Las temperaturas extremas afectan al vehículo y eso hace que sea tan importante que esté listo y preparado. Las bajas temperaturas propias del invierno hacen imperativo vigilar una serie de puntos concretos del automóvil. Además, la lluvia, nieve, hielo y viento, propios de esta época del año, ponen a prueba nuestro vehículo y es precisamente en estas condiciones adversas, cuando es más necesario que nuestro automóvil esté en las mejores condiciones posibles.
1-Revisión de la batería. Se trata de uno de los elementos del vehículo que más sufre con las temperaturas extremas, tanto en verano como en invierno. ¿Has dejado el coche toda la noche en la calle y no consigues arrancarlo por la mañana? Si esto ocurre, es conveniente revisar la batería porque se puede haber descargado. Su vida útil ronda entre los 3 y 5 años, pero hay muchos factores que pueden condicionarla como el tipo de conducción, el uso que se da al coche, el tipo de batería… Si notamos que al coche le cuesta arrancar, puede deberse a un deterioro de la batería y es recomendable cambiarla antes de que nos deje tirados.
2-Líquidos: niveles de aceite, refrigerante, frenos, etc. Uno fundamental es el líquido limpiaparabrisas, muy importantes cuando llueve. En el mercado hay productos específicos para el frío que evitan que se congele y, además, contribuyen a una mejor eliminación del agua.
Igualmente, el líquido refrigerante se encarga de mantener la temperatura óptima del motor. Debemos comprobar que el nivel es adecuado y elegir un líquido anticongelante o refrigerante apropiado para el invierno.
3-Buen funcionamiento de los limpiaparabrisas. Si hacen mucho ruido cuando se activan o no barren correctamente, es necesario cambiarlos. Las escobillas son muy importantes en invierno, especialmente por las altas probabilidades de lluvia. Si no eliminan el agua correctamente, no habrá buena visibilidad y, por tanto, no se podrá conducir de forma segura.
4-Tipo de neumáticos y estado. Hay que revisar que no están desgastados ya que, en este caso, pierden agarre o adherencia, sobre todo cuando la carretera está mojada. Debemos revisar que la profundidad del dibujo de la banda de rodadura no sea inferior a 1,6 mm. De hecho, se recomienda que esté en 3 mm. Podemos comprobar este desgaste localizando los testigos presentes en la banda de rodadura del neumático. Los fabricantes incluyen en el flanco del neumático una serie de indicadores, que pueden ser el propio logotipo de la marca, un triángulo o las siglas TWI (de Tread Wear Indicator). También podemos utilizar un medidor de profundidad o profundímetro.
No podemos olvidar que un neumático desgastado tiene un peor agarre en mojado, tiene una mayor distancia de frenado y puede contribuir al aquaplaning, es decir, podemos perder el control del automóvil sobre una superficie mojada.
En este punto, también es importante revisar su presión, que debe ser la indicada por el fabricante teniendo en cuenta si el coche está cargado o no. En caso de lluvia, se aconseja aumentar la presión entre 0.4 y 0.7 bares de presión, para conducir mejor en el asfalto mojado.
Hemos hablado del estado de los neumáticos, pero también es importante que sean acordes a las condiciones climatológicas invernales. Y es que en estas circunstancias es importante contar con un dibujo lo suficientemente profundo para garantizar la evacuación del agua. En el mercado contamos con los conocidos como neumáticos de invierno y, por otro lado, los neumáticos “all season” o “todo tiempo”. Deben llevar las siglas M+S (Mud and Snow, es decir, barro y nieve) y el marcaje 3PMSF (una montaña de tres picos con un copo de nieve en su interior) para poder sustituir a las cadenas de nieve. Mientras que los “all season” se pueden utilizar durante todo el año, los neumáticos de invierno solo se deben utilizar en zonas y estaciones frías, ya que ofrecen peores prestaciones de seguridad y, por ello, deben sustituirse durante el verano, la primavera y el otoño.
5-Sistema de frenado: como hemos comentado, con lluvia, nieve o hielo, la distancia de frenado se alarga y, por ello, es importante que todo el sistema encargado de detener el vehículo funcione correctamente.
6-Climatización: importante para garantizar la comodidad y el bienestar del conductor y de los pasajeros, pero, sobre todo, para para poder desempañar los cristales. Esto sucede cuando hay diferente temperatura entre el propio cristal, la parte exterior del coche y la interior. Si el coche cuenta con sistema propio para desempañar los cristales, lo activaremos. En caso contrario, debemos dirigir el climatizador con aire caliente hacia los cristales. Por supuesto, la opción ideal es contar con lunetas térmicas delantera y trasera.
7-Maletero bien equipado: si no contamos con los neumáticos que hemos mencionado anteriormente, se recomienda llevar unas cadenas de nieve. En el mercado hay de muchos tipos: textiles, metálicas, de red o compuestas… Aquí hablamos de todas ellas.
Además de los triángulos de emergencia, recomendamos llevar la señal V-16 con geolocalización para ofrecer una mayor visibilidad en caso de avería o siniestro. Esta baliza va a sustituir a los triángulos en 2026 en España y ya se pueden utilizar en su lugar. Basta con sacar el brazo por la ventanilla y colocarla en la parte superior del coche. Se activa y emite una luz visible en todas direcciones y a 1 km de distancia en condiciones de baja luminosidad. Además, gracias a esta conectividad, se envía la ubicación del vehículo a Tráfico para compartirla con los demás conductores.
También es recomendable llevar siempre con nosotros el teléfono móvil con su cargador, una manta, alimentos y agua, por si sufriéramos algún percance, como puede ser una nevada.
Igualmente, podemos llevar un descongelador de parabrisas específico junto a una rasqueta de plástico para esas mañanas en las que los cristales están completamente helados. Recuerda que no debemos conducir hasta que se haya retirado por completo el hielo para tener una correcta visibilidad.
Por último y antes de iniciar la marcha, se recomienda dejar el motor arrancado durante unos segundos para que todos los líquidos circulen y coja temperatura.
Antes de emprender el trayecto, es importante consultar las previsiones meteorológicas y estar informado de posibles borrascas, nevadas, cortes de circulación, avisos por viento… No se debe conducir si hay riesgos y nunca debemos comprometer nuestra seguridad ni la del resto de usuarios.