Robotaxis: desplazarse sin conductor

Redacción Circula Seguro

8 de julio de 2022

Los vehículos autónomos ya empiezan a formar parte del día a día en algunas ciudades. Nos referimos a vehículos que cuentan con los sensores, procesadores y software necesarios para conducirse solos, sin necesidad de intervención humana. Estos vehículos son capaces de identificar obstáculos en el camino, procesar señales de tráfico, reconocer peatones u otros vehículos para esquivarlos y evitar siniestros. Algunos, incluso son capaces de memorizar y planificar rutas optimizadas para trasladarse de un punto a otro.

Para controlar todo ese tipo de funcionalidades, en los vehículos autónomos intervienen sistemas avanzados de inteligencia artificial, big data e internet de las cosas. Estas tecnologías combinan el uso tanto de software como de hardware especiales, capaces de realizar un escaneo 3D del entorno físico del vehículo mientras este se mantiene en movimiento.

De entre todos los vehículos de este tipo, los más populares son los robotaxis que, como su nombre indica, son vehículos autónomos destinados al transporte de viajeros.

“Apollo Go”

Estos vehículos son ya una realidad en China, uno de los países pioneros en su implantación, donde se prevé un auténtico boom de robotaxis en los próximos años. Actualmente, ya es posible recorrer algunas urbanizaciones de las afueras de Pekín a bordo de estos coches inteligentes. Hasta hace relativamente poco tiempo, era necesario que un conductor de seguridad vigilara la buena marcha del viaje desde el asiento del copiloto, pero ya se están comenzando a dar permisos para que estos taxis autónomos puedan recorrer un área de 60 kilómetros cuadrados en el distrito de Yizjuang (Pekín) sin necesidad de conductor de seguridad. Detrás de estos robotaxis asiáticos, bautizados como “Apollo Go”, se encuentra la empresa tecnológica Baidu que prevé ofrecer este servicio en 65 ciudades para el año 2025 y en 100 para 2030.

Cruise

Estados Unidos es el principal competidor de China en este ámbito. La primera y única empresa americana en operar un servicio comercial de este tipo sin conductor es Cruise -empresa que pertenece a General Motors- que, recientemente, recibió el primer Permiso de Despliegue sin Conductor (DDP) concedido por la Comisión de Servicios Públicos de California y mediante el que puede cobrar una tarifa por este tipo de viaje. Eso sí, con varias limitaciones: la flota inicial de Cruise, compuesta por 30 coches eléctricos, se limitará a transportar pasajeros en las zonas menos congestionadas de San Francisco entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana. El servicio tampoco podrá operar con lluvia intensa o niebla. Con ello, se pretende minimizar las posibilidades de que los taxis robóticos causen daños.

Recientemente, se hizo viral un fallo de esta empresa: más de media docena de robotaxis se quedaron bloqueados y apagados de forma simultánea en una calle de San Francisco, creando un importante embotellamiento que se resolvió con la intervención de los operarios de la empresa, quienes se encargaron de retirar los vehículos de la vía.

Ventajas y desventajas

Fallos aparte, las principales ventajas de este tipo de vehículos son:

  • La reducción de los siniestros. La mayoría de los incidentes de tráfico son consecuencia del incumplimiento de las normas de circulación. Por lo tanto, con el uso de la tecnología de conducción automatizada, este porcentaje de accidentes se reducirá notablemente, ya que la prioridad de los sistemas de los coches autónomos es evitar cualquier tipo de percance.
  • Una mayor comodidad y movilidad para todos, independientemente de las condiciones o capacidades del usuario.
  • Una mayor agilización de las vías, ya que a medida que haya más coches autónomos controlados por sistemas inteligentes, la movilidad urbana se volverá más ágil, gracias a la disminución de atascos.
  • Y, por último, mayor cuidado del medio ambiente, debido a que la mayoría de los modelos de coches autónomos se consideran coches ecológicos, ya que funcionan con energías limpias de 0 emisiones.

Entre las principales desventajas se encuentran la limitada o nula intervención humana en caso de problemas y el precio poco accesible de estos vehículos al tratarse de tecnologías de última generación.

Niveles de conducción autónoma

Tal y como recoge el Club Europeo de Automovilistas (CEA), existen cinco niveles de conducción autónoma:

Nivel 0: Sin automatización en la conducción

  • Todas las acciones son realizadas en su totalidad por el conductor.

Nivel 1: Asistencia en la conducción

  • El vehículo cuenta con algún sistema de ayuda a la conducción. Este nivel está pensado para que el conductor pueda tener una conducción más cómoda.

Nivel 2: Automatización parcial

  • Se precisa conductor, aunque este no realizará tareas relativas al movimiento. El vehículo cuenta con control de movimiento tanto longitudinal como lateral, aunque no tiene detección y respuesta ante objetos. El vehículo tendrá capacidad de actuar de forma independiente ya que pueden realizar una o varias tareas hasta ahora realizadas por el conductor.

Nivel 3: Automatización condicionada

  • Se precisa conductor y, aunque la autonomía sea más elevada, este deberá estar atento para intervenir. Tiene sistemas de automatización en lo referente al control de movimiento longitudinal y lateral; detección y respuesta ante objetos.

Nivel 4: Automatización elevada

  • No se precisará de la intervención humana en ningún momento ya que el coche será el propio vehículo quién controlará el tráfico y las condiciones del entorno, definirá la ruta o alternativas y responderán ante cualquier situación. En el caso de existir algún fallo del sistema principal, el vehículo cuenta con respaldo para actuar y seguir conduciendo.

Nivel 5: Automatización completa

  • El vehículo tendrá la capacidad, bajo demanda realizada a través del interfaz por el que se introducirán nuestras órdenes, de ir a cualquier lugar sin necesidad de volante, pedales ni mandos, ya que, el vehículo cuenta con sistemas de automatización a todos los niveles. En el nivel 5 la figura del conductor no existe, subiremos al coche, le indicaremos nuestro destino y este se pondrá en marcha. Cuentan con un sistema de automatización que en caso de fallo se respaldará con otro sistema, por lo que, él mismo solucionará cualquier imprevisto. El vehículo es capaz de considerar múltiples trayectorias por segundo y cambia constantemente su ruta en función de las condiciones de la carretera. El coche utiliza esta información para indicar a las ruedas, el acelerador, los frenos y la dirección qué hacer y cómo reaccionar ante los cambios.

Todavía quedan tecnologías que desarrollar y en ello están firmas como Volvo, Tesla, Waymo, Lyft, Aurora, Mobileye, Argo AI, etc., pero, sobre todo, las empresas tienen por delante un desafío en torno a la ciberseguridad de los coches autónomos: sus sistemas han de estar conectados con el exterior, pero lo suficientemente blindados como para que nadie externo pueda conectarse, convirtiendo así el coche autónomo en un arma contra sus pasajeros o contra otros peatones o vehículos.