Biocombustibles: la gran alternativa

Redacción Circula Seguro

14 de diciembre de 2022

El Pacto Verde Europeo representa la gran hoja de ruta para que los estados miembros sean climáticamente neutrales en 2050, es decir, que sus emisiones de carbono equivalgan a la cantidad absorbida por los bosques. Dentro del Pacto Verde, uno de los principales ejes para conseguir este objetivo es el potenciar el uso de biocombustibles y del hidrógeno en sectores donde aún no es posible la electrificación masiva -por ejemplo, el transporte terrestre de gran tonelaje y el marítimo o la aviación-, como fórmula para combatir las emisiones.

Innovación del siglo XIX

Los biocombustibles son de hecho la alternativa con mayor peso para reducir el CO2 en el sector de los transportes a gran escala, siendo la solución más práctica y económica. Y aunque parezca que hablamos de innovación de vanguardia, lo cierto es que el origen de los biocombustibles se remonta a finales del siglo XIX y su nacimiento fue paralelo a la invención del automóvil y de los motores de combustión interna. Fue el ingeniero y empresario Henry Ford quien se planteó utilizar el etanol como carburante para su Modelo T, el primer vehículo construido en una cadena de producción y detonante de la motorización norteamericana. Incluso los primeros motores diésel funcionaron con aceite de cacahuete.

¿Por qué no tuvo continuidad esta invención? Por el descubrimiento de los depósitos de petróleo. Este hecho hizo que el precio de la gasolina y del gasoil cayeran, lo que tuvo como consecuencia que los biocombustibles dejaran de ser rentables. Hoy por hoy, la crisis de los combustibles fósiles y el peligro del calentamiento global ha vuelto a poner a los biocombustibles en el debate energético sobre si reflotar la investigación y la inversión en ellos.

Los más extendidos

Los biocombustibles más extendidos en la actualidad son:

  • El bioetanol: producido mediante la fermentación de productos vegetales como la caña de azúcar o la remolacha.
  • El biodiésel: producido a partir de aceites vegetales (colza, palma, girasol, lino…), grasas animales o microalgas.

Estados Unidos y Brasil lideran la producción mundial de bioetanol. En el país sudamericano, algunos vehículos incluso funcionan con etanol puro. Alemania encabeza la producción mundial de biodiésel, el biocarburante estrella en Europa.

El biogás, aún menos extendido que los dos anteriores, es otro biocombustible que se obtiene a partir de la fermentación de restos agrícolas, deyecciones ganaderas (purines, estiércol), restos vegetales de la industria agroalimentaria, alimentos caducados o en malas condiciones, restos de basura o lodos de aguas residuales. El biogás está ganando protagonismo: en Europa trabajan alrededor de 18.000 plantas especializadas, unas 10.000 de ellas en Alemania.

Ventajas

En cuanto a las ventajas de los biocombustibles, además de los menores niveles de contaminación que genera su uso, destacan:

  • Son relativamente fáciles de transportar, estables, tienen una densidad energética relativamente alta, y pueden utilizarse con ligeras modificaciones de las tecnologías y las infraestructuras existentes.
  • Son mejores combustibles para los motores, reducen el costo general de controlar la contaminación del motor y por lo tanto requieren menos mantenimiento.
  • Se trata de recursos renovables que no es probable que se agoten pronto.
  • Los estudios demuestran que los biocombustibles reducen las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 65%. Además, los cultivos para biocombustibles absorben parcialmente el monóxido de carbono, lo que hace que el sistema de biocombustibles sea aún más sostenible.
  • Menor dependencia energética hacia los países productores de petróleo.

Una de las principales desventajas que los expertos encuentran en el uso de los biocombustibles es el problema de que los cultivos para producirlos ocuparán tierras que podrían utilizarse para la producción de alimentos y, dado que vivimos en un mundo con una población en constante crecimiento, la necesidad de disponer de tierras para fines alimenticios es cada vez más imperiosa.