Obtener el carnet de conducir es un gran evento vital, o al menos lo es para muchas personas. Significa, en la mayoría de los casos, ser mayor de edad, poder conducir (obviamente) y pasar a la edad adulta con una prueba en forma de tarjeta que nos permite, además, identificarnos como lo que ya somos: conductores. Cuando sacamos el carnet, casi de las primeras cosas que oímos sí o sí es que saber circular no es lo mismo que saber conducir. Y es verdad, pero también es cierto que no hay por qué agobiar a nadie.
Nosotros hablamos a diario de seguridad vial, preferentemente educación vial, y de sistemas de seguridad, de cómo hacer esto o lo otro, de cómo tratar de ser mejores conductores y tener la máxima precaución posible al volante. De conducir con inteligencia y pensar que el trayecto es menos importante que llegar al destino. Pensando en el conductor novel, creo que lo que nos falta es hablar de tú a tú con él, o ella, y decirle que sí, que conducir es una gran responsabilidad, pero que puede hacerlo perfectamente sin necesitar 100.000 km de experiencia.
Qué le diría hoy a cualquier conductor novel que quiera escucharme
Voy a intentar ser breve. Si no lo consigo, pido disculpas por anticipado:
- Tú conduces. Esto no es tan evidente como parece, porque todo el mundo te va a querer aconsejar, y sobre todo, corregir.
- Se te supone conocedor de todas las normas actuales, se te suponen conocimientos más que suficientes para circular con un coche, pero también se supone que puedes calar frecuentemente, que puedes tener algún momento de flaqueza, que puede que a veces te concentres tanto que vayas realmente despacio. Todos fuimos noveles y deberíamos entenderlo, pero a ti solo te debe importar lo que tú pienses.
- Confía en ti y en lo que has aprendido.
- Lo más probable es que con conducir y mantener la concentración sobre la carretera y lo que sucede a tu alrededor tengas más que suficiente. Prescinde de la radio, de las distracciones como conversaciones con pasajeros, y demás. Eso se pasa en unas semanas, sobre todo si conduces con frecuencia.
- Un viaje por autovía tú solo es muy recomendable. Eso sí, no quieras hacer una «kilometrada» de buenas a primeras. No es lo mismo hacer 200 km de copiloto que conduciendo por primera vez esa distancia. Tómatelo con calma, disfruta y descansa a menudo (siempre que lo necesites, de hecho, y que no te de vergüenza).
- No inventes. No eres el primer conductor de la historia, y muchos errores se pueden evitar si al principio eres humilde y te ciñes a lo que se espera de ti: que vayas de A a B y que cojas confianza paulatinamente, además de soltura.
- No te compares con otros conductores noveles. No todos somos iguales, no todos nos soltamos a la vez, ni tenemos las mismas habilidades. Eso no es malo, solo es diferente.
- Procura entrar en el coche sin tensiones, bien descansado y concentrado en lo que debes hacer: conducir. Si tienes problemas en el trabajo, si estás estresado o muy cansado, piénsatelo. No vale la pena arriesgarse a un despiste en plena ciudad, o en donde estés.
- Haz honor a tu recién sacado carnet y cumple las normas. Ceñirte a las normas simplifica tu vida al volante, y aunque sirve para toda tu «carrera» como conductor, es especialmente útil en los primeros meses.
- Es muy importante que no te pongas nervioso, que no te dejes presionar por otros «conductores», y que vayas a tu ritmo, siempre que cumplas las normas. Si alguien tiene prisa ya buscará la forma de adelantarte. Mientras no seas un obstáculo, todo va bien.
Más información | Seguridad Vial para Jóvenes
Foto | hermetic hermit