¿Un coche de segunda mano, o nuevo? (1)

Jaume

4 de agosto de 2013

Ahora que ya hemos tomado la decisión de renovar el coche viejo en vez de repararlo, y que ya hemos decidido cómo desprendernos nuestro antiguo vehículo, nos toca tomar una decisión más: ¿nuestra próxima adquisición será un coche de segunda mano o uno nuevo?

Para tomar esta decisión podemos tener en cuenta más o menos el mismo tipo de razonamientos que utilizamos para decidir si reparábamos o renovábamos el vehículo viejo. Sobre todo, teniendo en cuenta que el vendedor valoró estos argumentos y decidió que su mejor opción era desprenderse del vehículo. En ese sentido, es importante conocer por qué tomó esa decisión, y qué diferencia su situación a la nuestra para que tenga sentido adquirir el vehículo del que él ha decidido desprenderse.

Coche de segunda mano

Estado real de un coche de segunda mano

En principio, un coche de segunda mano es más barato que uno nuevo. Por lo menos, si comparamos modelos equivalentes. Pero, más allá del coste inicial, la estimación del coste final de un coche de segunda mano está sometida a cierta indeterminación, ya que no conocemos el estado real del vehículo. En este sentido, tenemos los consejos de siempre para valorar concienzudamente lo que podemos esperar del vehículo.

En resumidas cuentas, intentar conversar lo máximo posible con el vendedor, sobre todo si lo compramos a un particular. Después, imprescindible la vuelta de prueba sin compromiso, donde deberemos poner a prueba los elementos de seguridad del vehículo. Pero siempre con cabeza, no vayamos a provocar un accidente el día de la prueba. Yo me encontré con el caso de un vendedor (profesional) que tan sólo permitía probar el vehículo si ya había compromiso de compra, y sólo se permitía volver a atrás «si realmente iba algo mal». Eso fue un «adiós muy buenas» inmediato. Porque, ¿quién establece el criterio que define si algo va realmente mal?

Por último, algo que creo que no se hace mucho pero que encuentro muy interesante, es aprovechar la vuelta de prueba para llevar el vehículo a una revisión. Por ejemplo, concertar una cita con un mecánico de confianza, o acogerse al servicio que ofrecen algunos centros de ITV para realizar una inspección voluntaria. Eso supone cierto coste, pero vale la pena tener una opinión experta y completamente objetiva.

Cuando valorábamos qué hacer con nuestro coche viejo, ya comentamos la posibilidad de recurrir a un enchufe. Hoy tenemos que comentar la misma opción pero desde el lado opuesto: conseguir un coche vendido por un familiar, amigo, o amigo de amigo. Es, sin duda, la mejor forma de obtener información del estado real de un coche de segunda mano en venta es tener la suficiente confianza con el vendedor como para que sea completamente sincero. En una transacción con desconocidos, esto se antoja bastante difícil. Sin embargo, un negocio entre familiares también puede suponer la introducción de un problema en la familia. Cada cuál que valore el riesgo por su cuenta.

Coches de segunda mano en venta

La necesidad de movilidad

Tener en cuenta qué necesitamos hacer con nuestro vehículo es un factor importante a tener en cuenta en todas las fases del proceso de renovación del coche. Si vamos a realizar desplazamientos cortos en zonas de baja velocidad, los requerimientos en cuanto a seguridad, consumo y confort serán bastante más laxos. Y, por lo tanto, podría servirnos una ganga con más de una década en la carretera. De hecho, no es extraño encontrar a gente que busca una ganga por cuatro chavos aunque esté en mal estado, porque sólo va a hacer desplazamientos muy cortos.

No obstante, esto me parece una arma de doble filo. Vale, normalmente harás desplazamientos cortos. Pero siempre vendrá el típico fin de semana donde quieres quedar con los amigos e ir de barbacoa a un camping. Aunque sea una circunstancia puntual, también forma parte de tu necesidad de movilidad. Cuando uno valora que tipo de movilidad realmente necesita, sea mediante un coche de segunda mano o no, hay que tener en cuenta tanto el día a día como las ocasiones puntuales. Porque, lo que llamamos «necesidad puntual», a lo mejor en realidad se acaba repitiendo cada ciertos meses. Y, por lo tanto, en realidad es una necesidad más.

Otra situación en que se suele considerar la necesidad de un coche de segunda es el aprendizaje de la conducción. Normalmente, como primer vehículo propio tras obtener el carnet. Ya lo he comentado alguna vez, no me parece la mejor forma de aprender. Si se considera que el novel tiene mayores probabilidades de sufrir un accidente, lo más importante no es el valor económico de los daños en el vehículo, sino que éste sea capaz de proteger a los ocupantes. Si alguien tiene que conducir un coche viejo, alguien sin experiencia es probablemente la peor persona para hacerlo.

Lo dicho suena muy bien. Pero todos sabemos que estamos en un contexto social complicado. En la segunda mitad de este artículo valoraremos cómo la coyuntura actual ha afectado al mercado de coches de segunda mano.

En Circula seguro | Cómo elegir un coche de ocasión seguro
Fotos | Emilio Labrador, Torkhum, Alan_D