Si señores, en la excursión por tierras belgas de la mano de Ford, en el circuito de pruebas de Lommel, pudimos probar de primera mano varias novedades tecnológicas muy interesantes, y asistir como copilotos al funcionamiento de otras cuantas. Igual que conté cuando hablé de las pistas de pruebas, la experiencia de probar un sistema nuevo en un entorno seguro es de lo más saludable.
A continuación vamos a ver estos sistemas: el Active Park Assist, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico, el sistema de reconocimiento de carril y el Ford Active Stop. Los tres últimos además los ilustramos con un vídeo resumen de la prueba que hicimos en primera persona.
Active Park Assist, cómodo y a la vez extraño
He visto otros sistemas de aparcamiento autónomo, y la verdad diría que este es un mix de varios conceptos. Lo que realmente resuelve a la perfección (y bastante bien por lo que probé) es encontrar el sitio para aparcar, decirte dónde debes situarte para hacer la maniobra correctamente, y mover el volante perfectament para encajar el coche en el hueco. Es decir: busca hueco y hace los cálculos de los movimientos de la dirección necesarios.
El conductor simplemente circula en “modo búsqueda de aparcamiento”, es decir, activa el sistema, circula lentamente y con el indicador (derecho o izquierdo, según el lado de la calzada donde queramos estacionar) activado, y el sistema busca el sitio. Cuando lo encuentra nos avisa y nos indica si por ejemplo debemos avanzar un “pelo” más. Cuando estamos en la posición adecuada, nos recordará engranar la marcha atrás. Soltamos el volante y simplemente manejamos pedales y cambio. En pocas maniobras (una de marcha atrás y otra hacia delante en mi prueba) el coche queda estacionado. La sensación es, por otro lado, muy extraña porque vemos que el volante gira como poseído.
Reconocimento de señales y carriles
Lo explicaré en un solo epígrafe porque en realidad son útiles en las mismas situaciones. El reconocimiento de señales de velocidad y prohibición de adelantar es interesante para despistados. Cuando circulamos por un tramo de carretera nuevo para nosotros, o incluso por en nuestro recorrido habitual, podemos “pasar” de fijarnos en las señales. Este sistema reconoce mediante una cámara la señal correspondiente y nos la enseña en el salpicadero del coche. Si nos pasamos del límite de velocidad parpadeará para “regañarnos”.
El sistema de reconocimiento de carril es mejor todavía. Ayuda a que, por mínimo que sea el despiste, siempre haya “alguien” que nos de un toque cuando cambiemos inadvertidamente de carril. Este sistema reconoce el carril por el que circulamos gracias a las líneas de la calzada, y cuando lo fija, cualquier movimiento inadvertido de cambio de carril (no funciona si cambiamos nosotros a propósito, es más enérgico que cualquier despiste) es corregido con un leve “toque” de volante en la dirección contraria que nos trae de vuelta desde Babia. el sistema no funciona por debajo de 60 km/h para no interferir con la conducción urbana.
Realmente se nota el “toque”, es muy sutil porque es como si alguien te dijese suavemente “oye, atento que te vas a cambiar de carril”. No asusta, pero se nota un extraño, con lo cual puedes reaccionar y corregir de la forma más natural, y por tanto lo más segura posible.
Algo que me quedé con ganas de probar y (maldita sea) preguntar es cómo funciona conjuntamente el sistema de reconocimiento de señales de prohibido adelantar con el de cambio de carril. Sería interesante que funcionasen conjuntamente para evitar comportamientos peligrosos en carretera. Queda de momento en el tintero.
Active Stop, no más topetazos por despiste
Voy a ser breve con el frenado automático porque vais a poder ver el sistema en funcionamiento en el próximo vídeo. Este sistema de seguridad sirve básicamente para que, en entornos urbanos a no más de 30 km/h, un despiste no termine en colisión por alcance. Básicamente el sistema está “atento” al entorno inmediato, es decir, a máximo diez metros por delante de nuestro coche, y si detecta que nos acercamos a una velocidad extrañamente alarmante, toma cartas en el asunto.
El resultado de despistarnos es que el coche frena con toda la potencia de frenado que dispone para evitar un golpe. Como estamos despistados, no pisaremos el embrague, por lo que el coche cala e inmediatamente activa los indicadores de emergencia. En la prueba que veréis ahora simplemente mantuve el pie en el acelerador para mantenerme a 25 km/h y tratar de chocar contra el coche hinchable. Desde dentro da la sensación de que no lo va a conseguir, es impresionante cómo a tan baja velocidad te pones nervioso.
Probemos los tres sistemas en orden de marcha
Os dejo con el vídeo que nos trajimos de Lommel, en el que se ven los tres últimos sistemas comentados. Realmente el sistema de detención activa me impresionó por su eficacia. ¡Espero que os guste! (aunque no seleccioné yo la música, en realidad…).
Al principio comentaba que probar sistemas de este tipo en un entorno seguro es muy saludable. Y lo es porque aprendes dos cosas simultáneamente: aprendes que el sistema funciona, y a la vez no tienes miedo de que llegado el momento no actúe. Eso no debería significar inmediatamente ganar confianza en exceso para luego conducir como si no hubiese un mañana. Más bien nos recuerda que si por alguna razón no podemos reaccionar o reaccionamos mal, pase lo que pase, los sistemas instalados en el coche están ahí solo para proteger tu vida y la de tus acompañantes.
Seguid atentos, porque todavía nos quedan cosas jugosas que contar como los sistemas de detección remota, ángulo muerto, etc, etc… próximamente.
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