Hace más de cinco años –y cómo pasa el tiempo– recuerdo haber escrito un artículo sobre la necesidad de respetar la señal de Stop. Por el bien de todos, recuperemos la señal de Stop, se titulaba. El verbo estaba escogido con toda la intención. Recuperar, porque la señal R-2 (detención obligatoria o Stop) hace ya años que pasa por horas bajas. Digamos que no se le hace mucho caso en el sentido estricto que tiene la señal. ¿Cuántos conductores detienen su vehículo por completo ante una de estas?
Hace unas semanas, en el foro que tenemos abierto en Motorpasión, al que denominamos Motorpasión Respuestas, desde el equipo editorial lanzamos una pregunta a los lectores. Queríamos saber qué señales son más y menos respetadas por el común de los mortales (no por los cuatro frikis de la seguridad vial que nos juntamos aquí en Circula Seguro). Aquí está el hilo. La mayoría de las respuestas tenían que ver con la señal de Stop, pero de un modo sorprendente.
De 24 respuestas registradas en total, 12 lectores explicaban que su señal más respetada era la de Stop, si bien alguno de ellos reconocía que no se detenía por completo ni veía a nadie hacerlo. Quizá por eso esta misma señal era, para tres de los lectores, la menos respetada por los conductores. Vamos, que o vivimos en mundos paralelos o aquí hay una cuestión de interpretación. Seguramente aquí habría que preguntar a los 12 lectores: ¿Hacer un ceda el paso en un Stop es respetar la señal de Stop?
¿Son necesarias todas las señales de Stop?
Voy con una aportación que hice yo mismo, y a la que me siguieron algunos compañeros de charla. Me autocito:
A la que más: R-2 Detención obligatoria o Stop. Primero me voy a buscar el punto de detención y luego ya veremos si viene alguien o si se puede pasar. ¿Por qué? Porque sé, por experiencia laboral, que si no te autoimpones hacerlo así al final acabas pasando los Stops a toda leche.
A la que menos: R-3 Calzada con prioridad. Aunque en España son raras de ver (algunas hay) en presentaciones solemos encontrarlas. Pero ni caso, que la gente está muy fumada y (goto 10) pasan los Stops cagando hostias.
Por cierto, si en vez de tanto Stop como tenemos en España nuestros titulares de vías echaran más mano del Ceda el paso (salvo casos de riesgo real en los que fuera vital la detención previa al franqueo de la intersección), quizá la gente se tomaría algo más en serio los Stops.
Es una intuición.
A mi intuición dieron la razón algunos. Uno, que firma como redbird, de forma paralela a mi intervención y simplemente explicando a qué señales hacían más y menos caso, expresaba que no hacía caso a la señal de Stop «cuando hay visibilidad a 1 km, que de estas abundan por mis lares».
Touché. A eso me refería yo con mi intuición. El cuento de Pedro y el lobo, con la señal de Stop. Creer que imponiendo la detención, venga o no venga a cuento, se termina con el riesgo vial es, si no pueril, al menos poco práctico y realista. ¿Qué necesidad hay de hacer que un conductor detenga su vehículo si al aproximarse a la intersección ve de forma clara y rotunda que no es necesaria la detención?
Para que la señalización de la vía sea una herramienta útil, para que sirva a su misión de «advertir e informar a [los usuarios de la vía] u ordenar o reglamentar su comportamiento con la necesaria antelación de determinadas circunstancias de la vía o de la circulación», es necesario que esas señales gocen de credibilidad. Y para que gocen de credibilidad, su elección debe ser lógica para cualquier conductor que las encuentre a su paso. Esto es algo que suele criticarse de la señalización por obras, cuando se limita la velocidad de forma extrema, cuando se colocan señales erróneas o cuando se dejan las señales abandonadas después de que finalicen los trabajos sobre la vía.
De forma análoga, una señal de Stop que se perciba claramente como una imposición de detención innecesaria puede crear en el conductor medio el efecto contrario al que se persigue, y este no es otro que la banalización de las señales. Es cierto que hablamos de percepciones, y no necesariamente de realidades, pero merece la pena considerar si en esa recuperación de la señal de Stop todo el mundo está cumpliendo con la parte que le toca. También los titulares de las vías cuando deciden qué señal emplazar en cada caso.