¿Qué tener en cuenta al comprar un coche de segunda mano?

Redacción Circula Seguro

3 de marzo de 2023

¿No quieres esperar a que la marca tenga disponibilidad? En muchos casos, los plazos de entrega pueden ser especialmente largos. A esto hay que sumar el encarecimiento de los coches nuevos, especialmente cuando hablamos de vehículos híbridos y eléctricos. Si te has decantado por un coche de segunda mano, es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones, especialmente cuando se adquiere a un particular. Un factor clave es que nos ofrezcan toda la información de forma transparente y clara, algo primordial en este tipo de transacciones.

1-El coche debe tener toda la documentación en regla. Debemos verificar que cuenta con permiso de circulación e ITV vigente o ficha técnica. No olvidemos que esto es imprescindible para que el coche pueda circular. En este sentido, debemos recordar que el coche debe pasar la ITV cada dos años a partir del cuarto año de antigüedad. A partir de los 10 años esta “revisión” pasa a ser anual.

Además, desde 2015 los permisos de circulación deben incluir el kilometraje del vehículo y la vigencia de la ITV.

2-Comprueba los datos técnicos y administrativos del vehículo. Se puede solicitar esta información a través de la web de la Dirección General de Tráfico. De esta forma, podemos saber si está al día de la ITV, cuándo es la próxima revisión, si hay embargos, procedimientos concursales, si tiene alguna otra carga de naturaleza administrativa o judicial… Según la cantidad de información que solicitemos puede ser gratuito o tener algún coste si es más detallado.

3-Revisiones de mantenimiento. ¿Tiene todas las revisiones en regla? ¿Se han realizado en la propia marca, en un taller independiente…? Recordamos que el fabricante recomienda revisar el vehículo transcurrido un tiempo o una vez se ha recorrido una cantidad de kilómetros. Haciendo esta revisión periódica se mantiene la garantía del fabricante (importante en los coches más nuevos). Hay que comprobar que se ha realizado este mantenimiento según las especificaciones del este.

4-Haz una primera revisión visual del coche para ver si está en buen estado. Aunque no seamos expertos, podemos ver si hay golpes que nos puedan llamar la atención y que puedan conllevar una avería “escondida”. En esta primera inspección visual también debemos comprobar que los neumáticos están en buen estado, ya que si hay que cambiarlos supondría un sobrecoste que debemos tener en cuenta. Comprueba también el estado del interior: tapicería, volante, interruptores, salpicadero, cinturones de seguridad (que no estén deshilachados, rotos o con malformaciones), estado de la palanca de cambios…

5-No hay nada como probarlo. Al igual que probamos un coche nuevo antes de comprarlo, también debemos poder hacerlo con un coche de segunda mano. Y es que no hay nada como conducir el coche que nos gusta para comprobar que efectivamente es el adecuado. ¿Tiene una conducción ergonómica o buscas un estilo más deportivo? Aprovecha para ver cómo frena, si hay problemas con el cambio de marchas, si emite ruidos anómalos, si salta algún testigo de avería en el cuadro…

6-¿La mejor revisión? En un taller. Sin embargo, no todos los propietarios están dispuestos a ello. Es la mejor forma de garantizar que el coche está en buen estado o de saber si vamos a tener que realizar alguna inversión próximamente.

Si hemos conseguido esta opción y se detecta una avería, debemos valorar su importancia. ¿Se puede reparar? ¿Qué coste tiene y cuánto tiempo tiene que estar el coche en taller? ¿Puede provocar una avería mayor?

7-Gastos adicionales y futuros del coche. Por un lado, debemos tener en cuenta qué gastos adicionales vamos a tener con el coche, es decir, mantenimiento, ITV, seguro … Una vez contemplado esto, debemos valorar los gastos que puede suponer en lo que respecta a futuras revisiones y/o averías.

Según la antigüedad del coche, pueden ir surgiendo más problemas. Además, hay revisiones que solo se hacen cuando el automóvil ya tiene determinados kilómetros o años, como es la correa de distribución, que se suele cambiar entre los 60.000 y los 240.000 kilómetros según la marca y el modelo o entre los 5 y 10 años y suele suponer un coste extra que hay que tener en cuenta a la hora de negociar el precio de venta. En el caso de que el coche lleve cadena de distribución, esta operación no es necesaria.

8-¿Cumple con las expectativas y con tus necesidades? Aunque es información que solemos comprobar antes, conviene verificarlo con el coche delante: número de plazas, si cuenta o no con anclaje Isofix (muy recomendable en caso de tener que poner sistemas de retención infantil y obligatorio en los coches nuevos desde 2014), tipo de luces, espacio interior, distancia entre el asiento del conductor y el volante (importante para las personas muy altas), espacio en el maletero…

9-Si no hemos podido llevar el coche al taller antes de adquirirlo, se recomienda hacerlo inmediatamente después de su comprar para no perder la garantía. Las máquinas de diagnosis con las que cuentan los talleres son capaces de detectar averías eléctricas que haya registrado el vehículo como pueden ser problemas con el ESP, el ABC o el airbag. También se ofrece información sobre kilometraje y fecha en la que ha surgido el fallo electrónico. Por supuesto, se deben comprobar también lo relativo a la mecánica como el estado del motor, el sistema de frenado, la suspensión, neumáticos, batería, líquidos…

10-No olvides la garantía. Aunque el coche sea de segunda mano, el vendedor debe darnos una garantía de que el coche está en buenas condiciones. Así, cuando adquirimos el coche en un concesionario u otra empresa dedicada a vehículos de ocasión, la garantía mínima que se otorga es de 1 año (12 meses). Por supuesto, hay muchas compañías que amplían esta garantía.

Por el contrario, si el automóvil es adquirido a un particular, tenemos 6 meses desde que se entrega el vehículo para detectar desperfectos o vicios ocultos, es decir, averías que no son visibles a primera vista. Por ello es tan importante hacer la revisión en profundidad del coche en un taller nada más comprarlo . De esta forma, podremos detectar posibles averías que nosotros no hemos sabido localizar en un primer momento.