Ya hemos hablado largo y tendido sobre el uso de las protecciones por parte de los motoristas, pero siempre destinadas de cara al asfalto. En esta entrada, trataremos de conocer la vestimenta más adecuada para el uso de la moto por el campo.
El equipamiento utilizado en carretera no siempre es válido para circular por terrenos sin asfaltar, debido a que las velocidades que se alcanzan no son tan altas y que la superficie de rodadura no llega a ser tan abrasiva. La seguridad, por lo tanto, debe estar mas encaminada hacia la protección en caso de golpearnos con algo, ya sean piedras, ramas o árboles, por ejemplo.
Lo mejor para proteger nuestra cabeza, es hacernos con un casco específico de enduro-motocross. Son mucho más frescos que los integrales, permiten un mayor campo de visión y son completamente desmontables para limpiarlos. Eso si, deben usarse imprescindiblemente con gafas para protegernos los ojos de cualquier posible objeto, insectos o incluso del propio aire.
En situaciones de barro, la ausencia de pantalla combinado con una mentonera y visera amplia, consigue que se nos ensucien menos las gafas. A estas, podemos acoplarles distintos dispositivos de auto-limpieza (viseras desechables tipo tear-off o lámina tipo roll-off), para poder mantener una visión óptima sin bajarnos de la moto.
Para proteger nuestro tórax, debemos colocarnos un peto. Puede ser como el de la foto, al que deberemos asociarle unas coderas, o bien uno integral. Este está formado por una camiseta tipo red en la que van sujetas las distintas secciones: pectoral, espalda, lumbar, hombros y codos.
Muy importantes son también las rodilleras. En los primeros compases de una caída, casi siempre golpearemos con ellas en el suelo. Además, su protección desciende por la pantorrilla hasta el comienzo de la bota, protegiéndonos junto con éstas toda la parte inferior de las piernas.
Por último, las botas. Estas son más altas que las de carretera, con muy poco movimiento en la zona del tobillo y gran protección para evitar lesiones. Como por el monte es común tener que poner los pies en suelo, estos deben tener la mínima flexibilidad posible. Además, como el golpeo contra ramas y piedras es constante, así como contra algunas partes de la moto, la tibia y los gemelos tienen una protección extra.
Por último, recordad que el monte lo compartimos con muchos más usuarios. Y aunque no existan señales de circulación hay que seguir respetando las normas, sobre todo las de sentido común.
Fotos | KTM, Fox