Corría el año 2016 cuando la DGT puso a funcionar un sistema de etiquetas que categorizaban a los vehículos en función del grado de contaminación que generaban. Por entonces, se anunció que el etiquetado no tendría repercusiones, más allá de informar de esta característica de los vehículos. Una década después el panorama ha empezado a cambiar. El distintivo de la DGT se ha convertido en un aspecto bastante relevante para autoridades, fabricantes y conductores.
Tanto es así que ya se contemplan sanciones con multa para ciertos casos en los que se circula sin pegatina de la DGT. La etiqueta ha cobrado una nueva dimensión cuya regulación arroja ciertos aspectos algo complejos.
¿Qué criterios sigue la DGT para otorgar uno u otro distintivo? ¿Qué diferencias hay entre ellos? ¿Por qué hay una pegatina ECO y otra CERO? ¿No contribuyen por igual los vehículos que llevan estas últimas a un transporte más limpio? Estas no son dudas ajenas a la realidad de muchos conductores que se preguntan qué modelos conviene adquirir a partir de esta emocionante década de transición en la movilidad.
¿Qué criterios sigue la DGT para otorgar uno u otro distintivo?
Para establecer la distinción entre etiquetas, la DGT estableció unos criterios propios. Como ya hemos contado en Circula Seguro, estos vienen reflejados en una resolución que el ente público dictó en abril de 2016.
Vehículos sin etiqueta
Son los turismos y furgonetas ligeras de gasolina anteriores a EURO 3 o diésel EURO 4 y de más de ocho plazas e industriales pesados gasolina previos a Euro 4 o diésel anteriores a Euro 4.
Etiqueta B
Para los turismos y furgonetas ligeras de gasolina EURO 3 o diésel EURO 4 o 5. Vehículos de más de ocho plazas e industriales pesados gasolina Euro 4 o 5 o diésel Euro4 o 5.
Etiqueta C
Corresponde a los turismos y furgonetas ligeras de gasolina EURO 4, 5 o 6 o diésel EURO 6. Vehículos de más de ocho plazas e industriales pesados gasolina Euro 6 o diésel Euro 6.
Etiqueta ECO
Para los vehículos híbridos no enchufables (los conocidos por las siglas HEV), vehículos a gas (GNC, CLP, etc.) y vehículos híbridos enchufables (PHEV) que presenten una autonomía inferior a 40 kilómetros en modo de conducción exclusivamente eléctrico.
Etiqueta CERO
Por último, con este distintivo se agrupan a los vehículos 100% eléctricos (BEV), vehículos eléctricos de autonomía extendida (REV), vehículos impulsados por pila de combustible alimentada por hidrógeno (FCEV) e híbridos enchufables (PHEV) con autonomía superior a 40 kilómetros conduciendo en modo exclusivamente eléctrico.
Diferencias cruciales entre la etiqueta CERO y ECO
Como queda patente, las diferencias entre la etiqueta CERO y ECO tienen que ver en la gran mayoría de los casos con el grado de «electrificación», algo que está relacionado de forma directa con las emisiones contaminantes.
Mientras los coches con etiqueta ECO pueden transitar un número de kilómetros bastante limitado sin generar emisiones (en circulación), esos límites son más amplios, o incluso inexistentes, para los vehículos con etiqueta CERO.
En la frontera entre uno y ambos mundos se encuentran los modelos híbridos enchufables con autonomías superiores o inferiores a los 40 kilómetros. Es algo de lo que los fabricantes han tomado buena nota. No en vano, se han multiplicado en el mercado los ejemplos de estos modelos que presentan autonomías que superan por pocos kilómetros el mencionado límite. Ha sido una estrategia que está trayendo algo de debate. Además, el nuevo estándar de homologación WLTP ha añadido ciertas complicaciones.
La gran imagen de la que goza la etiqueta CERO
Ahora bien, la actual tendencia que vivimos con las etiquetas no se detonó hasta que Madrid y Barcelona estrenaron protocolos anti-contaminación y zonas de bajas emisiones, haciendo uso del sistema de la DGT. Un punto de giro que ha llevado a los fabricantes de vehículos a convertir las etiqueta CERO y ECO en una prestación más.
¿Cuáles son las ventajas de la etiqueta ECO?
- Exención del pago del impuesto de matriculación.
- Bonificaciones en el impuesto de circulación (por ejemplo, del 75% en Madrid y Barcelona).
- Descuentos en el aparcamiento (por ejemplo, 50% de descuento en la zona de estacionamiento regulado de Madrid).
- Acceso a las ciudades con protocolo anti-contaminación durante estos episodios.
- Acceso a los carriles VAO sin importar el número de ocupantes del vehículo.
¿Cuáles son las ventajas de la etiqueta CERO?
Lucir el distintivo CERO en el parabrisas implica las mismas ventajas que el ECO y, además, alguna que otra más:
- Estacionamiento gratuito e ilimitado en horario (esto ocurre en muchas ciudades, como en Madrid con la zona SER, sin necesidad de registro).
- Descuentos en algunas autopistas de peaje.
- Mayores subvenciones a la compra de este tipo de vehículos.
Existe una ventajas asociada a los vehículos enchufables, independientemente de la etiqueta, que consiste en que gozan de plazas prioritarias de aparcamiento en la que disponen, además, de carga.
Con todo, es de descartar que en los próximos años se produzcan cambios en el etiquetado. Algunos fabricantes ya lo han solicitado al Gobierno. La idea es establecer una diferenciación más precisa entre el tipo de modelos a tenor de su grado de contaminación real y después del éxito de fórmulas como la semi-hibridación que permite a muchos modelos de combustión ostentar la etiqueta ECO.
Veremos cómo evoluciona la situación. Lo que de momento se confirma es la bajada en las ventas de modelos diésel, que parecen condenados a la extinción en las próximas décadas.
En Circula Seguro | ¿Cuándo me pueden multar por circular sin etiqueta de la DGT?
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