¿Vale la pena inflar las ruedas con nitrógeno? (y 3)

Jaume

30 de noviembre de 2010

Hoy terminaremos nuestro análisis científico de los argumentos que se suelen esgrimir en favor de inflar las ruedas de nuestro vehículos con nitrógeno puro.

Los bólidos de la Fórmula 1 hinchan sus ruedas de alto rendimiento con nitrógeno. Por algo será.

En tres palabras: no es cierto. Al contrario de lo que se suele argumentar, en competición el uso de nitrógeno no es común ni mucho menos. Por lo contrario, se suele utilizar aire deshumidificado. Los propios representantes de Michelín confirmaron este extremo al ser contactados por los editores de Circula seguro para comunicarles la intención de publicar estos de artículos. Y los de Michelín, algo saben de neumáticos y competición.

El aire deshumidificado se utiliza principalmente por dos motivos: en primer lugar, para cuidar los delicados compuestos utilizados en competición. Fijaos que, aunque se toman la molestia de retirar la humedad, la presencia de oxígeno no les molesta demasiado. Será que no perjudica tanto.

Por otro lado, el comportamiento del vapor de agua (humedad en el aire) es muy alejado del de un gas ideal, lo que dificulta controlar la presión al aumentar la temperatura. Y, recordemos, las ruedas de competición alcanzan temperaturas muy superiores a las habituales en la circulación pública.

El oxígeno es deflagrante, por lo que su presencia puede provocar incendios.

Hombre, no todo iba a ser mentira. Esto es cierto, el oxígeno es un ingrediente indispensable para que se produzca la combustión. Además, la goma del neumático es bastante inflamable.

Pero con la presencia de oxígeno y de un material inflamable no es suficiente. Si fuera suficiente con esto, las ruedas arderían espontáneamente (y la madera,… y cualquier otro material que no sea ignífugo). Hace falta una chispa que inicie la deflagración. En este caso, la única chispa posible es la temperatura que alcance el interior de la rueda.

Ahora bien, la temperatura que alcanzan las ruedas de un coche normal, e incluso las de un vehículo de competición, está lejos de ser suficiente para provocar la auto-ignición del neumático. ¿A caso habéis visto algún vehículo con las ruedas ardiendo simplemente por ir muy rápido? (Excepto el De Lorean de McFly).

El peligro de deflagración de una rueda por contener oxígeno únicamente existirá en ruedas sometidas a condiciones realmente extremas, como por ejemplo en aviones o ferrocarriles sobre neumáticos de goma (¿deberíamos llamarlos gomacarriles?). Este es el único caso en que es realmente justificable la necesidad de usar nitrógeno puro.

El De Lorean de Regreso al Futuro debaja regueros de fuego al viajar en el tiempo

Inflar las ruedas con nitrógeno es muy barato.

Este punto es bastante subjetivo. Buscando por internet, he encontrado la tarifa de un servicio rápido: 3,75€ por rueda. No parece un dineral, pero hay que tener en cuenta que los supuestos beneficios del nitrógeno únicamente persisten si cada vez que se revisa la presión se hace en nitrógeno, por lo que a la larga tendremos que desembolsar unos cuantos euros cada pocos meses.

Eso sí, algunos talleres tienen la decencia bondad de incluir las sucesivas revisiones en el precio inicial. Aunque de esa forma se aseguran que visitemos el taller, en vez de una simple gasolinera, con la posibilidad de que nos tienten con otros servicios.

El nitrógeno en sí es extremadamente barato. De hecho, es un residuo de algunos procesos industriales (por ejemplo, al embotellar oxígeno para uso médico o en submarinismo), por lo que se obtiene de forma gratuita como subproducto. No quiere decir que después la planta embotelladora lo regale, pero sí lo venden extremadamente barato. Es como si a mi me pagaran por mi sudor.

Algunos talleres utilizan máquinas que filtran el nitrógeno directamente del aire utilizando un proceso de ósmosis inversa, por lo que no deben pagar absolutamente nada por la materia primera. Por lo que he visto en internet, estas máquinas cuestan del orden de dos o tres mil euros, por lo que según la tarifa anterior se amortizan al tratar 200 coches (sin contar las ruedas de repuesto).

No podemos terminar esta disquisición sobre el precio del nitrógeno puro sin hacer notar que la alternativa es gratuita. La práctica totalidad de las gasolineras tienen compresores de aire donde cualquier conductor puede detenerse y comprobar la presión de sus neumáticos sin esfuerzo ni gasto alguno.

Conclusiones

A lo largo de estos tres artículos hemos analizado un buen número de argumentos que se suelen escuchar respecto al inflado de las ruedas con nitrógeno. Hemos visto que con el libro de Física en la mano, la mayoría de estos argumentos son falsos, incluso alguno es realmente ridículo. Además, los pocos que sí tienen algún fundamento científico producen un efecto muy pequeño, casi imperceptible.

A partir de aquí, que cada cual saque sus propias conclusiones y gaste su dinero en lo que considere oportuno. En cualquier caso, uses nitrógeno, aire ambiental o humo de tabaco, lo único que te pido es que revises la presión de tus ruedas con regularidad.

En Circula seguro | ¿Vale la pena inflar las ruedas con nitrógeno? (1), (2) y (3)
Foto | Daniel Chanliev, Exfordy