos, y es preocupante.
Una de las razones para que se de este tipo de «olvido» imperdonable tiene que ser la ignorancia sobre la temperatura que puede alcanzar el habitáculo de un coche en plena canícula. De forma intuitiva sabemos que «se alcanzan grandes temperaturas», pero es difícil interiorizar cuánto de caluroso se puede convertir un habitáculo con solo estar unos minutos al sol. Hoy lo vamos a ver de forma inmediata, y entenderemos por qué se dan los golpes de calor.
El habitáculo de un coche es un horno que se enciende muy rápido
Sin otra comparación posible, el habitáculo del coche es un horno que enseguida suma un par de decenas de grados más, como mínimo, con respecto a la temperatura exterior. Y eso no se combate con dos centímetros de ventanilla abierta, ni tan siquiera con el aire acondicionado (y el coche apagado). Antes de ver este vídeo, hay que recordar que los accidentes por golpe de calor en niños, en los coches, son previsibles al 100%, y también evitables por completo. Debemos saber que la posibilidad real de que un niño muera por calor extremo es muy alta. Y espero que se entienda que es incomprensible que haya algún padre o madre que olvide a sus hijos dentro del coche.
La conversión de Fahrenheit a Celsius es la siguiente:
- Los 83,5 F son casi 29 grados Celsius
- Los 141 F son aproximadamente 60 grados Celsius
Es de esperar que el incremento de temperatura interna con respecto a la externa no sea del todo lineal, así que nos podemos hacer una idea de la temperatura infernal que puede haber dentro de un coche cuando estamos a 40 grados a la sombra, como este verano. Si a 29 ºC nos encontramos el doble de temperatura en el habitáculo, ¿a quién se le puede ocurrir que a 40 ºC algún ser vivo va a estar bien dentro del coche?
Bonus track: pizza en 30 minutos
Vía | Safe Kids Worldwide