Quizás el quinto capítulo que veremos hoy sobre el comportamiento básico de la motocicleta sea uno de los más importantes y a la vez más curiosos porque no mucha gente es consciente de lo que hace encima de la moto cuando circula a la hora de abordar curvas. Todos en mayor o menor medida, han oído hablar de él pero no tantos saben exactamente en qué consiste y menos por qué se produce. Efectivamente hablamos del contramanillar, algo que está estrechamente relacionado con el avance, del que hablamos en el segundo capítulo sobre geometrías.
Si hacemos un poco de memoria, comentábamos que el avance es la distancia entre la prolongación de la pipa de la dirección hasta el suelo y el punto de contacto del neumático. Esta distancia define lo ágil que es una motocicleta así como su facilidad para autoalinear la rueda y por lo tanto, ser muy estable en línea recta pero lenta de dirección para inclinar. Si pensamos en una motocicleta chopper con una gran horquilla, no son las motos más sencillas de hacer entrar en curva y por eso son tan populares en Estados Unidos donde las carreteras son mayoritariamente rectas.
Pues bien, para inclinar una moto en una curva debemos romper este equilibrio, es decir, el autoalineamiento. Y nuestra única forma de aplicar fuerza de una forma efectiva es gracias al manillar o semimanillares, con los cuales conseguimos hacer inclinarse la moto y con ello, que cambie el punto de contacto de los neumáticos con el suelo a un radio menor y podamos realizar curvas.
Es lo que se denomina el contramanillar y consiste en que para tomar una curva a derechas deberemos girar el manillar a la izquierda. Sí, sí, no me he vuelto loco y se hace en cualquier vehículo de dos ruedas. Con esto lo que se consigue es romper el equilibrio del autoalineamiento y hacer que la moto se incline. ¿Hasta dónde? Hasta donde nosotros veamos conveniente. En ese momento, aplicamos fuerzas al manillar en el sentido de la curva hasta pasar unos grados el punto de reposo de la dirección (es decir, quedaría girado hacia el lado de la curva).
Cuando hemos terminado de trazar la curva, debemos volver a la posición recta y para ello lo que haremos es girar más el manillar en la dirección de la curva con lo que ésta, automáticamente se levantará hasta que dejemos de aplicar fuerzas, normalmente ya completamente recto. Una forma muy fácil de ser consciente de qué es lo que hacemos con el manillar para tumbar es llevar la moto recta y aplicar fuerza levemente al manillar a un lado y a otro. Comprobaremos que cuando empujamos con la mano derecha (es decir, estamos girando el manillar a la izquierda) la moto se tumbará a la derecha y viceversa.
En el vídeo os quedará todo un poco más claro:
Vía | Todocircuito
Foto | Martin Kunz