¿Qué es el ESP o control electrónico de estabilidad?

Bienvenido Alcántara Garvía

23 de octubre de 2017

ESP, ESC, DSC, VDC, VSA y VSC son las siglas comerciales del control electrónico de estabilidad, uno de los avances tecnológicos en materia de seguridad activa más importantes de los últimos tiempos. Su función es conseguir que el vehículo se mantenga en la trayectoria marcada por el conductor con el volante, reduciendo en buena medida los siniestros viales derivados de un derrape.

El control de estabilidad compara la trayectoria marcada por el conductor con la trayectoria real del vehículo, analiza también la velocidad de giro de las ruedas e interviene actuando sobre ellas para redirigir el vehículo. Normalmente esta actuación se produce mediante el frenado selectivo de las ruedas, usando elementos comunes con el ABS.

¿Cuándo surgio el control de estabilidad?

Desarrollado en 1995 por Bosch en colaboración con Mercedes y utilizado por vez primer en su berlina de representación, Clase S, no sería hasta el 1 de noviembre de 2014 cuando todos los fabricantes deberían montar de serie el control de estabilidad. Una normativa europea que se aplicaba tanto a los turismos como a los vehículos comerciales, cuyo peso máximo no exceda de las 3,5 toneladas.  Un año antes, en 2013 el 76 por ciento de los turismos de nueva fabricación ya lo llevaban, según indica la empresa de componentes Bosch. Mientras en 2014, pasó a equiparlo el 84 % de los vehículos nuevos fabricados en la UE, no así en el resto del mundo, donde solo el 59 % de los coches vendidos lo equipaban.

¿Qué supuso el ESP?

El incremento en la inclusión de estos dispositivos permitió una mejora notable de la seguridad vial en todo el territorio europeo. De hecho, todos los estudios de investigación de accidentes demuestran que el ESP reduce el número de accidentes graves hasta en un 50 %, llegando a evitar hasta el 80 % de los accidentes por derrapaje. Según el Instituto de Investigación Centro Zaragoza: “Junto con el cinturón de seguridad se ha convertido en el sistema de seguridad más eficaz que existe”. Incluso la UE estima que este dispositivo puede evitar 2.500 víctimas mortales cada año en accidente de tráfico en Europa.

¿Cómo funciona el ESP?

Un ESP está compuesto por una unidad de control electrónico (UCE), unos actuadores situados en el sistema de frenado y un conjunto de sensores:

  • Sensor de ángulo de dirección, que desde la columna de la dirección informa sobre el movimiento del volante.
  • Sensores de velocidad de giro, comunes al ABS, que situados en las ruedas informan sobre eventuales bloqueos.
  • Sensor de ángulo de giro y aceleración transversal, que informa del comportamiento real del vehículo.

La UCE compara a un ritmo de unas 25 veces por segundo las informaciones que le llegan de los sensores. Si en un momento dado la información sobre el comportamiento real del vehículo no coincide con la información del giro deseado, el ESP detecta que estamos en una situación de riesgo e interviene frenando la rueda más conveniente para que el vehículo recupere la trayectoria o, en determinados casos, restando par motor para lograr el mismo efecto.

Hay un vídeo de Bosch que explica de forma muy gráfica el funcionamiento de este sistema:

Visto así, lo único que debe hacer el conductor cuando el ESP interviene es marcar la trayectoria que debe seguir el vehículo para que el sistema pueda interpretar correctamente la situación. El control electrónico de estabilidad nos puede echar una mano siempre que no sobrepasemos los límites que marca la Física.

Los estudios que refrendan el uso del ESP lo sitúan en segundo lugar entre los sistemas de seguridad, sólo sobrepasado por el cinturón de seguridad, y hablan de una reducción del riesgo vial del 80 %. Pero para hacernos una idea más precisa de lo que esto significa, vamos con dos vídeos más. El primero muestra una serie de situaciones que podrían ser reales, vistas desde la perspectiva del conductor:

 

Funciones del control de estabilidad

En la actualidad, el control de estabilidad se complementa con diferentes, innovadoras y eficaces tecnologías, que en combinación con los sistemas ABS, y ASR (control de tracción), mejoran no solo la asistencia al conductor a la hora de realizar maniobras de manejo defensivo. Entre ellas se encuentran las siguientes:

Control de arranque en pendientes: a través de un sistema que detecta el tipo de pendiente donde se quiere poner en marcha el coche, el control de estabilidad funciona sobre los frenos accionando los mismos dos segundos, justo en el momento de cambiar del pedal del freno para el acelerador, evitando que el vehículo retroceda.

Asistente hidráulico de freno: una opción que determina si en algún momento presionamos con una mayor fuerza el pedal del freno porque necesitamos reducir rápidamente la velocidad, incrementando el asistente hidráulico y reduciendo la distancias en las frenadas.

Control adaptativo de la carga: el control de estabilidad identifica las variaciones en peso y altura del vehículo, adaptando los diferentes sistemas de control para que, de esta manera, las maniobras de frenado y de giro vayan acordes a la cantidad de masa que se encuentra en movimiento.

https://www.youtube.com/watch?v=1sbIsIDtxfI

Control electrónico de la mitigación (Roll Over mitigation): el sistema se encarga de mantener monitoreada la velocidad de cada rueda, para que en el momento de existir peligro de vuelco lleve a cabo una reducción de la velocidad gradual de las mismas hasta recuperar el control del coche.

Sistema de mantenimiento de carril: el control de estabilidad también se ha utilizado en este tipo de dispositivos que evitan que perdamos la trayectoria de la carretera y nos salgamos de nuestro carril.  Dicho sistema se encarga de mantener la trayectoria del vehículo corrigiendo levemente la misma cuando detecta que nos salimos, aplicando el ESP una ligera fuerza de frenado sobre una de las ruedas.

 

¿Sabes cómo conducir un coche con control de estabilidad?

Como hemos visto, la actuación del control de estabilidad nos protege de pérdidas de adherencia que provocan una salida de nuestra trayectoria. Es muy importante manejar el volante de forma clara y precisa para ayudar a trabajar el ESP, y que este sepa hacia dónde queremos ir gracias al volante.

También es muy importante mantener los neumáticos en buen estado para evitar las pérdidas de adherencia, además de ayudar a mantener la trayectoria en maniobras de sobreviraje y subviraje. Y ante todo mantener la calma, ya que de esta manera, una situación de accidente puede acabar solo en un susto.

 

¿Podemos desconectar el control de estabilidad?

Muchos de los modelos que montan este sistema dan la opción de desconectarlo totalmente o bien limitar la actuación del mismo. Además, este sistema trabaja activamente con el control de tracción para evitar que las ruedas pierdan adherencia en las salidas desde parado reduciendo potencia al vehículo.

Cuando lo desconectamos un testigo en el cuadro avisa de esta acción, llegando en algunos modelos a conectarse de manera automática si pasamos de una velocidad establecida.

La razón por la que algunos fabricantes permiten su desconexión es que ante determinadas situaciones, a la hora de circular en ciertas situaciones como por ejemplo nieve o hielo, resulta más beneficioso que toda la potencia se dirija a las ruedas a pesar de que éstas derrapen. Incluso en ciertos terrenos, la actuación del control de estabilidad podría hacer que las ruedas se hundieran más.

 

 

 

Diccionario de sistemas de seguridad del automóvil

Control electrónico de estabilidad

Recupera la trayectoria del vehículo en caso de pérdida de estabilidad por falta de adherencia.

También denominado:

ESP, ESC, DSC, VDC, VSA, VSC

Nota: La denominación oficial es ESC, si bien ESP, que es la denominación de Bosch, ha calado más en nuestro país.

Relacionado con:

ABS

Inventor / Año:

Bosch / 1995

(Artículo original de Josep Camós, actualizado el 23 de octubre 2017)

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