Neumáticos: ahorro de combustible sobre ruedas

Redacción Circula Seguro

25 de abril de 2022

Los neumáticos, la parte de nuestro vehículo que está en permanente contacto con la carretera, son capaces no sólo de determinar el comportamiento del coche en las vías y de influir decisivamente en materia de seguridad, sino que también pueden permitirnos ahorrar combustible siempre que hagamos una buena elección de éstos y no descuidemos su mantenimiento.

Este dato resulta esclarecedor: los neumáticos son directamente responsables del 21% del consumo del vehículo. Y es algo a tener muy en cuenta a la hora de elegir el tipo de “zapatos” más adecuados para nuestro vehículo. La buena noticia es que, desde la entrada en vigor del etiquetado obligatorio europeo para neumáticos, los consumidores lo tienen mucho más fácil a la hora de informarse y consultar las prestaciones que pueden encontrar en cada modelo de neumático. De esta manera, la etiqueta muestra la clase de eficiencia de combustible del neumático, el nivel de frenado y adherencia sobre un pavimento mojado y, por último, el nivel de ruido emitido.

Elegir el modelo más adecuado

A la hora de comprar los neumáticos es importante informarse acerca de la sostenibilidad y la eficiencia energética del modelo elegido. Dependiendo de los materiales, el dibujo y el compuesto del neumático, el gasto en combustible puede ser menor. Por ejemplo, los neumáticos que presentan el menor consumo medio y la mayor eficiencia energética están etiquetados dentro de la clase “A”, es decir, la mejor en la escala de siete niveles en relación con la resistencia a la rodadura y el consumo.

Mantenimiento correcto

Para ahorrar combustible es fundamental que los neumáticos estén en buen estado. ¿Qué debes hacer para mantenerlos?:

  • Comprobar la presión: siempre hay que hacerlo con los neumáticos en frío. La presión ideal la marca el fabricante del vehículo, pero hay que tener en cuenta que también influyen otros factores como el número de pasajeros, velocidad media, el equipaje o las condiciones medioambientales. Es importante recordar que una presión muy baja aumentará el consumo de combustible por provocar una excesiva adherencia al pavimento.
  • Comprobar el desgaste: el neumático se desgasta debido a la abrasión de las sucesivas capas de la banda de rodadura. Cuanto menor y más lisa sea la banda de rodadura, menor será la resistencia, pero también será peor la adherencia sobre un pavimento mojado, lo que se traduce en una mayor peligrosidad: una rueda desgastada ya no protege frente al deslizamiento y no garantiza una corta distancia de frenado. El desgaste se incrementa durante los meses de verano, ya que el calor puede hacer que el asfalto alcance temperaturas de hasta 70 grados centígrados. Cualquier vehículo que circule con una profundidad del dibujo inferior a 1,6 mm, no solo carece de las garantías de seguridad necesarias, sino que legalmente no está habilitado para transitar por la carretera. Para ahorrar combustible es importante elegir neumáticos con baja resistencia a la rodadura.
  • Comprobar el paralelo: es importante verificarlo ya que, en muchas ocasiones, el conductor ni siquiera es consciente de que pueda estar en mal estado. Algunas de sus consecuencias son un desgaste mayor e irregular, frenadas menos efectivas, mayor ruido de rodadura y aumento de las vibraciones en la conducción, que conllevan mayor gasto de combustible.

Y, por supuesto, hay que tener en cuenta que una conducción eficiente también ayuda a ahorrar combustible: recuerda pisar el acelerador al arrancar el coche, mantén una velocidad uniforme, no conduzcas con las ventanillas bajadas y trata de utilizar siempre la marcha más larga.