Consejos para conducir en plena ola de calor

Jose Ramon Martinez Fondon

2 de julio de 2019

¿Hasta qué temperatura máxima en el habitáculo podemos conducir? ¿Cómo nos afecta el calor en la conducción? ¿Qué cuidados especiales debe tener en coche? Revisamos la información útil para el conductor en este periodo de altas temperaturas.

Cuidado con la temperatura dentro de nuestro coche

Seguro que has oído hablar del “efecto invernadero”, ese terrible problema que aqueja a nuestro planeta y por el cual la atmósfera deja pasar los rayos del sol pero no deja escapar el calor que éstos producen en la tierra. Algo similar ocurre con el interior de nuestro vehículo, que a través de las lunas y los cristales deja entrar los rayos del sol, pero que no deja de ser un habitáculo cerrado que no deja salir el calor al exterior.

La Fundación MAPFRE ha realizado una serie de pruebas por la cual ha podido medir la evolución de la temperatura en el interior de un vehículo expuesto al sol. En 45 minutos y con una temperatura ambiente de  29 grados, el interior de un coche puede alcanzar los casi 50; con 39 grados (algo habitual en estos meses), el coche se puede disparar a los 70. En 2 horas y media, la temperatura en el interior habrá aumentado un 88% con respecto al exterior.

Calor en el coche

Pueden influir en estos aumentos factores como el ángulo en el que incide el sol, el tiempo de exposición o el aislamiento térmico; y en el este último caso, incluso influirá el color de nuestro vehículo, pudiendo ser el calor alcanzado un 20% mayor si es de color oscuro. En este caso, podría tener todo el sentido del mundo adquirir un coche de color claro si tenemos niños pequeños o mayores en nuestra familia.

Cómo nos puede afectar el calor en el coche

Prevenir el exceso de calor en el interior de nuestro coche no es solo una cuestión de comodidad. Como en cualquier cualquier otra circunstancia, las altas temperaturas nos pueden afectar muy negativamente, con visibles efectos adversos, con el agravante de que si nos ocurre como conductores afectará a nuestras capacidades al volante.

Como sabemos cuando medimos con un termómetro si tenemos fiebre, la temperatura óptima del cuerpo humano se encuentra entre los 36,6 y los 37,5 grados. Cuando nos encontramos en una situación de excesivo calor, nuestro organismo tiene un mecanismo para mantenerse fresco: el sudor. Pero si el calor es tan elevado o nos deshidratamos tanto que nuestro cuerpo no se puede refrescar lo suficiente, podemos sufrir el temido “golpe de calor”.

Entre los efectos adversos que el calor excesivo puede causar en nuestro organismo se encuentra la fatiga, mareos y náuseas, calambres musculares o taquicardias. Al volante esto se puede traducir como una fuerte somnolencia y pérdida de reflejos equivalentes a conducir con una tasa de alcoholemia superior al 0,5 g/L en sangre. En última instancia, un golpe de calor puede causarnos convulsiones, desmayos e incluso la muerte. El verano pasado fallecieron en España 18 personas por problema relacionados con el calor.

Calor en el coche

Recomendaciones para evitar el calor en nuestro coche

Ya hemos visto en Circula Seguro los puntos que debemos tener en cuenta para evitar los efectos del calor al volante. Pero en todo caso podemos reunirlos en los siguientes consejos:

  • Lo primero es tratar de conseguir un habitáculo en condiciones adecuadas. Para ello nos valdremos del aire acondicionado de nuestro coche, teniendo en cuenta que repercutirá en el consumo de combustible de nuestro vehículo. Tampoco en necesario abusar del aire frío, como hacemos en nuestro hogar (o deberíamos) basta con situarlo en una temperatura entre 21 y 24 grados. Una buena idea para refrescar más rápido el coche es abrir puertas y ventanas para evacuar el aire caliente acumulado.
  • También es conveniente protegernos en la medida de lo posible de la luz solar directa. Como conductores podemos hacer uso de las viseras o parasoles, que regularemos de forma que no nos dificulte la visión de la vía. Unas gafas de sol adecuadas para la conducción también son una buena ayuda. Para nuestros acompañantes una buena idea es hacer uso de rejillas que cubran las ventanas (si no las trae ya incorporadas nuestro vehículo). Debemos poner especial atención si viajamos con niños, pues son especialmente vulnerables a los efectos del sol y si son muy pequeños no sabrán expresarnos su malestar.
  • Parar con frecuencia para beber agua fresca. Recuerda que podemos ser multados por tomar cualquier tipo de bebida mientras estamos al volante. Si en cambio paramos para refrescarnos, nos servirá además para estirar las piernas y evitar los entumecimientos. La alimentación que tomemos ese día (antes de partir o durante el viaje) es también muy importante; en general, mejor optar por platos frescos y ligeros como ensaladas o sopas frías, y evitar las comidas calientes y pesadas.
  • La forma de vestirnos también puede ayudarnos a ir más frescos. Lo ideal es optar por prendas cortas, ligeras y holgadas, que nos permitan transpirar con facilidad y no se peguen a nuestro cuerpo. Pero recuerda que nunca debemos ir con el torso desnudo o con la parte superior del bikini (tampoco los acompañantes), y que tenemos que conducir con el calzado adecuado, nunca chanclas o sandalias.
  • Si tenemos un viaje largo por delante, una buena idea es partir bien temprano por la mañana (incluso por la noche). Y cuando realicemos nuestras paradas, que absolutamente nadie se quede en el interior del coche. Eso incluye a nuestras mascotas, que también pueden sufrir un golpe de calor y deben ser tratadas como un miembro más de nuestra familia.

Calor en el coche

Imágenes | iStock: AdamGregor, fotojog, Art-Of-Photo, FamVeld.

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