Para empezar, un dato demoledor: el 80% de los siniestros mortales ocurre en los trayectos cortos. Y esto sucede porque precisamente es en estos trayectos en los que más descuidamos nuestra seguridad y la de los nuestros. Nos confiamos en exceso y relajamos las medidas de seguridad: por ello te pedimos que cada vez que vayas a pronunciar o que escuches frases del tipo: “No pasa nada si no llevas sillita, en seguida llegamos”, “No nos van a parar”, “Para un kilómetro no merece la pena”, “Son dos minutos, podemos meternos todos en el coche”, etc… pienses en ese 80% de posibilidades de que ese recorrido se convierta en una auténtica tragedia totalmente evitable.
De hecho, sería muy aconsejable que elimináramos de nuestro vocabulario, en cuanto a seguridad se refiere, el concepto de “trayecto corto”: no podemos aplicar unas medidas de seguridad en función de lo cerca o lejos que nos vayamos a desplazar. Conviene tener muy presente que una colisión se puede producir en cualquier momento y, por lo tanto, hay que tomar las máximas medidas posibles para la reducción de las lesiones en cualquier trayecto, independientemente de que sea corto o largo.
Desplazamientos al colegio
Y esto es algo especialmente aplicable a uno de los grupos más vulnerables en los desplazamientos en coche: los niños. Ir al colegio o a las actividades extraescolares puede convertirse en una pesadilla por el exceso de confianza de los mayores, las distracciones o el estrés de llegar a tiempo a nuestro destino. El 60% de los percances en los que hay menores involucrados se producen a menos de 10 minutos de trayecto del domicilio.
Por ello, la gran recomendación es la de sentar a los niños siempre en un Sistema de Retención Infantil (SRI) adecuado a su talla o peso, por corto que sea el trayecto. El uso correcto del SRI reduce en un 75% el riesgo de muerte y un 95% el riesgo de lesiones. Aunque algunas legislaciones marcan la obligatoriedad de su uso cuando la altura de los niños es igual o inferior a 1,35 metros, lo recomendable es seguir utilizando el SRI hasta que los niños alcancen la altura de 1,50 metros.
Bebés
En cuanto a los bebés, aunque la obligatoriedad de llevarlos en contra de la marcha es en muchas legislaciones hasta los 15 meses, resulta muy conveniente mantener esta posición siempre que sea posible. De esta manera, se mejora la protección de su cuello, cabeza y espalda. No hay que olvidar que un pequeño golpe o frenazo brusco para un adulto puede no tener prácticamente ninguna consecuencia, pero para un niño puede ser mucho más lesivo, sobre todo, si no lleva un sistema de retención infantil adecuado.
Daños en los más pequeños
Los principales daños que sufren los niños en los incidentes en el coche son:
- Hasta los 2 años: la principal zona afectada gravemente es el cuello. Se debe al tamaño de la cabeza y la fragilidad en su columna vertebral.
- Entre 2 y 4 años: en la cabeza, ya que las vértebras aún no son lo suficientemente fuertes para soportar golpes, frenazos o desaceleraciones bruscas.
- De 4 a 10 años: en el abdomen, ya que existe un mayor riesgo de sufrir alguna hemorragia interna o dolor abdominal, ya que sus órganos aún no están lo suficientemente fijados al mismo.
Recomendaciones
Por ello, aún en aquellos trayectos que no nos lleven demasiado tiempo:
- Todos los ocupantes del vehículo deben llevar puesto el cinturón o arnés y los menores deben viajar en sus sillas de niños y correctamente abrochados y tensados. Hay que verificar que el niño viaja bien sujeto y sin holguras en los arneses, evitando prendas o elementos que impidan la correcta sujeción a la silla, como el abrigo, y nunca con la mochila puesta.
- El SRI debe instalarse en las plazas traseras y, si es posible, en el asiento trasero central.
- Cada vez que introduzcas o saques al niño del vehículo, hazlo siempre que sea posible por el lado más seguro, el de la acera.
- Ir con tiempo al colegio para evitar aparcar en doble o triple fila, ya que obligamos al pequeño a pasar entre coches, aumentando el riesgo de atropello.
- Por supuesto, conducir respetando las señales de circulación, normas de seguridad vial y agentes de tráfico.
- Evita siempre la relajación al volante derivada de un exceso de confianza por conocer el trayecto.