Plan de movilidad y seguridad vial (2), elaboración del plan.

luiscarlos

24 de abril de 2015

 

En el primero de esta serie de artículos dedicados al Plan de Movilidad y Seguridad Vial de una empresa, comentamos por que es necesario dicho plan. Ahora nos dedicaremos a contar como podemos elaborar un plan de estas características, conceptos básicos.

No todas la empresas tienen volumen suficiente para elaborar o necesitar un plan de movilidad y seguridad vial, pero normalmente si que están dentro de una zona de pequeñas empresas, como pueda ser un polígono industrial. Y este polígono sí que puede tener volumen suficiente de trabajadores para necesitar este plan.

Para que un Plan de Movilidad y Seguridad Vial tenga éxito, los primeros que tienen que estar convencidos de ello son los empresarios, gerentes, directivos, etc. Lógicamente por que este plan tiene un coste económico inicial, pero que seguramente se vea retornada esta inversión, a veces menor, otras veces algo mayor.

¿Qué beneficios tiene este plan? Reducirá los costes por días perdidos por baja de trabajadores en accidentes de tráfico y el estrés, mejorará en productividad, en los costes de los seguros, conseguiremos una mayor eficiencia sobre el combustible, etc.

Los empresarios tienen que estar implicados, pero además, tienen que hacer llegar a los trabajadores de la necesidad y los beneficios que van a percibir con este plan. Al final, son éstos los que tienen que cumplir con las propuestas que se elaboren. Para garantizar el éxito, también tienen que estar los trabajadores implicados en la toma de decisiones. Para ello se elaboraran grupos de trabajo, con representantes de distintos escalafones y departamentos, donde se podrán exponer las problemáticas y las posibles soluciones. Este grupo de trabajo, también tendrá la labor de seguimiento del plan.

Plan_mov_2_2

Hasta aquí, podríamos denominar que hemos realizado una fase previa o preliminar del plan. A partir de ahora empezamos analizaremo con una primera fase que analizaríamos a la propia empresa:

  • Su movilidad, como son los desplazamientos de sus empleados, tanto “in itinere” como en misión.
  • Sus accidentes, información sobre éstos, tipología de persona accidentada, lesiones sufridas, etc.

En una segunda fase analizaremos los riesgos. Que departamentos o colectivos dentro de la empresa tienen mayor posibilidad de tener un accidente (comerciales, repartidores, etc.), pero también trabajadores con factores de riesgos mayores como incapacidades físicas, poca experiencia en la conducción o de edad más avanzada.

Con la información que tenemos sobre la empresa y los trabajadores, en una tercera fase, definiremos los objetivos que tenemos que alcanzar, y que acciones haremos para llegar a estos objetivos (en un artículo posterior valoraremos posibles acciones).

En la cuarta fase, llegó el momento de implantar lo que hemos planeado hasta ahora. Planificamos cronológicamente, informamos a los implicados, establecemos la comunicación, y por supuesto esperamos que los trabajadores que vean como se cambian algunos aspectos de su organización del trabajo, acepten de buen grado las novedades de actuación.

Quinta fase. Una vez implantadas las medidas a tomar, necesitaremos hacer una labor de seguimiento y evaluación de dichas medidas. Para ello elaboraremos unos indicadores que nos mostraran si el plan se está cumpliendo, y si las medidas adoptadas están teniendo el resultado esperado. Estos indicadores nos ayudaran a analizar el resultado para poder tomar medidas en el caso de tener que corregir algunos aspectos del plan elaborado.