Es uno de los puntos que más nos hace dudar al volante. Por lo general, las intersecciones, las prioridades y las excepciones a la regla nos llenan de interrogantes ya desde nuestros primeros pasos en la autoescuela. Las rotondas, en principio, tienen como objetivo reordenar el tráfico de forma simple y sencilla para permitir una circulación fluida. Pero la realidad es que en muchas ocasiones se convierten en fuente de conflicto que aumentan las probabilidades de siniestro. ¿Son verdaderamente lugares seguros? ¿Sabemos cómo usarlas con certeza?
Siniestralidad en las rotondas: una obsesión para la DGT
Entrar a la glorieta sin detenerse, salir de ella desde el carril interior, no utilizar los intermitentes… Estos son solo algunos de los malos hábitos que muchos conductores han podido ir adquiriendo a lo largo de los años. Y eso es algo que preocupa especialmente a la DGT y a la Guardia Civil. Las rotondas nacen con el propósito de mejorar la gestión del tráfico en áreas complejas como las intersecciones. Pero es el uso que hacemos de ellas y nuestro comportamiento lo que pueden convertirlas en puntos negros.
Las grabaciones de las cámaras de la DGT que permiten captar las infracciones muestran un resultado poco esperanzador. En líneas generales, lo que deberían ser espacios seguros se han convertido en motivo de accidente, congestión del tráfico y trampas para colectivos vulnerables. Claramente, sus ventajas como reductoras de la velocidad –sobre todo en vías interurbanas– quedan demostradas. Pero el problema reside en la maniobralidad, preferencia y eficacia circulatoria en una zona tan reducida donde confluyen vehículos diferentes y que no continúan una misma ruta.
Es por ello que, junto a una mayor concienciación al volante, las autoridades trabajan para establecer aquellos lugares más seguros para la instalación de una rotonda. El tipo de construcción (materiales reflectantes) y la forma de circulación (simples, doble carril, partidas, semaforizadas, turborrotondas…) son algunos de los aspectos a evaluar.
¿Qué aporta una rotonda a la seguridad vial?
En su defensa, y a la hora de considerar o no su instalación, debemos tener en cuenta qué factores benefician a la circulación y a nuestra seguridad. Y para ello, lo mejor es acudir a la ciudad de Atlanta, en el estado de Georgia. Circular por su área metropolitana da muestra del especial interés que allí existe por ellas, en detrimento de las tradicionales intersecciones. No en vano, su Departamento de Transporte (GDOT) considera que las rotondas han reducido los accidentes en un 35% y las lesiones en un 60%.
Entre otros aspectos a destacar encontramos:
- Reducción de los fallecimientos en casi el 90% (según el NAS en Estados Unidos)
- Reducción de las colisiones en un 35%
- Mejor convivencia con colectivos vulnerables como bicicletas y peatones.
- Mayor eficacia del tráfico durante las horas puntas
- Limitan la contaminación y el gasto de combustible: menos paradas y aceleraciones forzadas, menor tiempo
- en detención.
- Ahorro: no requieren de ningún equipo de señalización, bajo presupuesto por su menor gasto en pavimento y de mantenimiento.
Un mayor respeto por las normas de tráfico
¿Qué podemos hacer para evitar un aumento de la siniestralidad en rotondas? El quid de vital importancia está en la educación. Transitar en una rotonda puede resultar complejo al tratarse de una maniobra rápida en la que están involucrados un buen número de usuarios. Por ello, es sustancial actuar con respeto, sin agresividad y con una conducción suave y preventiva.
- Desacelera antes de entrar y nunca des nada por hecho con respecto al resto: puede que alguien tenga el intermitente iluminado por equivocación y finalmente no vaya a salir, no actúes como si fuera a hacerlo.
- Cede el paso: principalmente a los usuarios vulnerables como peatones y ciclistas, pero procura adquirir la costumbre de hacerlo con todos los vehículos en la vía. Si estamos detenidos y permitiendo el paso sin prisas, reducimos la posibilidad de peligro.
- Usa siempre las señales intermitentes o gestuales: para indicar tus movimientos sin asumir que el resto los han captado.
- Ten más paciencia con vehículos voluminosos como camiones y autobuses: puede que bloqueen el paso o reduzcan la velocidad de circulación de la glorieta, pero para ellos la maniobra es siempre más delicada y precisa.
- Despeja la vía para permitir el paso de vehículos de emergencia.
La guía definitiva para tomar bien una rotonda
No querríamos despedirnos sin despejar todas las dudas para circular correctamente y salir airoso de una rotonda. Lo más probable es que cada día nos tengamos que enfrentar a una de ellas, por lo que debemos de sentirnos familiarizados con ellas. Junto a los consejos de precaución y prevención que recomendamos en el apartado anterior, queremos recordar los pasos para hacerlo con total seguridad:
Antes de entrar a la rotonda
Comprobar hacia la izquierda y asegurarse de que no viene tráfico. En caso de duda, siempre es mejor esperar aunque eso desespere (valga la redundancia) a otros conductores ansiosos. Es recomendable que el carril de entrada sea el interior, aunque si vamos a coger la primera salida a la derecha podemos entrar directamente al carril externo. En cualquier otro caso, se recomienda entrar al carril interno y señalizar con el intermitente desplazándose al carril externo antes de tomar la salida.
Una vez en la rotonda no te detengas bajo ningún concepto
¿No sabes cuál es tu salida? ¿Has leído mal los carteles? ¡No te detengas ni (por supuesto) des marcha atrás! Continúa circulando y da las vueltas que sean necesarias hasta que te sitúes en el mapa.
Prioridades
El conductor que circula por el carril exterior siempre tiene la prioridad en este carril, por encima de aquellos que se incorporen a la rotonda, o aquellos que circulen por el carril interior.
La salida de la rotonda
Sigamos una regla sencilla pero clara: Al abandonar la rotonda debemos hacerlo siempre por el carril externo (derecho). Nunca desde el interior, pues podemos encontrarnos al lateral un vehículo que continúa girando y embestirlo.
Esperamos haber aclarado todas las dudas con respecto a las maniobras dentro de las rotondas. Y recordar la importancia de hacerlo con seguridad para evitar así el aumento de la siniestralidad en estos espacios.
Imágenes | iStock yak62 MBPROJEKT_Maciej_Bledowski kievith pro6x7