Hace unos años, era impensable que los coches pudieran venir sin una rueda de repuesto en el maletero. ¿Qué otra solución existe en el caso de sufrir un pinchazo? No obstante, como en tantas otras cosas, el tiempo y la tecnología han cambiado el panorama completamente. Sin ir más lejos, en el coche que acabé comprando yo mismo hace apenas año y medio, la rueda de repuesto era un extra que uno podía elegir, el precio base incluía kit antipinchazos.
El kit antipinchazos, igual que otras soluciones alternativas a la rueda de repuesto, es completamente legal y homologado. Eso debería significar que aporta todas las garantías. Sin embargo, el conductor inquieto es posible que desconfíe de esta especie de espuma que, en teoría, tapona el pinchazo dándonos la oportunidad de llegar a un lugar donde poner remedio definitivo a la pérdida de presión.
Para realizar el análisis completo, debemos incluir todas las opciones posibles, no sólo la rueda de repuesto y el kit antipinchazos. A saber,
- Rueda de repuesto tradicional
- Rueda de repuesto galleta (con limitación de velocidad y/o de distancia)
- Kit antipinchazos
- Neumático de rodaje sin presión (runflat): ZP, ZP-SR, PAX
- Neumático autorreparable (sealant), que próximamente veremos en nuestros mercados
La verdad es que, como en muchas otras elecciones, no hay una respuesta universal a qué es más efectivo. Cada situación particular tendrá una respuesta concreta, dependiendo de diversos factores. Veamos algunos de los principales factores a tener en cuenta a la hora de elegir entre una rueda de repuesto u otra de las soluciones posibles.
El primer criterio es el coste. En este sentido, probablemente lo más económico sea el kit antipinchazos, seguido por la rueda de galleta. Por desgracia, el coste es uno de los factores que acaba siendo determinante en cualquier compra, incluso en algo tan vital como es la seguridad vial.
En cuanto al coste, no sólo hay que considerar el precio de adquisición, sino también el aumento en consumo que representa la solución. Por ejemplo, la rueda de repuesto, con el gato y herramientas correspondientes, puede suponer una masa añadida de 30kg y la ocupación permanente de 80 litros en el maletero, lo que se traduce en un incremento notable del consumo y de la contaminación (hasta 1,9g de CO2 cada 100km). En este sentido, la rueda de galleta y el kit antipinchazos son cada vez más livianos; y las ruedas de alta tecnología (runflat y autoreparables) no requieren acarrear ningún elemento en el maletero.
Otro criterio a tener en cuenta es la calidad y seguridad del rodaje después de la avería. Obviamente, la rueda de repuesto será indistinguible a la original una vez cambiada, de esto no hay duda. La rueda de galleta puede aumentar el riesgo de producir un derrape debido a la diferencia de funcionamiento entre las ruedas del mismo eje, especialmente en caso de frenada de emergencia. De ahí su limitación en velocidad.
En este sentido, un riesgo añadido a las ruedas de repuesto, normal o de galleta, es que normalmente no se realizar el mantenimiento adecuado, que básicamente consiste en mantener la presión adecuada (un poco superior a la de las ruedas normales). Con lo cual, el riesgo de accidente o sufrir un nuevo reventón es mayor.
El cuarto criterio a tener en cuenta es el tiempo y dificultad de la reparación del pinchazo. Las futuras ruedas autorreparables y las actuales runflat no requieren que hagamos prácticamente nada: el mismo neumático nos permite continuar la marcha (en el caso de las runflat, con algunas limitaciones). Por otra parte, el uso del kit antipinchazos probablemente es algo más sencillo que la substitución de la rueda en carretera. A todo esto, uno también puede sumar la efectividad de la asistencia en carretera del seguro contratado.
Otra consideración a tener en cuenta es el contexto. La mayoría de lectores de esta página serán de Europa, donde según Michelín se estima que hay un pinchazo cada 75mil kilómetros recorridos. En Asia y África, esta figura se reduce a una avería en las ruedas cada 3000km. También influye la calidad de las vías por donde se transita: una rueda que sólo ve nacionales y autopistas probablemente tendrá una vida mucho más tranquila que una rueda que se las ve con carreteras secundarias o pistas de tierra.
Un último criterio que me gustaría mencionar es el tipo de averías a las que nos enfrentamos. Aquellas soluciones que implican la substitución física de la rueda, obviamente son válidas para cualquier tipo de avería de una única rueda. No obstante, el kit antipinchazos o el futuro neumático autorreparable únicamente funcionarán con pinchazos normales.
Como veis, hay una serie de criterios a tener en cuenta, y la respuesta final dependerá en gran medida de las circunstancias concretas de cada conductor. Y tú, ¿con qué solución te quedas?
Fotos | The AutoMotovated Cyclist, Trubble