Aunque los datos que nos ha dejado la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 no sean todo lo positivos que se pudiera esperar, la protección vial sí que ha experimentado avances significativos en muchos apartados. Uno de ellos lo encontramos en el uso de los sistemas de retención infantil (SRI). La concienciación de esa encarecida utilización va en aumento. Sin embargo, cuestiones cómo qué tener en cuenta a la hora de comprar un sillita infantil siguen siendo motivo de duda.
¿Qué es el agarre ISOFIX? ¿Qué sillita necesito para el grupo de edad, altura y peso del pequeño? ¿Tanto importa el sentido de la marcha? Se trata de interrogantes que se suelen plantear, no solo cuando se compra un SRI por primera vez, sino también más adelante. Esta vez, vamos a concentrar nuestra atención en cinco puntos cruciales a la hora de adquirir un sillita para niño.
Antes, conviene recordar el importante papel que las sillitas asumen para la seguridad vial. Según la Fundación MAPFRE, «reducen la probabilidad de accidente mortal entre un 54% y un 80% entre los niños más pequeños y aproximadamente un 70% entre los lactantes, ya que evitan su impacto contra otros ocupantes y elementos del vehículo».
1) Antes de comprar una sillita infantil: comprueba homologación y grupos de edad
Esta es la primera y necesaria cuestión que nos deberíamos plantear. La normativa establece unos requisitos que se traducen en tres tipos de grupos según la edad y la altura de los bebés y los niños. Se relaciona de forma directa con la homologación del SRI.
Esta información clave se puede encontrar reflejada en la etiqueta de toda sillita infantil de cara a comprobar la norma de homologación que ha seguido para su desarrollo. En la actualidad nos encontramos en período de transición de la vieja normativa ECE R44/04 a i-Size. La clasificación que plantea esa última deja los grupos de edad de los SRI de este modo:
- Sillas i-Size para niños de 40-85 cm de altura y hasta un año de edad aproximadamente.
- Sillas i-Size para niños de entre 45-105 cm y entre 6 meses y 4 años de edad.
- Elevadores con respaldo obligatorio para niños de entre 100-135 cm. En este artículo resolvíamos las dudas sobre los alzadores en la nueva normativa.
2) A contramarcha siempre que sea posible
Según apuntaba la Fundación MAPFRE en 2016, todos los niños deberían viajar mirando hacia atrás como mínimo hasta los 4 años, o hasta los 25 kg y 1,20 metros de altura. Esto es así porque está demostrado las sillitas instaladas acontramarcha aportan siempre más seguridad.
Aunque cada vez existen más estudios científicos que avalan esto, siguen permaneciendo leyendas y falsos mitos alrededor de la posición a contramarcha de las sillitas. Por eso, conviene destacar que, ni son más complicadas de montar, ni los pequeños se marean con más frecuencia en ellas, ni su uso está limitado en exclusiva a bebés de corta edad. En ese sentido, resultaría necesario por la seguridad de los más pequeños que todos los agentes alrededor del sector de la automoción muestren su apoyo a contramarcha.
3) Mejor con ISOFIX
El sistema de anclaje ISOFIX divide, también, a los SRI (y los coches) en dos tipos: los que cuentan con este y los que no. Tal y cómo os contábamos en Circula Seguro, el RACE lo define como «un sistema de anclaje que regula de forma universal (o semiuniversal, según grupos) la instalación de una silla de seguridad infantil, y reduce los riesgos de errores en el uso, sobre todo en momentos de grandes tensiones, como en un frenazo o en un impacto.»
Si nuestro vehículo cuenta con este sistema, es más que recomendable que la sillita que adquiramos tenga esta característica. El sistema ISOFIX aporta más seguridad en caso de accidente y también contribuye a que la instalación de la sillita sea más sencilla.
Reseñamos esto, no solo como ventaja en el montaje de madres y padres, sino además, porque instalar de forma adecuada una sillita es fundamental para garantizar la seguridad del pequeño. Según la Fundación MAPFRE, «varios estudios demuestran que ¡hasta el 80%! de los padres y madres cometen errores al instalar la sillita».
4) La comodidad del niño
No podemos olvidar, a la hora de comprar una sillita infantil, a aquellos que van a utilizarla. Por eso, no está de más, si es posible, que el niño también participe del momento de la compra. De este modo, podremos realizar una valoración más precisa de los elementos de protección que presenta en contraste con la comodidad.
¿Con cuánta inclinación se reclina? ¿En cuántas posiciones se traduce esto? ¿Qué calidad tienen los materiales? ¿Cómo se desmontan y lavan? ¿Qué tipo de arnés, protectores y cierres presenta? Son algunas de las preguntas que van en pos del confort de los pequeños. Lograr que viajen a gusto revierte en la seguridad.
Ahora bien, una gran comodidad no significa que los SRI se hayan diseñado para el descanso, en especial, de los bebés recién nacidos. Para estos últimos, dependiendo de la sillita, es aconsejable que no duerman de forma prolongada en la misma.
5) Y, por supuesto, el precio influye para comprar una sillita infantil
Obviar por nuestra parte el factor económico entre los factores que tener en cuenta para comprar una sillita sería un error. Y es que se trata de un productor obligatorio y no tan barato, dependiendo de las posibilidades económicas de cada familia.
La posición a contramarcha o el sistema ISOFIX (en menor medida) tienden a encarecer el precio final de los SRI. Aunque queda a elección de cada familia, lo cierto es que lograr el máximo de seguridad para los más pequeños no tiene precio. No todas las sillitas protegen igual, por eso en Circula Seguro os hemos hablado, en más de una ocasión, de lo que diferencia a una sillita infantil cara de una barata. Igualmente, en la seguridad no suelen existir atajos, por eso no es recomendable comprar una sillita infantil de segunda mano.
En Circula Seguro | ¿Sabías que las sillitas infantiles se deben reciclar al deshacernos de ellas?
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