Hace ya unos años que la Fundación MAPFRE nos viene hablando de las Carreteras 2+1, un tipo de vía que aún no está muy implantado en nuestro país. Sin embargo, en países como Suecia o Alemania se ha revelado como una medida de alta eficacia para reducir la mortalidad en rutas interurbanas.
Cuando adelantar supone demasiado riesgo
Como hemos señalado ya varias veces en Circula Seguro, alrededor del 82% de los siniestros mortales tienen lugar en carreteras convencionales. Y de estos, más de la mitad de los fallecidos en vías convencionales perdieron la vida en accidentes con salida de vía por la izquierda.
Hasta ahora, la única alternativa a la carretera secundaria con un carril para cada sentido era la autopista y autovía, y la tendencia actual es ir convirtiendo aquellos tramos de carreteras donde la inversión está justificada, principalmente por la cantidad de tráfico soportado.
Sin embargo, desde los países nórdicos nos llega una solución intermedia, que incidiría en las principales causas de siniestralidad de las carreteras secundarias y evitaría buena parte del desembolso que supone la construcción de una autovía. Esta solución intermedia es la carretera 2+1.
En qué consisten las carreteras 2+1
Pensemos en las carreteras convencionales, en aquellos tramos de fuerte pendiente ascendente donde se habilita un carril para vehículos lentos. Este carril (situado a la derecha) está destinado a que los vehículos ligeros puedan adelantar con seguridad a aquellos más pesados y lentos. ¿Y si habilitásemos ese tercer carril a la izquierda para los tramos con difícil adelantamiento? ¿Y si ese tercer carril se alternase para cada sentido de la circulación?
Las carreteras 2+1 funcionan precisamente así. En la práctica se trata de una calzada con tres carriles, uno para sentido de la circulación, y uno central que servirá para adelantar “por turnos” en uno y otro sentido. Esta alternancia se realizaría cada 5 ó 10 kilómetros, lo más habitual en las carreteras convencionales, pero con una salvedad muy importante: en vez líneas continuas o discontinuas que marquen la posibilidad o no de adelantamiento, tendremos una mediana, con barreras, pivotes u otros elementos.
Esta mediana servirá para facilitar la identificación del sentido del tercer carril y para imposibilitar su invasión en sentido contrario, con lo que se gana en seguridad y facilidad de uso.
Qué supone convertir a carreteras 2+1
Según la Fundación MAPFRE, la utilización masiva de esta fórmula en carreteras convencionales españolas aún sin desdoblar, podría conllevar una disminución de hasta 338 víctimas mortales al año.
Además, como medida de seguridad vial, la carretera 2+1 cuenta con una excelente relación entre su eficacia y el coste de su implantación. Por ello, supone una excelente alternativa a la autopista en aquellos tramos de carreteras donde, a pesar de contar con una reducida intensidad de tráfico, haya problemas para adelantar por frecuentes cambios de rasante o la proliferación de vehículos lentos.
Así, es una excelente solución a carreteras provinciales o comarcales próximas a pequeñas localidades o zonas agrícolas cuya Intensidad Media Diaria no justifica la inversión de una autovía, pero que por su siniestralidad sí demanden una actuación de refuerzo de seguridad vial.
El éxito de las carreteras 2+1
El nacimiento de las carreteras 2+1 lo encontramos, como otras muchas medidas de seguridad vial, en Suecia. Tras una exitosa prueba piloto a mediados de los años noventa, se incluye en el conocido Plan “Visión Zero” de 1997 la conversión de 1.500 kilómetros de carretera convencional durante la primera década. Se ha estimado que en esos años se ha salvado la vida a 145 personas, reduciendo la mortalidad de este tipo de vías en un 76%. Incluso se han conocido periodos en los que la siniestralidad de las carreteras 2+1 caía por debajo de la de las autovías suecas.
El éxito de esta medida, y el relativamente bajo coste de su implantación, hizo que se extendiera a otros países como Finlandia, Alemania, Francia o Irlanda. Actualmente Nueva York está implantando las carreteras 2+1, impulsados por el éxito del ejemplo europeo.
En España, la medida está llegando tarde. La DGT ha incluido las carreteras 2+1 en su Estrategia de Seguridad Vial 2011 – 2020, pero el Ministerio de Fomento no la ha incorporado hasta su nueva norma de trazado de 2016. Los primeros tramos convertidos en nuestro país podemos encontrarlos en las carreteras catalanas C-58 (entre Viladecavalls-Castellbell y el Vilar) y la C-55 (entre Sant Vicenç de Castellet y Manresa), a los que le seguirán un tramo de la carretera navarra N-121-A (Pamplona-Francia por Behobia), en proyecto.
Imágenes | Wikipedia/Skvattram | Fundación MAPFRE | Wikimedia/Joel Torsson
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