Actualmente, muchos organismos de seguridad, como EuroNCAP o la NHTSA, están presionando para que todos los automóviles nuevos equipen un asistente de frenada automática. Aseguran que estos sistemas permitirían reducir el número de accidentes de forma significativa -hablamos de varios miles al año- y salvar numerosas vidas.
Frente a ese interés creciente por un sistema de ayuda a la conducción nos preguntamos si es realmente seguro, pero antes conviene recordar qué es, cómo funciona y por qué parece ser tan importante.
Qué es el asistente de frenada automática
De manera simplificada, el asistente de frenada automática es un sistema que detecta que nuestro vehículo se está acercando a un objeto estático o en movimiento y nos advierte de un posible riesgo de colisión. Si como conductor no reaccionamos con la rapidez adecuada, este sistema accionará los frenos para reducir nuestra velocidad e incluso frenará el coche por completo de forma autónoma. Los sistemas más recientes pueden incluso detectar peatones y ciclistas además de otros vehículos.
El asistente de frenada automática es particularmente eficaz en el tráfico urbano y resulta más efectivo a velocidades de hasta 30 km/h. A más velocidad, podría no evitar un accidente, es decir no podría detener el vehículo, pero sí reducir notablemente la velocidad de impacto minimizando los daños ocasionados al vehículo y a sus ocupantes.
Cómo funciona el asistente de frenada automática
Estos sistemas, según las marcas, utilizan una serie de sensores láser, radar, lidar (pulsión de luz) o una combinación de éstos para escanear la carretera que hay en frente de nuestro vehículo tomando en cuenta la distancia que separa nuestra coche del obstáculo, nuestra velocidad y la velocidad del obstáculo (si es inmóvil, si se mueve despacio o más rápido que nuestro coche). Si detecta un obstáculo inmóvil o que se mueve despacio, el sistema nos avisará mediante señales visuales y acústicas del peligro y de un posible e inminente accidente. Muchos sistemas acercan además las pinzas de frenos a los discos y preparan el circuito de frenos para una frenada de emergencia.
Si el conductor no actúa con rapidez, el sistema frenará automáticamente el coche y reducirá la carga del motor (dejará de acelerar) de forma autónoma. La mayoría de los sistemas son particularmente eficaces hasta 30 km/h y permiten evitar el accidente. Algunos sistemas, que equipan coches de alta gama, funcionan a velocidades muy elevadas en autopista. Y aunque no siempre podrán evitar el accidente, sí reducirán considerablemente las consecuencias del mismo. En todo caso, son muy eficaces a velocidades legales.
El asistente de frenada automática funciona utilizando los sensores y las funciones del ESP, el control de tracción y estabilidad, el cual es obligatorio en los coches nuevos en Europa desde hace varios años ya. El ESP controla de forma independiente del conductor los frenos y el acelerador, por lo que la implementación de un asistente de frenada automática no requiere una compleja modificación de un coche que fue diseñado sin tener en cuenta este sistema.
Por qué el asistente de frenada automática es tan importante
Según varios institutos, como el Thatcham Research en el Reino Unido, un tercio de todos los accidentes son por alcance, es decir, cuando un vehículo choca con el que le precede en la carretera. El asistente de frenada automática puede reducir notablemente la cantidad de esos accidentes y si el accidente no pudiese ser evitado reduciría considerablemente sus consecuencias.
Los nuevos sistemas, más avanzados, que detectan peatones y ciclistas permiten reducir la gravedad de las heridas y salvar vidas evitando un posible atropello, incluso cuando el accidente no sea culpa del automovilista.
¿Son seguros los asistentes de frenada automática?
La efectividad de los asistentes de frenada automática ha sido investigada en numerosos estudios y se ha determinado un rango de efectividad. La tendencia que se desprende es el reducido número de accidentes con coches equipados con asistente de frenada automática.
De momento hay pocas estadísticas sobre situaciones reales, pero según EuroNCAP en un estudio publicado en 2015 y que recoge datos de Europa, Estados Unidos, Asia y Asutralia, se podría se podría evitar por completo el 38 % de los accidentes.
Según los datos recopilados por las compañías de seguros en un estudio australiano de Moore & Zuby (2013), los usuarios con coches equipados con asistente de frenada automática han reducido su siniestralidad un 14 %. Como consecuencia, en algunos países, como el Reino Unido, las compañías de seguros ofrecen un descuento en la prima anual si el coche asegurado equipa un asistente de frenada automática.
Los beneficios financieros y humanos de la adopción masiva por los automovilistas del asistente de frenada automática, según la Comisión Europea, podría reducir el número de accidentes hasta un 27 %, pudiendo salvar la vida de 8.000 personas al año.
Aún así, para los investigadores es crucial que el asistente de frenada automática intervenga al último momento posible, cuando parece que el choque es inevitable. Y es que según Matthew Avery, director de investigación en el instituto Thatcham, «si tienes un sistema que sabes que frenará por ti cada vez, probablemente vayas a prestar menos atención a la carretera. Pero si el sistema entra en acción lo más tarde posible, más tarde de lo que tú frenarías, evitas que el conductor se relaje y confíe demasiado en el sistema». Y es que el conductor ha de mantener el control de su vehículo en cualquier circunstancia. No hay nada como un buen susto para aprender la lección.
Fuentes | EuroNCAP; The Telegraph
En Circula Seguro | Sistemas de frenado automático, ¿ante qué frenan, y ante qué no?