No queremos dejar de reseñar la importancia del mantenimiento de un vehículo. Y con ello, no nos referimos tanto al paso obligado por taller como a las pequeñas acciones del día a día. Estar pendientes del estado de todos los componentes bajo el capó y acostumbrarnos a comprobar cada cierto tiempo el nivel de los líquidos y su estado no es baladí. Ya hemos comentado qué ocurre cuando descuidamos líquidos como el anticongelante y, en esta ocasión, queremos detenernos con el aceite de motor.
El lubricante del motor es clave para alargar la vida útil de nuestro coche y no todos ejercen la misma protección. ¿Nunca te has preguntado si existe más de un tipo de aceite? ¿Si son diferentes los de coche de gasolina o los de diésel? ¿Pierde sus propiedades con el tiempo? Entonces, ¿cada cuánto conviene cambiarlo?
¿Qué función tiene el aceite de motor?
Este líquido brillante es un elemento indispensable para el funcionamiento de cualquier motor de combustión. Su labor consiste en proteger cada una de las partes generando una película que reduzca la fricción y rozamiento. Además de lubricar, ayuda a controlar la temperatura trasladando y disipando el exceso de calor a otras partes móviles. Como es lógico, cuando falta aceite, el rozamiento progresivo de los pistones con las bielas y el cigüeñal puede provocar un desgaste prematuro de las piezas. Además, se producirá un aumento de la temperatura por fricción que termine en una grave avería del motor.
¿Y por qué existen diferentes tipos de aceite? No todos los lubricantes tienen la misma procedencia, ni la misma calidad, ni la misma viscosidad. Por todo ello, existen diferentes niveles de clasificación y etiquetado que debemos conocer para cuando tengamos que ir a visitar la tienda de repuestos.
Tres tipos según su procedencia
Vamos a ver los tres tipos de aceite de motor que existen en función de sus compuestos:
- Aceites minerales: es el tipo de aceite más antiguo y se obtiene directamente de la destilación del petróleo. Por lo general, responde peor a los cambios de temperatura por tener una viscosidad muy diversa. Se recomienda su uso en motores de mucho desgaste.
- Aceites sintéticos: es un aceite a un proceso de transformación en el que se mezclan diferentes productos como el etileno y otros derivados del petróleo. Su índice de viscosidad es más elevado por lo que aguantan mejor temperaturas extremas de motores exigentes. Ofrecen un mejor comportamiento ante los procesos de oxidación y evaporación lo que permite alargar sus periodos de cambio.
- Aceites semisintéticos: son el resultado de combinar las bases minerales y sintéticas, con una proporción de entre el 60% y el 80% en aceite mineral con el restante de aceite sintético. Tienen menores prestaciones que los 100% sintéticos.
Clasificación SAE: según su índice de viscosidad
Es una tipología regulada y estandarizada por la Society of Automotive Engineers (SAE). Su método de clasificación se basa principalmente en la viscosidad del aceite, pero también categoriza los componentes del lubricante. Para medir la viscosidad, someten el aceite a temperaturas bajo cero y a temperaturas por encima de los 100ºC. De este modo, la etiqueta SAE establece que existen once tipos de aceite de motor desde 0W a 60. La “W” (del inglés, “winter”) indica su correcto funcionamiento con temperaturas frías.
Por lo tanto, este primer valor establece la relación entre la viscosidad del aceite y la temperatura del motor. Algunos ejemplos de SAE son: 0W, 15W, 20W…
Según las características del lubricante
Pero, como hemos mencionado, el SAE también indica el tipo de lubricante que se utiliza estableciendo dos tipos:
- Aceite monogrado: desarrollado para usarse a una temperatura concreta, por lo que su etiqueta muestra un único número: 0W, 20W, 30W…
- Aceite multigrado: funcionan a la perfección en intervalos amplios de temperatura y se etiquetan con dos números diferentes. El primer dígito hace referencia a su respuesta ideal en frío y el segundo a su temperatura máxima de funcionamiento: 0W-15, 5W-20, 15W-50…
Sello de calidad API: según el grado de protección del motor
Junto a la clasificación SAE, encontramos otra categoría que define los estándares mínimos de calidad que deben cumplir todos los tipos de aceite de motor. El American Petroleum Institute ha desarrollado el sello de calidad API para diferenciar los lubricantes según el grado de protección de motor y conservación de los componentes mecánicos del coche. Para categorizar utilizan dos letras:
- La primera especifica el tipo de motor para el que es apto: S (motores de gasolina) y C (motores diésel de vehículos pesados como camiones o autobuses).
- La segunda indica el nivel de calidad siguiendo un orden alfabético ascendente: en la actualidad, el nivel máximo en los gasolina es el N y para los diésel el K.
¿Qué ejemplos tenemos de la clasificación API? Para los motores gasolina podemos encontrar sellos como el SH, SJ, SL, SM y SN; y para los motores diésel, etiquetas CH-4, CI-4, CJ-4, CK-4.
Cómo elegir el mejor aceite de motor para tu coche
Ahora que ya conocemos toda la amplia tipología de aceite de motor para el coche, hemos de decir que cada coche está diseñado para funcionar con uno u otro. Lo mejor para saber elegir el mejor aceite para tu coche es consultar el manual de propietario que entrega el fabricante. Sin embargo, aquí podemos dar algunas claves que pueden orientar.
Los automóviles actuales con mantenimientos más prolongados en el tiempo se sirven de lubricantes de tipo sintético. Estos aguantan mejor que los aceites minerales, los cuales se reservan a los vehículos más antiguos y usados. Tampoco nos decantemos por aceites con menos calidad que la SM, sobre todo si nuestro vehículo de gasolina es nuevo.
En líneas generales, a la hora de elegir un aceite correcto debes procurar no variar el SAE recomendado por el fabricante del vehículo. Si lo hacemos, que sea por una cuestión de emergencia o necesidad: un viaje por carretera en el que el motor sufre pérdidas de aceite y no tenemos otra opción. Mejor que quedarse sin aceite y gripar el motor, utilicemos alguno lo más parecido posible al que ya estamos usando.
Olvidémonos de marcas concretas de aceite –una cuestión puramente comercial–, y elijamos en función de su etiquetado y homologación (SAE y API). Finalmente, te recomendamos cumplir escrupulosamente siempre con los periodos de revisiones y cambios de aceite de tu modelo de coche.
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