¿Sabes para qué sirven los reductores de las sillitas infantiles?

Jaime Ramos

23 de marzo de 2021

Uno de los momentos cruciales a la hora de culminar la instalación de un sistema de retención infantil sucede al depositar por vez primera al bebé en su sillita. La fragilidad que transmite ese cuerpecito en los primeros días de vida es motivo suficiente para obligarnos a extremar su confort. En función del tipo de silla, los cojines reductores podrían ser un elemento imprescindible, no solo para su comodidad, sino también la seguridad.

Y es que, salvo que se trate de un modelo de sistema de retención infantil (SRI) muy específico para recién nacidos, difícilmente el cuerpo del neonato se acoplará a la perfección al hueco que le proporciona la silla. El fenómeno ocurre casi sin remedio en aquellos adaptativos y que cubren durante un periodo mayor de tiempo a los pequeños. Ante esto, los fabricantes de sillitas han desarrollado diferentes soluciones en forma de cojines reductores.

¿Qué son los cojines reductores de las sillitas infantiles y cómo se usan?

Como su mismo nombre indica, su funcionalidad principal es la de reducir a la mínima expresión el espacio libre entre el cuerpo del bebé y el SRI. Así, hacen las veces de un arrullo que abraza al cuerpo del recién nacido durante sus primeras semanas de vida.

Los reductores deben asegurar una postura idónea para viajar. Esto implica no solo velar por la comodidad; la cuestión es facilitar que el propio sistema de retención infantil cumpla con su cometido, sobre todo en caso de accidente.

Es por eso que se debe tener en cuenta que la instalación de una silla de bebés no termina en el momento que escuchamos ‘clic’ y vemos el testigo del sistema ISOFIX en verde, ni cuando anclamos de forma adecuada el sistema mediante el cinturón de seguridad. La instalación también incluye ultimar y adaptar los accesorios como cierres, arneses y cojines reductores a la propia fisonomía de los bebés y niños.

¿Qué tipos de cojines reductores para sillitas existen?

Bebé en coche

Señalamos esto último porque muchos tipos de cojines reductores requieren algún tipo de instalación específica. Antes de entrar en esta cuestión, la Fundación MAPFRE, en su labor por la seguridad vial infantil, nos ofrece una explicación sobre los dos grupos en los que se pueden dividir los reductores.

Actualmente podemos encontrarnos con cojines reductores específicos (son los que se venden para cada sillita de coche) y genéricos (se pueden utilizar indistintamente e incluso pueden estar diseñados para ser utilizados en más de uno: en balancines, tumbonas, capazos, sillas de coche…).

Por supuesto, siempre será mejor optar por un cojín reductor específico para nuestro SRI, ya que se adaptará mejor y lo notaremos en la sujeción y comodidad del menor. Los universales no se acoplarán igual que los específicos del fabricante para cada modelo.

Estos reductores suelen venir incorporados cuando adquirimos un SRI para bebés. Suele tratarse de un cojín extraíble cuya función principal es asegurar una correcta postura del bebé y su comodidad. Y es que incluso la sillita más pequeña es demasiado grande para un recién nacido.

Resulta, por tanto, muy conveniente para el caso de los recién nacidos elegir una sillita que cuente con un cojín reductor fabricado a la propia medida que el sistema de retención. Sin embargo, la cosa no acaba ahí.

Algunos cojines reductores son evolutivos

Arnes de SRI

Muchos de los sistemas de acolchado en forma de reductor tienen unas pautas de instalación evolutivas. Es decir, en función de parámetros como la edad, altura y peso del bebé, deberemos modificarlos de alguna manera u otra una vez alcance la etapa correspondiente. Esta la suele marcar el fabricante para cada silla y reductor.

Los distribuidores y fabricantes avisan de que muchos usuarios desconocen este importante factor con los reductores. Podemos poner como ejemplo los reductores de un sistema de retención infantil como el Klippan Kiss. Sus reductores consisten en una serie de almohadillas que hay que ir ubicando de un modo u otro a lo largo de cuatro etapas. Claro que, como se indica desde la página a la que enlazamos, las edades son orientativas, por lo que es necesario estar pendientes del crecimiento del bebé y cómo se acopla en la sillita para acertar con el momento más propicio para cambiar de etapa.

La importancia de la postura del bebé a bordo

Bebé duerme en el coche

Acertar con la elección e instalación del reductor fomenta la seguridad desde otra perspectiva, más allá del accidente. Como ya os hemos comentado en Circula Seguro, la función de un sistema de retención infantil es permitir a los pequeños viajar en un vehículo.

Con todo, no han sido diseñados para facilitar una postura de descanso durante un tiempo ilimitado. Al igual que un adulto sufre cansancio postural tras varias horas en el asiento de un coche, por muy cómodo y de alta gama que sea ese asiento, los niños experimentan un fenómeno similar.

Esto es más importante en el caso de los bebés durante sus primeras semanas. El peso de su cabeza y una musculatura que no les permite sujetarla por sí solos condiciona su seguridad postural en la silla. Como ya mencionamos cuando hablamos del tiempo máximo que puede permanecer un bebé en su sillita:

(…) la inclinación del asiento es muy importante: el bebé no debe viajar demasiado erguido (la cabeza podría caer hacia el esternón) ni demasiado tumbado (el portabebé no le protegería de modo óptimo). Una posición intermedia entre la horizontal y la vertical es lo aconsejable, aunque siempre resulta imprescindible consultar el manual de instrucciones de la sillita.

Los expertos han demostrado que la respiración del bebé se altera de forma negativa para su salud al pasar un tiempo relativo en la sillita. Por eso, la recomendación es no exponer a lo bebés a tiempos prolongados en los SRI. En esa línea, un factor fundamental para paliar este efecto es el adecuado uso de los reductores.

En Circula Seguro | ¿Por qué los abrigos y las sillitas infantiles son incompatibles para viajar en coche?

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