Mientras que la miopía dificulta ver objetos de lejos haciendo que éstos parezcan borrosos, el astigmatismo hace que tengamos una visión borrosa distorsionada, tanto de lejos como de cerca. Ambos son problemas reflectivos y pueden perjudicarnos en la conducción. Es tal la importancia de una buena visión al volante, que siete de cada diez conductores necesitan gafas para conducir, según un estudio realizado por Visión y Vida.
El menor tiempo que pasamos al aire libre, el aumento de las tareas en las que utilizamos la visión de cerca y las mayores tasas de urbanización, entre otros factores, pueden contribuir a un aumento sustancial del número de personas con miopía. De hecho, la OMS prevé que en 2030 lleguemos a 3.360 millones de personas en el mundo con esta afección visual.
Así debe ser la agudeza visual
Mientras que para los conductores comunes la agudeza visual binocular mínima debe ser de 0,5, los conductores profesionales deben tener un mínimo de 0,8 en el ojo de mejor agudeza visual y 0,1 en el de peor agudeza. Si se necesitan lentes correctoras, no podrán exceder de las 8 dioptrías y, en el caso de los profesionales, en ningún caso se acepta la visión monocular.
Lo recomendable es realizar una revisión periódica de la vista, preferiblemente anual, para comprobar su estado. Debemos tener en cuenta que el periodo establecido para renovar el carnet de conducir en los centros de reconocimiento puede ser muy amplio: cada 10 años hasta que se cumple los 65 años de edad y cada 5 años a partir de entonces, por supuesto, siempre que no se haya reducido el tiempo por otras consideraciones. Revisar la vista cada 10 años es insuficiente para garantizar una correcta visión y seguridad en la carretera.
Al volante, cuida tu visión
- Siempre con lentes. Si sufres de alguna afección u otros problemas que afecten a tu visión y necesitas gafas, úsalas siempre que te pongas al volante. Como hemos indicado, el periodo para renovar el permiso de conducir es muy amplio y puede que durante este tiempo haya surgido la necesidad de utilizar lentes. No conduzcas sin ellas. Es importante para tu seguridad y la del resto de usuarios. Igualmente, es importante revisar la graduación con frecuencia, sobre todo si se percibe que no se ve bien.
Una buena opción es optar por gafas de sol graduadas y acordes a tus necesidades visuales. Así conseguirás una conducción más confortable en los días más soleados. - Evita todas las distracciones posibles. Se ha determinado que los conductores que tienen miopía y/o astigmatismo en visión periférica y utilizan el móvil o un navegador al volante, conducen peor. La visión periférica está relacionada con la localización y el reconocimiento de la información visual alrededor del objeto sobre el que fijamos nuestra atención. Es decir, nos permite ver el entorno que nos rodea de forma general. Así lo ha concluido el Departamento de Óptica de la Universidad de Granada y el Laboratorio de Óptica de la Universidad de Murcia.
- Aumenta la precaución de noche. Las personas con miopía o astigmáticas ven peor de noche o en condiciones de baja luminosidad. Si no te encuentras cómodo conduciendo en estas condiciones, procura evitarlo.
- Reduce la velocidad y aumenta la distancia de seguridad con el vehículo que precede. De esta forma, tendrás más tiempo para ver las señales y reaccionar a imprevistos.
- Puede surgir fatiga visual, especialmente si conduces durante un tiempo prolongado o usas lentillas. Detén el vehículo en una zona de descanso y reposa ante el menor síntoma.
- Precaución con los fármacos. Si tomas algún fármaco que pueda afectar a la visión o a la capacidad para conducir, debes seguir las recomendaciones del médico y leer siempre el prospecto.
- Ten especial cuidado cuando conduzcas en condiciones climatológicas adversas en las que la visión también se ve reducida, como puede ser lluvia intensa o niebla.
- Procura llevar unas gafas de repuesto en el coche. Recuerda que deben estar guardadas en un lugar seguro y accesible, por ejemplo, la guantera.
- Por último, revisa tu vista ante cualquier anomalía o si sientes malestar o dificultad para ver bien. No lo dejes pasar, especialmente si eres un conductor profesional o conduces con frecuencia.
¡Cuida tu visión para ver bien en la carretera!