Es difícil, pero no imposible. En pleno siglo XXI, en la era de los vehículos interconectados, del Internet de las Cosas o de los sensores aplicados a la automoción para mejorar el confort y la seguridad, todavía nos podemos equivocar a la hora de repostar en una gasolinera. Las prisas, el desconocimiento o las distracciones son un factor humano que aún se sigue produciendo en estas situaciones, especialmente si estrenas coche o estás usando uno prestado o alquilado que usa un combustible diferente al tuyo habitual.
Pero ¿no tienen las mangueras de los surtidores diferentes tamaños para que esto no suceda? Hace algunos años se estableció que, tanto el grosor de la boca del depósito del coche como el de la manguera dispensadora en las gasolineras, fuesen de diferente diámetro en función del tipo de combustible. Actualmente, las bocas son más estrechas para la gasolina y más anchas para el diésel. Por ello, es casi imposible poner gasoil a un coche de gasolina. Sin embargo, tanto la boca del depósito como la manguera, permiten que se pueda repostar gasolina a un coche de diésel.
En cualquier caso, lo primero que debes saber es que esta confusión puede producir importantes averías mecánicas, especialmente, daños en el sistema de alimentación, filtros y bombas. Las reparaciones que deben hacerse en estos casos suelen estar por encima de los 100 euros. No obstante, ¡tranquilidad! Todo tiene solución. Para no empeorar la situación te contamos cómo debes actuar si te equivocas de combustible.
Supuesto 1: Aún estás en la gasolinera
Acabas de repostar y te das cuenta de tu error en la misma gasolinera. La clave está en actuar con rapidez. Lo primero, deja de echar el combustible que no te corresponde, cierra tu depósito y no arranques el coche bajo ningún concepto. Dirígete al personal de la gasolinera para explicar lo que ha ocurrido. Lo normal es que señalicen el surtidor donde está tu coche parado y que lo clausuren hasta que se solucione el problema o tu vehículo sea retirado.
Después, deberás llamar a tu servicio de asistencia en carretera. Generalmente, se te brindarán dos alternativas:
- Que la grúa lleve tu coche a un taller donde se le extraerá el combustible y se le limpiará el depósito.
- Que se realicen estas tareas en la propia estación de servicio.
Supuesto 2: Te das cuenta del error cuando ya estás circulando
En este caso, lo normal es que al poco tiempo de haber reportado notes que tu vehículo no funciona bien. Seguramente, comenzará a dar tirones, sea incapaz de acelerar o, incluso, se pare. En ese caso, no vuelvas a arrancar ni fuerces la circulación. Apaga el motor y llama a tu seguro para que te presten asistencia. Es importante que sepas que las tareas de limpieza de tu coche van a ser más costosas que si no lo hubieras puesto en marcha: en primer lugar, hay que sacar el gasoil o la gasolina y proceder a limpiar el depósito, pero, además, los mecánicos tendrán que revisar todo el sistema en busca de posibles averías. En los casos más graves pueden ser necesarias reparaciones o cambios de piezas, como inyectores o filtros.
Por último, cabe recordar que las compañías aseguradoras no se hacen cargo de las averías provocadas por echar el combustible equivocado. Tendrás que abonar tú el coste de la reparación. No obstante, si el error lo ha cometido el empleado de la gasolinera que te ha llenado el depósito, el establecimiento deberá asumir el coste de la reparación.